Capítulo 1

3.2K 130 2
                                    

Soy Amy, tengo 17 años, tengo el pelo marrón oscuro y me llega hasta casi la cintura, además tengo los ojos verdes producto de mi padre. Mi hermano mayor se llama Daniel, tiene un año más que yo y nos llevamos genial, tiene el mismo color de pelo que yo pero tiene los ojos marrones de mi madre. Siempre se preocupa por mí y me cuida, soy su persona favorita y él también es la mía.

Mi padre murió cuando él tenía 8 años y yo 7, nos dejó bastante tocados a mi familia y a mí, pero hemos podido con ello porque siempre podemos con todo.

Ahora mismo hemos llegado a California desde Nueva Jersey, nos hemos mudado.

-El paraíso, por fin, ya hemos llegado- anuncia mi madre, Lucille, bajándose del coche- Venga, todos los marineros a cubierta

Hemos llegado a una especie de pequeña urbanización llamada Reseda.

Mi hermano y yo nos bajamos del coche obligados, ya que he olvidado mencionar que ninguno de los dos quería mudarse, pero no hay otra opción.

Ayudo a Dani a quitar su bici de encima del coche mientras nuestra madre descarga cosas del maletero.

-Ayy, mirad esas palmeras. ¿Sabéis lo que significan?- pregunta mi madre.

-Sí, que te puede caer un coco encima- responde Dani sin entusiasmo, haciéndome reír.

-Qué gracioso. Venga, nuestro apartamento es el número 20, primer piso

Saco del maletero mi maleta y mi bolsa y miro a Dani.

-Quédate con esa felicidad de mamá, no se ve todos los días- bromeo haciendo reír a mi hermano, quien pone su bici en el suelo por fin, coge su maleta del maletero y vamos hacia la entrada, la cual es una pequeña puerta de madera.

Pero Daniel, sacando su dotes de karate, la abre de una patada tirando al suelo al chico que estaba a punto de abrirla por el otro lado.

-Oh dios mío. ¿Te has hecho daño?- le pregunta Dani al chico del suelo, yendo a socorrerle.

-Estoy bien, estoy bien- dice levantándose con ayuda de Dani.

Tengo que decir que el karate me fascina y lo poco que sé lo sé gracias a Dani, pero nunca nos hemos permitido ir a clases de verdad.

-Lo siento, no debería haber hecho eso- se disculpa Dani.

-No pasa nada. Vosotros debéis de ser los nuevos del piso 20

-Sí- respondo.

-Freddy Fernández- se presenta estirando la mano para que se la demos.

-Daniel LaRusso, ella es mi hermana Amy- me presenta.

-Encantada- respondo aceptando su mano.

-Dejad que os ayude- dice intentando coger mi bolsa.

-No, no, no te preocupes- le aseguro, pero él la coge igual- Gracias

-De nada. ¿Y de dónde sois?- pregunta empezando a caminar hacia dentro.

-De Nueva Jersey- responde Dani- A mi madre la ha salido trabajo aquí

-Oye. ¿Eso qué era? ¿Karate?- pregunta refiriéndose a la patada de antes.

-Sí- responde.

-¿Hace mucho que lo haces?

-Oh sí, una temporada, he enseñado a mi hermana

-Wow, a mí me encantaría aprender, a lo mejor me puedes enseñar algo

-Claro, cuando quieras- accede, Freddy me mira.

-¿Y tú? ¿Haces algo a parte de un poco de karate?

-Bailo- respondo.

-¿En serio? ¿Y eres buena?

-Estás hablando con una de las mejores animadoras de Nueva Jersey, ha ganado miles de premios en tan solo dos años- alardea mi hermano.

-Sí, pero no es para tanto- digo avergonzada, es cierto que bailo y que se me da bien, pero no soy la mejor ni de lejos.

-¿Que no es para tanto? Tendrías que verla, es buenísima- río avergonzada.

-Eso es genial. ¿Harás las pruebas en el instituto cuando se acabe el verano?- me pregunta Freddy.

-Naah, he decidido dejar mi faceta de animadora y esperar a que en el futuro me salga algo mejor

Nos quedamos en silencio mientras subimos unas pequeñas escaleras, pero Freddy vuelve a hablar.

-Oye. ¿Qué vais a hacer mañana?

-Ah, no sé, supongo que nada- dice Dani.

-Tenemos una fiesta en la playa de adiós al verano. ¿Os hace?

-Sí, claro- respondo con una sonrisa.

-Bien, os vengo a recoger por la mañana- dice cuando llegamos a la puerta de nuestra casa.

-Oh, yo prefiero ir sola, por mi cuenta- digo sacando mi lado marginal, a veces no me gusta la gente, me han hecho tanto daño en la vida que solo me basta con tener a mi hermano.

-Está bien, pues nos veremos allí

-Gracias por tu ayuda- agradece Dani.

-De nada- entramos en casa y nuestra madre está inquieta.

-Creo que nos va a ir muy bien aquí, tengo vibraciones positivas, de verdad- Voy a coger un vaso de agua porque estoy sedienta, pero al abrir el grifo, el agua sale disparada a todos lados menos al vaso- Oh sí, el grifo está roto, me han dicho que hay un manitas que lo puede arreglar, a ver si lo encuentras Dani

-¿Y por qué yo?- se queja.

-Porque yo me voy a dar un paseo para ver los alrededores- digo con una sonrisa victoriosa.

-Pero tú puedes ir a la que sales

-Dani- le advierte mi madre, él no tiene otra opción que aceptar. Mi hermano sale a por el manitas y antes de salir, mi madre me para- Se te ve preocupada. ¿Estás bien?

-Sí, sí, es que mañana nos han invitado a la playa y...bueno, ya sabes, seguro que habrá mucha gente

-Cariño, no te preocupes por eso, seguro que te lo pasas genial- dice acariciando mi cara- Nadie te volverá a hacer daño, además Dani estará allí

-No sé qué sería de mí si él no estuviera conmigo

-Serías la misma

-No lo creo

-Bueno, ve a darte una vuelta a ver cómo están las cosas por alrededor- me dice, y no me lo pienso dos veces para salir del apartamento.

Salgo de Reseda y camino hacia la derecha, llego a la esquina y sigo alrededor de Reseda. Está anocheciendo pero no creo que este sea un barrio peligroso.

Aunque de lejos escucho el rugir de varias motos y no puedo hacer otra que encogerme en mi sitio, y sobretodo andar más deprisa.

Karate Kid (Johnny Lawrence y tú)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant