Capítulo 9

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-¿Estás segura de esto? - Me preguntó Chloe mientras me rizaba el cabello. Asentí. -¿Cien por ciento segura? ¿Segura segurísima?-

-¡Sí! ¡Sí! Y... ¡Sí! - Le respondí mientras me delineaba con cuidado los ojos. -Además, es lo que tú querías desde que llegaste -

-Exacto. Lo que yo quería. ¿Y tú? ¿No era que no querías que Nard te regañara? - Me preguntó. Deteniendo su trabajo, mientras me observaba por el espejo del tocador que teníamos en frente. Levanté la vista y la observé. Se notaba que ella quería salir de joda, eso era lo que le gustaba a ella, aunque estaba dudosa sobre mis ganas.

-Ya no me importa lo que piense el señor Sheffield de mí. Yo soy libre de tomar mis propias decisiones. Además... - Hice una sonrisa maliciosa - Necesito vengarme.

-¿Cómo? ¿Y recién ahora me lo dices? Ah no... Esto no se vale... Aun así... ¿A quién hay que dejarle las bolas de corbata? - Dijo Chloe entrecerrando los ojos, mientras volvía a su trabajo.

-No hace falta recurrir a la violencia. Bueno por ahora -

- ¿Y cuál es tu plan de venganza? - Dijo terminando de rizar todo el cabello. Me volteé para tenerla de frente, con media sonrisa, levantando una ceja.

-Celos-

Dejé que Chloe me terminara de retocar el maquillaje, y me escogiera el vestido más provocador que tenía. Uno sin hombros, ajustado al cuerpo, de un rosa claro, y me llegaba hasta los muslos. Si el señor Sheffield pensaba que luego de ver aquello me encerraría a darme la cabeza contra la pared, estaba muy equivocado. No le iba a dar la satisfacción. Iba a divertirme, sin él, e iba a conocer gente nueva, claramente, sin él. Nadie me lo iba a impedir. Si alguien se interponía en mi camino, terminaría como el botones atascado bajo el sillón del hall. Chloe había elegido entre tanto zapato, unos tacos negros altos, los cuales tuve que caminar por todo el piso, para que por lo menos no sea tan obvio el hecho de que nunca usé tacones en mi vida. Los dominaba bastante bien, y se podía decir, que no caminaba pisando huevo. Claro que, un paso en falso y me iba de cara al suelo. Luego de una hora y media, el ataque de histeria de Chloe al no decidirse a qué usar, ya que yo le ofrecí a que escogiera lo que quisiera de mi armario, o por lo menos lo que le quedara bien, toda la ropa estaba hecha a mi medida, estábamos listas. Chloe se había decidido por un vestido negro pegado al cuerpo, que le llegaba un poco más arriba de los muslos, y tenía un solo bretel, se había recogido el cabello, con algunos mechones cayéndole delante de las orejas, y al igual que yo, un par de tacones negros, claro que los de ella no eran tan altos como los míos. Lo que yo tenía en los pies me hiciera quedar a la altura de Chloe, de Chloe con tacos. Estaba muy lejos del suelo, y no me convenía dar un traspié o me iría al suelo de golpe.

-No puedo creer que esa sea yo - Comenté hacia mi reflejo, claramente impresionada. Me maquillé la última vez que competí, pero no era algo tan notable. No era buena con el maquillaje, además que tenía el cabello recogido. Esta vez, Chloe me había dado una mano a retocar mi maquillaje, y con el cabello suelto, y con rizos perfectamente hechos, parecía otra, era algo completamente diferente a lo que me hubiese imaginado. Y no lo negaba, me encantaba mi nuevo aspecto. Me acerqué aún más al espejo, para poder observar más detalladamente mi rostro. Chloe había hecho maravillas con diferentes tonos de colores para mis párpados, que hacían resaltar el color de mis ojos, había mezclado dos pintalabios indelebles y mis labios eran de un color carmín, y las pestañas... ¡Parecían postizas! Definitivamente no parecía yo.

-Claro que eres tú mi niña - Dijo Chloe a mi espalda. -Bien... ¿Quién quiere salir a vengarse? -

-Andando - Le respondí con una sonrisa mientras salíamos del cuarto, y subirnos al ascensor. Era increíble sentir esa adrenalina, de salir del edificio a escondidas, sin que nadie más sepa cuáles son mis planes, pensando que también, luego de eso, me tendría que atener a las consecuencias. Pero bueno, las consecuencias están luego. Ahora, mi objetivo era divertirme y pasar un buen rato con Chloe. Salimos del elevador con la frente en alto, en mi amiga era algo común, pero yo lo hacía por el simple hecho de no parecer sospechosa de haber cometido algún homicidio.

Corazón de CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora