Capítulo 10

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Sentía que tenía una banda de Rock and Roll en la cabeza. No podía pensar con claridad, un bullicio se apoderaba de mis oídos, estaba aturdida, y me sentía pesada, mis párpados pesaban, las piernas y los brazos me pesaban, y la cabeza... De más está decir que sentía que tenía atada una roca a la frente. Con un esfuerzo, que para mí fue sobrehumano, comencé a mover mi cuerpo, lentamente. Me quería morir. Sentía que había engordado unos cuantos kilos que no me permitían moverme con agilidad. Parecía un oso panda intentando caminar en dos patas. Abrí los ojos lentamente, mierda, la luz estaba demasiado fuerte. Me refregué los ojos con ambas manos, y mi vista se fue adaptando poco a poco. La primera visión que tuve, fue un primer plano del rosto de Chloe con una sonrisa de oreja a oreja.

-¡Arriba, dormilona! - Me gritó al oído. En momentos como aquellos, tenía ganas de matarla. Tenía una batucada dentro de la cabeza y con ella se completaba el coro. Gruñí.

-¡Sabía que te divertirías! ¿No te lo dije? ¿No? - Decía entre risas - Aunque claro que me pegaste un susto de muerte cuando Jason me dijo que habías tomado tres botellas de mezcal, ¡oh por Dios! Mi amiga está en un coma alcohólico, me dije a mi misma. Aunque debo admitir que tu hígado es de hierro, y un amigo fiel. ¡Se bancó todo ese alcohol! Ni yo hubiese resistido tanto la primera vez que tomé algo que no sea una gaseosa, bueno sólo en los brindis de alguna que otra boda, o fiesta de navidad o... -

-¡Chloe! - Grité, y luego me relajé. No estaba para gritos. -Por favor, para. Me duele la cabeza...-

-¡Jaaaa! ¡Lo sabía! -

-¿Eh? -

-¡Tienes resaca! - Exclamó entusiasmada como si hubiese descubierto petróleo.

- No me digas... -Comenté sarcásticamente. Utilizando mis manos como apoyo me senté, sobre... esperen, aquella no era mi cama. Miré a todos lados, y definitivamente que no era mi cama. Estaba en el sofá de la sala de mi piso. ¿Qué diablos hacía allí? Lo último que recordaba era estar abrazada al inodoro, y sentarme en el piso con... Oh por Dios. ¡No! ¡Yo estaba enfadada con él! ¡Había mandado mi orgullo por el inodoro! Literalmente. Maldita sea.

Aunque... recordaba estar con aquel vestido rosa, descalza, y con el cabello enmarañado. Me observé, tenía el cabello amarrado en un intento de trenza, y llevaba unos pantalones babuchas negros, y una remera manga corta celeste. Y, estaba limpia. Eso significaba, que si yo no recordaba, alguien más me había lavado. Sentí que las mejillas me ardían, y de un momento a otro sentía un calor sofocante. Con la única persona que estaba la noche anterior era con Leonard... Debía de ser una broma de mal gusto. Chloe parecía divertida.

-Ya. No te pongas colorada como tomate, aunque bien que te gustaría que Nard haya sido el que te quitó el vestido - Me guiñó un ojo, y yo sólo estaba más confundida. - Fui yo la genio que arrastró a patadas a Nard porque quería estar presente mientras te quitaba el vestido por si quisieras hacer de nuevo el papel de Julieta -

-Así que... -

- Así que yo te ayudé a lavarte, y cambiarte. No creas que fue difícil. Eras como un robot. Te decía, levántate, y te levantabas, te decía, salta, y saltabas, ¡Parecía que te habían lavado el cerebro! ¡Fue la mejor noche de mi vida! - Canturreó saltando sobre el sofá.

- Que buena amiga. Te divierten mis desgracias... - comenté, fingiendo estar ofendida, aunque, con ella era imposible.

- ¡Debí de haberte grabado! ¡¿Cómo se me pudo haber pasado algo así?! -

-¡Chloe! -

-De acuerdo, de acuerdo. Pero desde ya te aviso que si vuelves a quedar en ese estado, voy a grabar cada segundo y... -

Corazón de CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora