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El prisionero es condenado a ser llevado por culpables

-¿Acaso me estás acusando de haber contratado a este cultivador errante para matar al gran Patriarca, sirviente mediocre?- se defendió rápidamente el emperador del fuego con una expresión de molestia total.

-Esto es inaudito. Hong WanXia no tiene razones para lastimar al gran Patriarca.- intervino Madame XiaHe.- ¿Con qué intenciones acusas así a un emperador?

A pesar de lo alterados que estaban todos, Meng HuanYue solo sonrió con confianza en sí mismo y levantó las manos en gesto de solicitar la calma en el ambiente. A su lado, Xen ShenTai escuchaba atentamente los comentarios y, sobre todo, quién se atrevía a hablar. En cambio, el cultivador apenas mantenía la mirada en el suelo, solo la levantaba buscando cierto apoyo en los ojos de Yan JingXia.

-No levanten las voces, majestades. Nunca hice tal insinuación. Solo dije que la tela de la bolsa que porta el dinero con el cual fue contratado Hao ZhiNuan, es de las tierras de Huo. Jamás pretendí ofender a su emperador.- con una sonrisa amplia y un poco exagerada, el sirviente señaló la bolsa nuevamente.- Miren bien. El estampado es de Huo, pero la tela es humilde, de poca calidad como para que sea de un palacio. Ni siquiera los sirvientes de mi talla portan bolsas de tela de tan mala calidad. Así que no pudo haber sido el emperador Hong WanXia, ni su sirviente aquí presentes. Alguien más de las tierras de Huo pretende que el gran Patriarca no esté en disposición de dar su apoyo a los emperadores por un buen tiempo.

Tras aquella declaración, el silencio volvió a reinar en Xing Hu. El arrepentimiento estaba plasmado en el rostro del pobre cultivador, el cual temblaba ante la espera de cuál sería su destino en manos de aquellos que fueran los más poderosos de las tierras cercanas conocidas. Sin embargo, Meng HuanYue se le acercó y colocó una mano en su espalda para que levantara la mirada, encontrando este una amplia sonrisa de confianza en el sirviente ladrón. Yan JenGe quería hablar, quería cuestionarle muchas cosas a su hermano con respecto a cómo era posible que supiera sobre el atentado antes de que fuera a ocurrir y qué tanto tenía que ver él con ese cultivador.

-¿Qué sentencia le daremos a este hombre?- Madame XiaHe habló de repente alzando un poco la voz y señalando con desdén al susodicho.- Por muy inocente que lo quieras poner, sirviente de Kongyun, has dicho que fue él quien lo hizo. Debe pagar por ello.

-Estoy de acuerdo con su palabra.- exclamó con el ceño fruncido la emperatriz de Dadi, la cual fue tomada por el brazo por su hermano.

-Jiejie, ¿qué estás haciendo?- le susurró al oído este.

-Didi, dame una razón para que no debamos hacer pagar a este hombre por su atentado hacia el gran Patriarca. Fue él quien lo hizo, debe cumplir una condena por ello.

-Aun así... él es solo una víctima...- apretando los labios con impotencia, Yan JingXia no sabía cómo responder a la mirada firme y acusadora de su hermana.

-Fue descubierto por un contrato con Huo...- la voz de Xen ShenTai se escuchó de repente.- Entonces será un prisionero de Shui.

-¡¿Nuestro?!- Madame XiaHe se sorprendió ante aquella declaración.- ¿Por qué deberíamos encargarnos de un prisionero nosotros?

-No lo tome como un insulto, Madame. Es la solución más lógica para juzgar a quien peca con inocencia.- continuó el joven bajando la cabeza para asentir un par de veces y luego sonrió levemente.- Si Huo fue quien lo contrató y regresa a sus tierras, corren el riesgo de que el verdadero asesino lo libere. Pudimos notar ya que Hao ZhiNuan tiene un gran defensor en el emperador Yan JingXia, pero una gran acusación por parte de la emperatriz Yan JenGe. Así que no estarán imparciales si llega a ser enviado a ellos. Así como yo, soy nuevo en ser emperador, así que este tipo de asuntos podrían poner en peligro mi autoridad. Usted, sin embargo, tiene la experiencia para ello y se muestra bastante imparcial ante la situación. Es la persona más capacitada para juzgar a este prisionero.- puso una mano en su pecho con gesto solemne.- Además de que tanto yo como los presentes contamos con su benevolente corazón para tratar este asunto.

Los ojos del emperador Where stories live. Discover now