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El misterioso cultivador es muy observador, pero también tiene sus secretos.

Hao ZhiNuan no contaba con un caballo para ir a la par de la caravana, sin embargo, se las agenciaba para seguir el paso de todos, incluso de estar lo más cerca posible del carruaje del emperador. Esto fue descubierto por Meng HuanYue, quien, cada cierto tiempo, se asomaba a la ventana del vehículo y saludaba al hombre con una amplia sonrisa. Casi parecía que estaba saludando a alguien que conocía de toda la vida y no a alguien que no llevaba ni dos horas de haber visto por primera vez. En una de esas oportunidades en las que el ladrón se asomó, mandó a detener la caravana. Esta vez, sus órdenes fueron cumplidas sin necesidad de que el emperador interviniera. Los sirvientes, en poco tiempo, montaron un campamento para que su soberano pasara la noche. Una gran tienda de azuladas telas fue armada cerca de una fogata, mientras todo aquello se hacía, y otros preparaban la comida, tanto Hao ZhiNuan como Meng HuanYue solo observaban. El cultivador parecía impasible, sostenía todo el tiempo su espada y su expresión era seria, sin llegar a ser dura. Sus ojos, de un bello y apetitoso color chocolate, podían ser tan cambiantes en su movimiento como las ramas y hojas en un té mientras se sirve.

-¿Me explicas qué conocimientos de cultivación tienes, hermano Hao ZhiNuan?- la voz del más joven se escuchó en el silencio que mantenían los tres mientras los sirvientes trabajaban.

Meng HuanYue se había asomado a la ventana acomodándose con los brazos cruzados sobre el marco bajo de esta. Le sonreía de una forma casi infantil al hombre que se encontraba fuera y procuraba hablar en un volumen alto para que el emperador no perdiera detalle de la conversación.

-Por supuesto, aunque es posible que no sean de la comprensión del personal de la realeza, pero de igual forma, lo explicaré.- Hao ZhiNuan se colocó justo frente al joven teniendo desde su punto de vista un ángulo perfecto para también mantener su vista sobre Xen ShenTai.- Tengo habilidades con la espada para luchar contra demonios y diferentes tipos de criaturas. También conozco algunos hechizos para sanar o para exorcizar almas en pena.

-Oh, qué interesante. Nos dará protección en estos peligrosos caminos.- comentó el joven sin dejar de sonreír.- Qué suerte habernos encontrado con un cultivador.

-Es un honor para mí estar al servicio de uno de los emperadores y poder ofrecerle mi protección.- respondió el mayor esperando al menos con sus palabras evocar una mirada de reojo por parte del mencionado, sin embargo, no logró su cometido.

El emperador no dejó en todo ese tiempo su posición. Estaba mucho más nervioso de lo que pudiera aparentar, puesto que no se sentía cómodo con la constante presencia del cultivador. Sabía que eran personas con gran instinto y ya bastante tenía con que Meng HuanYue supiera de su secreto. Además de que le resultaba demasiado extraño que aquel hombre no quisiera revelar la secta de cultivo a la que pertenecía, cuando todos los cultivadores se sentían orgullosos de representarlas y hacerlas conocer por todos los que pudieran. Xen ShenTai se odiaba a sí mismo por no ser capaz de analizar los ropajes de aquel hombre para comprobar la veracidad de sus palabras y no sabía qué tanto podía su fiel sirviente dominar los conocimientos sobre los cultivadores como para reconocer a uno verdadero de un farsante.

Cuando todo estuvo en condiciones para que el emperador cenara, este se dispuso a salir del carruaje. Hao ZhiNuan se quedó en el lugar observando los alrededores, pero también la peculiar relación que tenían el soberano y el sirviente. Desde bajar del carruaje hasta entrar a la tienda, estos mantuvieron el contacto de sus manos. El cultivador se percató de que Meng HuanYue trataba al emperador como si se tratara de un jarrón de porcelana. Tan bello y glorioso, y a la vez tan frágil. No recordaba que el líder de la secta Kongyun tuviera una salud mala o algo parecido. Terminó por soltar un suspiro y unirse a los demás sirvientes a tomar algún alimento cuando se lo ofrecieron.

Los ojos del emperador Where stories live. Discover now