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Ante una amenaza, todos demuestran que tienen secretos que guardar.

El gran Patriarca estaba siendo atendido por aquel extraño sirviente encapuchado que había acompañado al emperador de Huo. Al menos se mantenía con vida, y estaba en las que todos consideraron manos seguras debido a que aquel hombre, fuera cual fuera su identidad, no había salido en ningún momento de Xing Hu. Sin embargo, los otros inquilinos de aquella habitación aún mostraban incontables sentimientos con respecto a lo ocurrido. La tensión se palpaba en en ambiente.

Meng HuanYue se mantuvo todo el tiempo que pudo cerca de Xen ShenTai, pero evitaba por todos los medios posibles no estar hablando en susurros debido a lo sospechoso que eso se podría interpretar en una ocasión tan confusa. La emperatriz de Dadi estaba alterada y no dejaba de llorar en los brazos de su hermano, repetía ciertas incoherencias puesto que era una de las más devotas del gran Patriarca, por no decir que la más.

-Alguien le quiere muerto... ¿quién podría planear algo así...?- decía ella mientras era consolada por Yan JingXia.-  Sin la guía del Gran Patriarca, los emperadores estamos perdidos... ¿qué vamos a hacer?

-¡Tonterías!- intervino Jiang XiaHe con tono severo.- El Gran Patriarca es un apoyo para los emperadores, pero no somos dependientes de él. Aún sin su consejo, podemos salir adelante.

-No lo tome así, Madame, mi hermana se refiere a que nosotros somos los más jóvenes. Frecuentamos al Gran Patriarca en busca de consejo para liderar nuestras tierras.

-Oh, vaya dependencia más innecesaria. No solo son dos en lugar de un emperador, sino también bastante mayores para saber cómo llevar sus dominios de forma apropiada.

-Responda algo, Madame, ¿por qué ese repentino desinterés por la importancia del Gran Patriarca?- habló de repente Hong WanXia.- Las sospechas se desatan ante un crimen y los primeros indicios de no estar relacionado con este demuestran el miedo a ser descubierto.

-¿Me culpa a mí acaso? Podría decir que la mano que enciende el fuego también puede ser la que quema los maderos. ¿Quién nos asegura que no es un plan de Huo?- se defendió Jiang XiaHe ante las dudas.

-Detengamos las dudas por un momento y centremos nuestra atención en lo que importa.- la voz de Xen ShenTai hizo eco por todo Xing Hu, atrayendo las miradas de todos.- El Gran Patriarca está herido, y no sabemos aún quién lo hizo, pero no es momento de dudar de los demás. Es ahora cuando la confianza que los emperadores se tienen entre sí hará que la verdad sea descubierta.

Yan JengGe, un con su rostro lleno de lágrimas, miró con admiración al emperador de Kongyun, aunque Hong WanXia se acercó a él cruzándose de brazos de forma imponente. Miraba a Xen ShenTai de forma seria y como si quisiera atravesarlo con la mirada, sobre todo porque este no respondía a sus ojos. Meng HuanYue tiró levemente de la manga de su señor para avisarle. El joven emperador cerró sus ojos bajando el semblante y dando una leve sonrisa.

-Parece que mi intervención ha levantado las sospechas hacia mí también.- habló por fin con un tono confiado, o al menos eso quería pretender, pero por dentro de sí estaba temblando hasta su núcleo sin cultivar.

-Ciertamente.- respondió el emperador de Huo.- Habla de la confianza que se tienen los emperadores, pero a usted lo acabamos de conocer hoy. Se ha mostrado muy amable, pero tampoco eso demostraría su inocencia de ser usted el culpable.

-¡Tú...!- Xen ShenTai fue detenido por una mano en su hombro, aún sin una visión que lo ayudara, su impulso fue responder a las acusaciones.

-Perdone a mi señor, emperador Hong WanXia.- Meng HuanYue se colocó frente a su líder haciendo una reverencia tras otra acompañadas de una sonrisa exagerada.- Humildemente como sirviente, propongo que todos los emperadores descansen esta noche aquí en la Torre. Esperemos la evolución del Gran Patriarca y por el momento, si las mayores sospechas van hacia mi señor, yo personalmente me comprometo a investigar y limpiar su nombre de las culpas.

Los ojos del emperador Onde as histórias ganham vida. Descobre agora