❀ Capítulo 1 ❀

25.4K 1.1K 409
                                    

1||Engendro del diablo.||

I knew you were trouble - T.S

~Septiembre.~

•No se les olvide que tengo una cuenta de bookstagram, en donde subo adelantos, frases, y más contenido, para que vayan a seguirme si quieren, el usuario es @Sunsetlvsbkks 💛

Faith:

Esto era una guerra.

Una en la que, si hacía falta, se derramaría sangre.

No era un juego de niños ni mucho menos, no había que rebajar la situación. Eran dos diferentes bandos, uno contra uno, mi inteligencia y su fuerza bruta.

Allí estaba yo, en la cochera que mi padre nombraba como su "guarida de villano", en cuclillas, metiendo la mano en la caja de herramientas mientras escondía una bolsa negra con los Jordan favoritos de mi hermano, porque esto solo ameritaba medidas extremas, y esta la era.

No solía meterme con las cosas favoritas de Hope en nuestras juergas, era más bien una regla, una que nadie había roto, hasta ahora. Pero decidió pasarse por el trasero las normas, y yo no era de las que doblaba la mano y se sentaba a ver cómo la humillaban.

Esconder mi colección de discos de One Direction era pisar una línea que no estaba dispuesta a tolerar.

—¡Faith! ¡Ven aquí ahora mismo! —Y esa era la señal de huida.

La caja de herramientas sería el último lugar en donde el idiota buscaría, terminé de zambullir la bolsa, cerré la caja y salí corriendo de allí antes de que pudiera ver en donde me encontraba.

Llegué a la cocina como que era perseguida por el diablo y tomé asiento rápidamente en los banquillos de la barra, escuché como corría desesperado escaleras abajo.

Bueno, al menos estaba haciendo ejercicio para variar.

Después me lo agradecería.

—No he tocado nada. —respondí en automático, robé uno de los roles de canela que mi madre acomodaba para llevarlos a la panadería y fingí estar calmada—. No sé qué te ha hecho enojar ahora, pero yo no fui.

—Mamá, dile a tu hija...

—Te recuerdo jovencito —contestó mi madre dando la vuelta para mirarlo con una ceja arqueada—, que tú también eres mi hijo, y yo no me meteré en sus juegos, algo debiste hacer para que tu hermana se defendiera.

—¡Dijimos que nada de cosas valiosas Faith! —chilló, parecía un niño de cinco años con el rostro rojo por la furia.

A ver, que solo eran un par de zapatillas, debería ser ilegal tenerle afecto a algo tan banal.

—Y en eso entraban mis discos de One Direction, Hope.

La que habla del afecto a cosas materiales.

No era ni remotamente similar comparar un par de Jordans, con cuatro discos de una banda mentirosa que me había arruinado la estabilidad emocional —a mí y a la mayoría de las adolescentes en el mundo—, no, era más importante lo mío.

—¡Cucaracha con pañuelo!, eres una manipuladora ¿En dónde están mis Jordan? No voy a repetirlo dos veces.

—Pero cúmplelo, no quiero escucharte más, tu voz es irritante.

La guía de consejos de Faith. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora