Capitulo 23

10.8K 784 239
                                    

"¿Y qué hay de él?"

Crazier- Taylor Swift.

Advertencias:
Este capítulo contiene mención del TDAH, así como relatos y anécdotas descriptivas y crudas del padecimiento, narración y mención de la autolesión y complejos físicos y de apariencia, así como la narrativa de la depresión y el proceso vivido por el personaje, te recomiendo que, si no te sientes estable o cómoda leyendo esto, te lo saltes, o en su defecto pares de leerlo, recuerden que lo primordial siempre será su salud mental.

Nota: Pido todo el respeto del mundo para los personajes, las escenas y sus vivencias, pero sobre todo para mí, evitemos mencionar insultos o cosas como el estilo que sepan puede incomodar a mi o a ustedes.

Faith:

Había sido un silencio de menos de tres segundos, tampoco es que se hubiera prolongado tanto, pero por alguna extraña razón, sentí que nuestras miradas conectaron una eternidad.

Vi lentamente como se le iluminó el rostro, como en sus ojos iba apareciendo esta chispa de brillo y tranquilidad que nunca había visto en nadie que me mirara antes, tenía unos ojos preciosos, pero, la manera en la que me miró, fue como cuando ves una estrella fugaz por primera vez.

Hipnotizante.

—¿Está todo bien? —Preguntó apartando a Brenna con delicadeza para poder entrar, se acercó lentamente.

—¿Qué haces aquí?

—Tus últimos mensajes no fueron muy alentadores, creí que quizá necesitabas...

—A un cotilla incapaz de respetar el espacio personal —Interrumpió Brenna con sonrisa sarcástica, me regaló una fugaz mirada que dijo más de lo que yo hubiera querido, la plática que me esperaba con ella no sería nada corta.

—Yo que tú, no hablaba tanto, tu novio está en la camioneta, al parecer el tampoco se creyó que solo hubieran venido a comer —Brenna borró la sonrisa de inmediato, justo a tiempo para que mi hermano entrara por la puerta en su búsqueda.

—¿Estas bien?

—Y hablando de cotillas que no respetan el espacio personal ¿Decías algo Brenna? —Contraataco Tanner sonriendo airadamente, ella rodo los ojos, sin decir nada más.

Hope nos repasó con la mirada, y yo estaba a punto de colapsar del miedo, así que Brenna hizo lo mejor que pudo para despistarlo, le jaló el rostro sin esperar respuesta y lo besó.

—Bueno, pero si son las dos parejitas que me tienen con subidón de azúcar —Ronald venia bajando las escaleras con los brazos cruzados—, te he dejado todo acomodado en el escritorio, no se te olvide pasar los apuntes a limpio porque los necesito para estudiar.

—Vale, te los llevo mañana al instituto, gracias Ronny.

—No hay de que, bella, en fin, me despides de Brenna, dudo mucho que se vaya a separar en un futuro cercano —ella le mostró el dedo medio sin dejar de ver a mi hermano, Ronald aprovechó que Tanner estaba de espaldas para regalarme una significativa mirada y hacerme señas con la mano para que lo llamase después—, las veo mañana.

—Con cuidado —añadí despidiéndome, giré de nuevo el rostro, Tanner aun me miraba—, me voy a gastar ¿Puedes dejar de observarme como si hubiera matado a un gatito?

—Conociéndote, te creo muy capaz.

—Serás idiot... —El sonido de los besos de Brenna y Hope interrumpieron mi oración, llenando el ambiente de incomodidad—, sé que están muy ocupados, y que lo menos que quieren son interrupciones, pero íbamos en camino a hacerle un favor a su madre ¡La puedes soltar ya imbécil! —ordené tomándolo de la camisa para apartarlos—, regresamos en veinte minutos, después hablaremos de la cena.

La guía de consejos de Faith. Where stories live. Discover now