💥 l ¡¿ᴜɴ ʙᴇʙᴇ́?́! l [ᴋᴀᴄᴄʜᴀᴋᴏ]💥

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Capítulo once.

"Bastardo"

¿Qué si estaba molesta? ¿De qué estaba hablando? No entendía ni un carajo de lo que hablaba el cenizo y menos aún cuando estaba al borde de sufrir un ataque cardíaco al ver como era mirada fijamente por el cenizo.

— No estoy enojada contigo bakugou-kun .— respondió evitando mirarlo a los ojos.

— Si lo estás.

—No lo estoy.

—Si lo estás cara redonda.

—¡Que no lo estoy!— exclamó perdiendo la paciencia, —¡Ya deja de decir que estoy enojada cuando no lo estoy katsuki!

El cenizo enmudecio. Definitivamente la castaña era aterradora cuando estaba molesta.

—¿¡Por que hisiste eso cara redonda!?— respondió de la misma forma.

—¡¿Hacer qué!?

—¡Invitar al jodido mitad mitad a la cabaña! ¿Crees que no vi cuando llegaste con él a la cabaña?— expresó enojado.

—¡Eso no tiene nada que ver contigo!

«Mierda, tiene razón»

El cenizo permaneció en silencio. Definitivamente nada de lo que él hacía o decía nunca había tenido sentido, ¿Quién era él como para reclamarle? Sólo eran amigos o quizas simples compañeros.

Apretó sus labios antes de alejarse de la castaña y dejarse caer en su cama. «Definitivamente estaba avergonzado» se había puesto celoso y lo admitia pero obviamente para si mismo, por que su orgullo estaba por delante y siempre iba a ser así o así simplemente se decía mentalmente, jamás se atrevería a decírselo en su cara.

—¿Bakugou-kun?

—Ya puedes irte cara redonda.— murmuró cubriendo su rostro con su antibrazo.

«No quería que lo mirase en esos segundos»

La castaña lo miró anonadada, definitivamente era realmente bipolar ese hombre y ahora parecía querer no mirarla. ¿El estaba enojado por que había dejado entrar a todoroki? Era demasiado extraño ¿Por qué le abría de enojar eso?

A no ser....

Se ruborizó ante la idea.

—¿Que estás esperando cara redonda? Ve donde el mitad mitad.— musito sin mirarla.

El cenizo tenía razón, seguro todoroki debería estar esperandola pero una parte de ella le decía a gritos que no debía atravesar la puerta. La castaña un tanto temerosa se sentó junto al cenizo, quién descubrio su rostro con extrañeza hasta caer en cuenta que la castala le observaba con dulzura.

¿Porqué ahora no se iba?

—Bakugou-kun recuerda que tú eres mi héroe número uno.

Ella nisiquiera entendía lo que había dicho pero solo esas palabras escaparon de sus labios así sin más. Se puso de pié y salió de la habitación cerrando la puerta tras de si.

El cenizo permaneció en su lugar preso de la vergüenza. Definitivamente no se esperaba eso y lo peor de todo es que le había gustado demasiado cómo se lo había dicho.

Todoroki por otra parte había permanecido sentado disfrutando de el almuerzo. Presupuesto al inicio se había preocupado por la actitud repentina de el cenizo pero al oír como la castaña le respondió valientemente, se alivió.

«Ella podía cuidarse sola» «era fuerte»

El bicolor acabó de almorzar y limpió los trastes sucios hasta sentarse en uno de los sillones y lograr escuchar a la bebé balbucear. Preso de la curiosidad se introdujo en la habitación hasta ver a la bebé riendo felizmente.