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Capítulo veinte.

"Nos dirás para cuando.."

— Oi baku-

Ambos miraron al pelirrojo como si hubiese cometido un grabe delito, antes de alejarse de el otro y permanecer en silencio.

— Yo lo sien- pensé que Bakugou estaba solo y- osea no pensé que ustedes- bueno tu y bakugou, bakugou y tú..— balbuceaba incoerencias.

—Ya lárgate.— murmuró entre suspiros el cenizo.

—Si.— afirmó abriendo y cerrando la puerta tras de sí rápidamente, dejando a la pareja sola.

El cenizo posó la vista en la castaña una vez más.

La puerta volvió a ser abierta.

—¿Ustedes están saliendo verdad?— preguntó el pelirrojo dudoso.

—¡Fuera carajo!

Kirishima asintió y salió como alma que lleva el diablo en dirección a su habitación, en donde le esperaba cierto rubio el cuál no tardó en enterarse de las nuevas.

Por otra parte el cenizo y la castaña estaban en la habitación en un sepulcral silencio. Ambos se habían confesado los sentimientos de cualquier joven enamorado pero aún así ¿Qué se supone que deberían decir o hacer ahora?

—¿Qué se supone que debo decir ahora?— si dirigió expectante a la castaña.

—¿Eh?

—¿Deberíamos tener sexo?

La castaña se ruborizó ¿Es que acaso el explosivo no había estado con ninguna chica o algo así? Además ¿Es que pronunciar la palabra "sexo" no le avergonzaba?

—N-No...normalmente después de ser sinceros..se supone que deberías pedirme ser tu novia.— susurró con la vergüenza reflejada en sus mejillas.

El cenizo hiso una "o" con su boca, antes de mirar en todas sus direcciones y rebuscar en sus cajones. La castaña observaba sin entender que era lo que estaba pasando, antes de ver al cenizo enseñándole una pulsera de un intenso rojo.

—Supongo que esta pulsera es igual a la mía...— susurró avergonzado mientras le enseñaba la pulsera de su mano izquierda.

Ella asintió antes de recibirla y ver al cenizo atandola en su mano derecha y despositar un casto beso en su mano.

—Entonces ¿Serías mi novio?— pregunto la castaña.

—¿Agh? Y tú por qué me lo preguntas, soy yo quién lo hiso.— le reclamó.

—Pero no lo hisiste.

—Si lo hice.

—¿Cuándo?

— En el momento que te di esa pulsera.— murmuró.

La castaña ensancho una sonrisita llena de ternura, antes de apretar las mejillas de el cenizo.

—te madhare.— amenazó el cenizo.
(Te mataré)

Ella río con ganas antes de notar que era abierta la puerta, dando a conocer que se trataba de cierto bicolor, quién analizó en silencio a la pareja hasta caer en cuenta que la castaña tenía todo bajo control.

—Como vi que bakugou te arrastró sopuse que era en contra de tu voluntad y al parecer Estás bien.— comentó con indiferencia, —¿Ahora se aman?

La castaña se ruborizo.

—¡Vete mitad mitad y aprende a tocar la puta puerta!

—Normalmente toco la puerta pero como estaba preocupado la abrí sin pensar.— respondió con naturalidad, —¿Son novios?

💥 l ¡¿ᴜɴ ʙᴇʙᴇ́?́! l [ᴋᴀᴄᴄʜᴀᴋᴏ]💥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora