Capítulo 41: Promesa

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TW: Armas de Fuego, Agujas (Por tatuaje).

Recuerden leer bajo su criterio, no se fuercen a leer temas sensibles :) Tomen agua y algo para picar :P <3

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"¡Dame un motivo para no dispararte ahora mismo!" Grito a medias para dejarse oír por encima de la ventisca que corría a esas horas de la madrugada, se acercaba una tormenta tibia pero que en realidad no era tan rara, el pronóstico venía suponiéndolo hace un tiempo pero ninguno de los dos se había molestado en escuchar a la reportera, aunque la televisión hubiese estado prendida y dando la noticia en vivo frente a sus narices.

"Te amo" Apenas soltó en un suspiro, viendo como las lágrimas caían por el rostro de quien estaba a punto de volarle los sesos por el aire, no tenía mucho más que decir.

Su garganta soltó el aire que le quedaba en los pulmones cuando la bala rozó su carne.

-2 horas atrás-

"Larguémonos de acá" El pelinegro decía tranquilamente mientras subía al auto del castaño más alto, colocándose el cinturón de seguridad despreocupado, dispuestos a poner su plan en marcha en cuanto antes.

"¿Quieres que coloque la calefacción para ti, Georgie?" El mencionado se miraba las uñas sin mucho interés, pero en su interior se retorcía al escuchar a su amante secreto mencionar su nombre con tanta dulzura.

"Mm-mm" Afirmo con un sonido mientras quitaba la mirada de sus uñas y miraba a su lado a Blackburn con ojos de un amor enfermizo, apreciando sus manos que tan atentamente prendían el aire tibio del automóvil.

"¿Qué tal si vamos por nuestra última víctima de una vez por todas?" Su voz endulzada en veneno del más puro contagió al pelinegro, quien sintió su estómago retorciéndose en mariposas y arañas letales cuando el otro tocó el interior de su muslo apretándolo levemente con suavidad.

"Solo un paso para vivir felices para siempre, después de todo este tiempo" Dijo acercándose a sus labios hambrientos deseosos por saborearlo, el auto arrancó llenando la calle silenciosa con el ronroneo suave del motor, solo uno de ellos estaba enamorado pero ambos llevaban la emoción en la garganta, si bien ninguno de los dos en su vida habían sufrido el abandono del otro, estaban por separarse para siempre y ninguno lo sabía.

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"Acá tienes, cariño" El pelinegro se dio la vuelta para encontrarse con el castaño apuntándole el cañón del arma directamente entre ceja y ceja con una sonrisa amorosa, si bien sintió que el aire se contenía un momento en su sistema no se inmutó, le sonrió cariñosamente de vuelta sin perder el contacto visual y tomó el arma por encima de las manos grandes del otro, apuntándola a sus labios levemente rosados por las mordidas previas del otro antes de bajarse del automóvil, besó el cañón de la pistola cerrando los ojos y acariciando con seducción las manos del más alto.

"Si intentas probarme, créeme que ya estarías muerto" Dijo ahora moviendo las manos rápidamente y desarmando al más alto, quien en silencio dejó caer sus manos a sus lados con el cañón ahora apuntándole directamente a su cabeza, ladeo la cabeza con cinismo y trepó sus dedos por la cintura del otro haciéndolo bajar el arma de fuego para recorrer su rostro con desesperación.

"Prométeme que no dejarás que nada malo te pase" Sus ojos comprometidos en verlo por una última vez antes de poner en cabo su plan no paraban de ir de un lado a otro, intentando descifrar la mirada profunda de Georgie, no dejaba ver sus sentimientos fácilmente.

"Digo lo mismo" Sus ojos bajaron al pecho del más alto, acurrucando su cabeza y desviando la atención de sus ojos.

"Lo prometo" Susurró Blackburn acariciando la espalda del más bajo, ambos meciéndose levemente mientras escuchaban como la ciudad ruidosa que se había quedado hace un tiempo atrás, seguía rugiendo y devorando a sus ocupantes.

Envueltos en su momento, enamorados y heridos como siempre, su verdadera historia de amor fue trágica toda la vida, conociéndose en un asesinato y llena de mentiras piadosas, la obsesión y la condolencia hechos. Mientras Blackburn murmuraba una canción por lo bajo, Georgie cerró los ojos escuchando su interior, recordando cómo llegó a todo esto.

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"Si le intentas colocar un dedo encima no vivirás otro día para contarlo" Dijo el pequeño Georgie, apenas despertaba en este nuevo cuerpo que no comprendía, que no sentía como suyo, pero que necesitaba para proteger a su hermano.

"Calma, hicimos un pacto ¿No es así?" El menor no contestó y tan solo miró al hombre frente a él en las sombras, sin poder distinguir su rostro. A pesar de que sus ojos demostraban una ira y determinación impresionante para un niño, estaba contendiéndose las ganas de llorar cada vez que la maquina tatuadora se levantaba de su dedo para después volver a enterrarse en su piel y marcarlo como propiedad de un hombre que jamás conoció.

"¿Duele mucho?" Georgie giró la cabeza mirando al castaño parado atrás de él, la silla en la que estaba sentado era baja por lo que el otro se veía intimidante desde su punto de vista, era alto y tenía una mirada vacía.

"¿Quién eres?" Evadió su pregunta sin despegarle los ojos de encima por si intentaba hacerle algo a su hermano, Alex, quien estaba inconsciente en una silla a su lado.

"Blackburn, un gusto" Le extendió la mano y la tomó con un poco de duda, no entendía que estaba sucediendo "George ¿Cierto?" Tomó su mano con delicadeza y sin previo aviso la jaló hacia sí y besó sus nudillos, haciendo que el pelinegro se pusiese nervioso y quitase la mano de un tirón.

"¿¡Que haces?!" Se alejó del chico levantándose de la silla y posicionándose frente a su hermano dormido, dispuesto a defenderlo, giró su cabeza nuevamente a las sombras cuando escuchó unas risas contenidas. Al lado del hombre sentado había otro chico, igual de alto que el castaño pero al parecer no tenía la intención más que de observar.

"Es tan solo una cordialidad, Georgie" Ladeo su cabeza hacia un lado mientras lo miraba como si fuese un perrito nuevo perdido en medio de una manada de lobos salvajes "Bienvenido" Tan indefenso...

"¿Georgie?" Cuestionó el apodo mientras que se acercaba nuevamente a él, tenía nervio pero algo en los ojos del otro lo llamaban a mirarlos más de cerca, podía ver sus ojos llenos de compasión.

"Es más divertido que tan solo George ¿No lo crees?" El castaño volvió a tomar su mano y acarició los nudillos del otro mientras ambos se fulminaban con la mirada, una chispa pondría a arder el fuego que terminaría por consumir a ambos.

"Supongo..."

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"Es hora, Georgie" Levantó la cabeza del pecho del más alto volviendo al presente, conectando nuevamente sus ojos con los mismos que vio apenas despertó en este nuevo lugar.

Su pecho se llenó y por primera vez sintió.

Sintió con otra persona que no haya sido su hermano que tanto amaba, el motivo de su aparición y entera existencia.

"Vamos" Susurró al viento, más para él mismo que para el castaño mientras se paraba en las puntas de sus zapatos, tomando los hombros de Blackburn para mantener el equilibrio se acercó para dejar un último beso suave, irónicamente el menos intenso, pero el más significativo.

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Palabras: 1.191

Si me faltó un TW díganmelo, lo aprecio mucho :), decidí que cuando termine la historia voy a colocar las descripciones y trastornos mentales en los cuales me basé para los personajes, como ya bien saben para George me base en la disociación, Blackburn en la obsesión, etc. :D

(Soy estudiante de Psicología, por lo que hacer este tipo de historias me ayuda a estudiar un poco también XD)

¡Si te gustó deja la estrellita, lo aprecio mucho <3!

Sangre Caliente/ DreamNotFoundDonde viven las historias. Descúbrelo ahora