Capítulo 6

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Bakugo notaba sus párpados pesados. Le dolía todo el cuerpo y tenía la boca seca. Logró abrirlos y vio que era de día. No hacía frio como la última vez. Intentó mover un poco la cabeza para intentar saber donde estaba. Al mirar hacia la izquierda, vio una cama y otra persona tumbada conectada a unos cables. Entonces se dio cuenta de que tenía algo dentro de la garganta. Al llevar la mano, notó que era un tubo. "Estoy en un hospital" pensó. Al mirar a la derecha, vio a Kirisima durmiendo en un sillón.

-Kirisima...-pronunció en un leve susurro apenas audible. El tubo apenas le dejaba hablar.

Buscó con la mano el mando con el que podía llamar a las enfermeras y cuando lo encontró pulsó el botón. Poco después, una enfermera entró y lo vio despierto. "¡Doctor!" la escuchó gritar. "¡Ha despertado!". La enfermera se acercó a él y le revisó. El doctor llegó poco después y la enfermera le ayudó a sacar el tuvo de la boca con cuidado. Notaba un tremendo ardor de garganta según iba saliendo el tubo. Cuando lo sacaron completamente, el doctor le revisó la garganta.

-Agua.-logró decir Bakugo en un susurro.

La enfermera salió y el doctor siguió examinándolo.

-Bienvenido de nuevo Bakugo.-le dijo mientras terminaba de examinarlo.-Tu hermano ha estado aquí todos los días esperando a que despertaras.-dijo mirando hacia Kirisima, que seguía dormido como un tronco.-Voy a hacerte unas preguntas y quiero que me respondas moviendo la cabeza negativa o positivamente, ¿de acuerdo?-Bakugo movió la cabeza con un sí.-Bien. ¿Te duele la cabeza?-"si"-¿Estás mareado o desorientado?-"no"-Ahora la pregunta más difícil. ¿Recuerdas lo que pasó?-Bakugo intentó recordar algo, pero lo último que recordaba era lo que pasó con Uraraka. Su discusión, haberla echado de casa y haber salido con el coche a toda velocidad. "No".-De acuerdo.

La enfermera llegó con el agua y Bakugo bebió. Notaba mejor las cuerdas vocales.

-¿Qué me pasó?-preguntó Bakugo con una voz bastante más fuerte, aunque ronca todavía.

-Sufriste un accidente de tráfico.-dijo el doctor mientras le revisaban las piernas. Vio que tenía una horrible cicatriz en la derecha.-Te rompiste varios huesos y sufriste un traumatismo craneal. Además, tu corazón se detuvo una vez en la ambulancia y dos durante la operación. Tu hígado tuvo que ser remplazado. Estaba destrozado. Por suerte tu hermano era compatible, así que donó parte del suyo.

La puerta se abrió y vio entrar a una mujer con una barriga de embarazada enorme. La reconoció al momento. A Mina casi se le cae los cafés que llevaba en la mano de la impresión.

-¡Bakugo!-dijo mientras iba hacia él con cuidado.-¡Has despertado! ¡KIRISIMAAAAA! ¡Despierta de una vez!

Kirisima abrió los ojos del sobresalto y vio a Bakugo.

-¡Bakugo!-dijo mientras iba hacia él y le daba un fuerte abrazo.-Menos mal. Creíamos que no ibas a despertar nunca hermano.

-¿Cuánto llevo inconsciente?-dijo Bakugo. Le dolía la garganta.

-Llevas en coma seis meses.-dijo el doctor

"¡¿Seis meses?!" pensó Bakugo mientras se sentaba de golpe. Kirisima lo detuvo para que no se levantara tan rápido. Mina dejó los cafés en la silla.

-Tranquilo Bakugo.-le dijo Kirisima.-Ve más despacio. Acabas de despertar. Apenas debes tener fuerzas.

-Cierto.-dijo Bakugo mientras se sentaba. La enfermera le dio unas pastillas y más agua. Bakugo metió todas las medicinas de golpe a la boca y las tragó con el agua.-¿Qué pasó con mi examen?

-Podrás hacerlo cuando te recuperes.-dijo Mina tranquilizándolo.-También hemos estado cuidando tu casa.

-¿Y Uraraka?-dijo Bakugo.-Se marcharía, ¿verdad?-la garganta le dolía un montón y las tripas empezaban a rugirle.

Pinceladas de amorWhere stories live. Discover now