Pinceladas de amor

Capítulo 22-Final parte 2

-¡Te dije que lo sujetaras con fuerza!-le gritó Uraraka a Iguchi.

Iguchi estaba en el suelo sangrando por la nariz. Bakugo le había golpeado con la cabeza con fuerza y se había lanzado hacia Izuku para evitar que le disparara en la cabeza. La bala le había atravesado el hombro y ahora estaba sangrando mucho. Se apretó la herida con fuerza para evitar desangrarse. Desgarró la manga y se hizo una venda rápidamente para evitar desangrarse aprovechando que Uraraka estaba centrada en Iguchi.

-¡Se suponía que lo tenías sujeto con fuerza!-le chilló.

-Me pilló desprevenido.-dijo Iguchi mientras se ponía un par de pañuelos en las fosas nasales para que dejara de sangrar.-No volverá a pasar.

¡Más te vale!-le dijo ella. Se volvió hacia Bakugo.-Quítate de en medio.

-No.-le dijo Bakugo.-Si quieres matarlo, tendrás que matarme a mi primero.

-Sabes que no puedo hacer eso.-dijo Uraraka.-Pero si insistes...

Uraraka apretó el gatilló y la bala se incrustó en la pared del fondo cuando Bakugo se agachó para esquivarla. Le dio una patada en la pierna y la pistola salió disparada contra una pared. Iguchi se lanzó sobre Bakugo y empezó a apretarle el cuello con fuerza. "Mierda." pensó Bakugo. "No tengo fuerzas para detenerlo." Iguchi tenía una mirada enloquecida. No parecía dispuesto a soltarle. De repente, otro disparo se escuchó y la cabeza de Iguchi se tambaleó hacia atrás cuando una bala le atravesó la frente.

-Te dije que lo quería vivo, idiota.-dijo Uraraka.-Ahora a librarse de este estorbo.-dijo mientras apuntaba de nuevo hacia Izuku.

Bakugo se abalanzó sobre Uraraka, haciendo que errara el tiro.

-¡Basta!-gritó Bakugo mientras le intentaba arrebatar la pistola.-Si alguna vez me quisiste, detente.

-¡No!-gritó Uraraka.

La pistola se disparó y ambos dejaron de pelearse. Bakugo cayó de rodillas y se miró. Un regero de sangre empezó a aparecer en donde estaba su estómago.

-Mierda.-dijo Uraraka mientras se llevaba las manos a la cabeza.-Mierda, mierda. ¡Mierda! ¡Tu no tenías que morir! ¡Se suponía que tenías que vivir sufriendo por no haber podido hacer nada para salvar a Izuku!

Uraraka apuntó de nuevo hacia Izuku. La puerta del gimnasio se abrió de golpe.

-¡Policía! ¡Ponga las manos sobre la cabeza!

Uraraka se quedó petrificada de miedo. Un policía le quitó el arma y la tumbó para esposarla. Otro fue hasta Izuku y empezó a desatarlo. Bakugo se desplomó sobre su costado. Uno de los policías fue corriendo hacia él. "¡Llamad a una ambulancia!" le escuchó decir antes de quedar inconsciente.

-Entremos ya.-dijo Kirisima a Shinso.-Esto no pinta bien.

-De acuerdo.

Shinso abrió la puerta de golpe y Kirisima se lanzó contra Toga, haciendo que se golpeara la cabeza contra la pared y quedando inconsciente.

-Sabía que vendrías.-le dijo Mina mientras Kirisima la desataba.-Los gemelos están en la sala de al lado.

-Pensé que no te volvería a ver.-dijo Shinso a Denki mientras le desataba.

-Shinso...-dijo Denki con voz ronca antes de volver a quedar inconsciente.

Shinso sujetó con fuerza a Denki y salieron mientras Kirisima y Mina fueron a por los gemelos. Fueron al exterior y escucharon dos disparos más.

-¿Qué estás haciendo Bakugo?-dijo en voz alta.

Varios coches patrulla entraron a toda velocidad y fueron directos al gimnasio a excepción de uno que se paró para ayudarles. Los policías entraron en el gimnasio. Dos ambulancias entraron. Una fue directa al gimnasio y la otra se paró junto a ellos. Uno de los médicos miró a Denki.