Capítulo 21

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-Entraré yo solo al edificio.-dijo Bakugo a los demás. Estaba decidido a salvarlos.-Después de cinco minutos entraréis vosotros. Dejaré el móvil en llamada para que escuchéis todo lo que hable con Uraraka.

-¿Cuál será la señal para entrar?-dijo Shinso.

-Cuando esté hablando con ella, mencionaré a Kirisima diciendo que está destrozado o algo por el estilo. Ese será el momento en el que entraréis. Tened cuidado. No creo que esté sola. Lo más probable es que tenga a alguien con ella de aliado. Además, no creo que tenga a Mina, Denki y los gemelos con ella en el edificio. Los tendrá en alguna otra parte. A Izuku lo tendrá ella.-Bakugo suspiró.-Si quiere hacerme daño, es lo más obvio que querrá matarlo delante de mi.

Estaban en el apartamento de Bakugo, discutiendo sobre lo que deberían hacer para salvarlos a todos. Eran casi las dos de la madrugada. Estaban tan cansados que apenas lograban mantener los ojos abiertos. 

-Entonces esperamos a tu señal para entrar.-dijo Kirisima.

-¿Tu que vas a hacer mientras buscamos a los demás?-dijo Shinso.

-Hablaré con ella.-dijo Bakugo.-Intentaré hacerla entrar en razón. Aunque no creo que funcione. Durmamos y mañana marchamos hacia Kyusu.

Bakugo se tumbó en la cama, Shinso en el sofá y Kirisima en la habitación de invitados. Bakugo observaba el techo de la habitación, pensando en todas las cosas que podrían salir mal. Y por los ruidos que escuchaba en el salón y el dormitorio de invitados lo más seguro era que a Shinso y Kirisima también les costara dormir después de lo que había pasado esa tarde. Todos los que habían ido a la fiesta habían regresado a sus casas, por lo que ahora estaban solo ellos. Bakugo estaba seguro de una cosa. No iba a dejar que Uraraka hiciera daño a nadie más.


Yuri estaba más que desconcertado. Llevaban dos semanas intentando averiguar quien era el que había colocado una bomba en el coche de su compañero Sero. No habían conseguido nada de los restos de la explosión. La bomba había sido creada con materiales que podías comprar en cualquier ferretería. Intentó encontrar alguna pista, pero no había sido capaz.

-Creo que tengo algo.-le dijo uno de los compañeros que le habían asignado al caso.-En las últimas semanas, han desaparecido o muerto varios compañeros de Sero. No encontraba ninguna pista hasta que hoy, una antigua compañera se llevó a varios de sus compañeros secuestrados durante una boda. Resulta que Sero y los de hoy no son los primeros.-le puso en la mesa varias carpetas con archivos de varias personas.-Koda: encontrado muerto en el recinto de los tigres del zoo en el que trabajaba. Tokoyami y Tsuyu: pareja desaparecidos desde hace una semana y media. Sato: encontrado muerto en la panadería en la que trabajaba por intoxicación por gas. Hagakure y Ojiro: pareja encontrada muerta en un coche tras precipitarse de un puente. Los cables del freno estaban cortados. Y luego está el terrorista Iida. No pueden ser coincidencias. Todos ellos eran compañeros de Uraraka. Y todos le dieron de lado tras el accidente que sufrió su exnovio Katsuki Bakugo tras su ruptura.

-No todos.-dijo Yuri. Recordaba el caso del accidente.-Si no recuerdo mal, Iida y ella eran amantes. Así que no tenía motivos.

-Descubriste que Iida no había accionado la bomba, sino otra persona desde un número desconocido.

-¿Estás diciendo que esa mujer a matado a todas esas personas?-le dijo Yuri.

-Eso creo. Y creo que ha planeado algo. Algunos testigos aseguran que antes de que Bakugo perdiera el conocimiento en la boda, Uraraka le dijo algo. Deberíamos seguirlo.

-De acuerdo. Envía una patrulla a vigilar cualquier acto sospechoso y que los sigas. Si Uraraka le dijo algo para hacer algún intercambio, debemos impedir que se ponga en riesgo.

-De acuerdo.

Yuri volvió a quedarse solo en su despacho, revisando los casos que le había traído su compañero. Si quería encerrar a la persona responsable de la muerte de Sero, Katsuki Bakugo era la mejor opción para ello. 


Bakugo se vistió y despertó a Shinso y Kirisima. Ya era la hora. Eran casi las ocho de la mañana.

-¿Crees que funcionará?-dijo Kirisima mientras acababa de prepararse.-No quiero perder a nadie más.

-No perderemos a nadie.-dijo Bakugo.-Saldremos todos sanos y salvos.

-No estoy tan seguro de ello.-murmuró Shinso mientras abría la puerta y salía el primero.

Bakugo y Kirisima salieron después. Bajaron hasta el garaje y entraron en el coche de Bakugo. Salieron del garaje y pusieron rumbo a la autopista. Mientras tanto, la patrulla que Yuri había colocado delante del apartamento arrancó y empezó a seguirlos con cautela. Vio como giraba a la derecha y luego ponían rumbo a la autopista. Condujeron durante casi una hora sin alterar el rumbo.

-Llevo casi hora y media siguiéndolos.-dijo el agente por radio.-Están por la autopista rumbo al noreste.

-De acuerdo. No los pierdas de vista.

Bakugo ya sabía que los estaban siguiendo desde hacía bastante rato. Estaba esperando el mejor momento para perderlo. Vio un camión delante y poco después una salida. Adelantó al camión y salió por esa salida. Aparcó justo después. Vio como el coche camuflado adelantaba al camión.

-Iremos por la nacional.-dijo Bakugo.-Espero que no nos siga nadie más o todo podría salir mal.

Condujo por las carreteras nacionales hasta que llegaron a su ciudad natal. Las calles estaban más vacías debido al mal tiempo que empezaba a hacer. Cuando se acercaban a su antiguo instituto, empezó a llover con fuerza.

-Espero que esto no empeore las cosas.-dijo Kirisima en voz alta.-Si el instituto estña en tan mal estrado como pienso, algunas zonas podrían ser trampas para nosotros. El mal tiempo habrá convertido los pasillos en papel.

-Eso no será ningún problema para el antiguo corredor de maratones, ¿no crees?-le dijo Bakugo.

Kirisima se relajó un poco. Bakugo tenía razón. Hacía tiempo que había dejado de correr, pero aún era muy rápido y podía saltar cualquier obstáculo. Nada le iba a impedir que recuperara a Mina y los gemelos. Aún no le había dado la sorpresa.

-Además, no creo que los tengan en la zona que se quemó.-dijo Bakugo.-Lo más probable es que estén en la biblioteca o el antiguo gimnasio. Son edificios separados al principal. Yo iré al gimnasio. Uraraka seguro me estará esperando allí.

-¿Por qué piensas eso?-dijo Shinso.

-Porque es un lugar especial para ella.-dijo Bakugo recordando el día del baile de graduación, cuando la había besado. Él no sentía nada en aquel entonces por ella, pero eso la había hecho muy feliz.-Estoy seguro que estará allí.

Al llegar, vieron el enorme edificio del instituto. Era un complejo compuesto por tres edificaciones. La más pequeña albergaba la cafetería y la biblioteca y estaba ubicada a la derecha. A la izquierda, estaba el gimnasio. Era casi el triple de grande que el de la biblioteca. Y en el centro estaban las aulas. Era un inmenso edificio de tres plantas con las ventanas del segundo y tercer piso calcinadas y la parte derecha del edificio colapsada a causa de los daños. Bakugo aparcó en la entrada y bajaron todos. La lluvia caía con más fuerza que antes.

-Id al de la biblioteca.-dijo Bakugo mientras se dirigia al gimnasio atravesando el patio.

-Vamos.-dijo Kirisima a Shinso mientras se dirigían al de la biblioteca.

Desde el tejado del edificio principal, Iguchi observó como se separaban. Observó a Bakugo acercarse al gimnasio y abrir la puerta. Bajó haciendo rapel en cuanto vio que los otros dos entraban en la biblioteca y fue hacia el gimnasio.

-Llegó la hora.-dijo con una amplia sonrisa en el rostro.

Pinceladas de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora