Bakugo vio a Izuku sentado en la barra, con un café delante. A parte de ellos dos, el local estaba casi vacío. Solo había un par de clientes más y el camarero. Se acercó a la barra y se sentó junto a Izuku.
-Pensaba que no vendrías.-dijo Izuku.
-Siento haberte hablado así ayer cuando me llamaste.
-No pasa nada.-dijo Izuku. Estaba más raro de lo normal.-Quería hablar sobre lo que pasó después de que te marcharas.
Bakugo esperó a que Izuku comenzara a hablar. El camarero se acercó y tomó su orden. Esperó a que le sirvieran el café e Izuku comenzó a hablar.
-Ayer tu me confesaste lo que sentías por mi.-dijo.-Yo no sabía que decirte en ese momento. Tenía muchas cosas en la cabeza. A ti, Shoto, nuestro pasado. Recordé algunas cosas que vivimos juntos. Como aquella vez que nos escapamos de nuestras casas para buscar alguna aventura o aquella vez que rompimos el jarrón de mi madre y acusamos al perro.-hizo una pequeña pausa para tomar un poco del café.-La verdad es que yo también siento lo mismo por ti, pero no es fácil para mi.
-Te entiendo.-dijo Bakugo mientras miraba a su taza.-Aún amas a Shoto.
-No tiene nada que ver.-dijo Izuku.-Bueno... solo en parte. Lo que intento decirte es que no estoy seguro de lo que debería hacer. Pensé que los sentimientos que sentía por ti se habían esfumado cuando conocí a Shoto, pero aquel día que te vi tumbado en esa camilla; con el collarín en el cuello y lleno de sangre; me dio un vuelco al corazón. Recordé todo lo que había sentido por ti.
-Entonces dime cual es el problema de una vez.-dijo Bakugo.-Dime solo si me das una oportunidad de demostrarte que te amo o no.
-No lo se.-dijo Izuku.-No se que hacer.
-Hagamos una cosa.-dijo Bakugo.-Aún tenemos dos semanas hasta que Mina y Kirisima se casen. Ayúdame a saber bailar bien y mientras piensa en lo que te he dicho.
-¿Estás loco?-le dijo Izuku.-¿Cómo quieres que te enseñe a bailar si ni siquiera se que es lo correcto?
-Solo arriésgate.-le dijo Bakugo mientras se tomaba el café y pagaba la cuenta.-Descúbrelo por ti mismo estas dos semanas que es lo correcto.-se levantó y fue hasta la puerta.-Dime la respuesta mañana.
Izuku se quedó solo en la cafetería. Miró su móvil. No sabía nada de Shoto desde que se había marchado y lo último que le había dicho Touya era que no creía que cambiara de opinión. Buscó el número de Shoto. Tenía que llamarlo.
-Escucha mi consejo.-le dijo el camarero.-Si lo que ese chico dice es verdad, deberías olvidar a Shoto y darle a él una oportunidad.
-Gracias por el consejo Ken.-le dijo Izuku mientras Ken volvía al trabajo.
Volvió a mirar el número de Shoto. Fue hasta la pestaña que estaba justo a la derecha y le dio a "eliminar contacto". Era hora de pasar página. Se levantó y fue corriendo hasta la salida. Al salir, vio que Bakugo estaba esperando junto al coche.
-Sabría que saldrías a buscarme.-le dijo Bakugo cuando Izuku llegó hasta él.
-¿De verdad cambiarías todo por mi?-le dijo Izuku.-¿Ya no te importa lo que piense la gente de esto?
-Esto te da la respuesta.-dijo Bakugo mientras le sujetaba el rostro y le besaba en los labios, atrayendo la mirada de las personas que pasaban por la calle.
Denki salió del hospital y se sentó en un banco junto a la cafetería. Sacó uno de los cigarrillos que guardaba y lo encendió. Le dio una calada. Estar ahí dentro con Kirisima a solas le ponía muy nervioso. Cuando había ido a buscarlo para ir a ver a los gemelos, no había podido evitar mirar varias veces a Kirisima. Por suerte él no se había dado cuenta.
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Pinceladas de amor
FanfictionBakugo Katsuki es un joven universitario que estudia arquitectura. Un día descubre que su novia le ponía los cuernos y sufre un terrible accidente que lo deja en coma varios meses. Una nueva vida le espera tras despertar, llena de antiguos amores ol...