Pinceladas de amor

Epílogo

-¿Por qué no me dejas ver a dónde me llevas?-le dijo Izuku a Bakugo. Le había vendado los ojos para que no pudiera ver nada.

-Porque es una sorpresa.-le dijo en un susurro en el oído tan cerca que se le erizó el pelo de la piel.

Ya habían pasado casi dos meses desde que habían arrestado a Uraraka y Toga. Las habían condenado a prisión treinta años a cada una. Bakugo había decidido que para pedirle matrimonio a Izuku sería mejor en otro lugar, por eso el fin de semana después de salir del hospital habían ido a ver a la madre de Izuku, pues hacía años que no hablaba con ella. Y ahora había pasado casi dos horas conduciendo hasta un lugar que era especial.

-Ya puedes abrirlos.-dijo Bakugo.

Izuku abrió los ojos y vio que estaban en un mirador cerca de la ciudad en la que se habían criado. En ese lugar habían prometido que siempre estarían juntos pasara lo que pasara cuando solo tenían cinco años.

-¿Todavía te acordabas de este lugar?-le dijo Izuku.-Pensé que lo habías olvidado cuando dijiste que no...

-No termines la frase o estropearás este momento.-le dijo Bakugo mientras se apoyaba en la barandilla.-Después de eso, vine aquí muchas veces a pensar hasta que me mudé. No había vuelto hasta hace unos días.

-¿Y para que me has traído aquí?-le dijo Izuku.

Bakugo se separó de la barandilla y sujetó la mano de Izuku.

-Izuku, cuando éramos pequeños, prometimos que siempre estaríamos juntos pasara lo que pasara justo en este lugar.-Bakugo se arrodilló y sacó un anillo de su chaqueta.-Ahora te pregunto, ¿quieres pasar el resto de nuestras vidas junto a mi, pase lo que pase?

Izuku se quedó paralizado, mirando el hermoso anillo de plata con toques negros. ¿De verdad estaba pasando eso? Bakugo, el hombre que llevaba amando toda su vida le estaba pidiendo matrimonio. Se cubre el rostro y suelta alguna lágrima, aunque esta vez no eran por un corazón roto, o por miedo... Esta vez eran lágrimas de felicidad. Iba a pasar su vida con Kacchan y era lo que más deseaba en el mundo.

-Si.-dijo Izuku con una amplia sonrisa mientras se secaba los ojos.-Claro que si.

Bakugo le puso el anillo y le dio un beso.

-Ahora tendremos que preparar todo para la boda.-dijo Izuku.-Y comprobar que no coincida con la de Denki y Shinso.

-¿De qué hablas?-dijo Bakugo.

-Mierda.-dijo Izuku.-Pensé que Shinso te lo habría contado. Le iba a pedir matrimonio en unas semanas a Denki en un restaurante del centro, aunque le va a costar bastante... Denki no está bien del todo.

-Pues vamos a ayudarle con ello, ¿Te parece? Todos merecemos ser felices.-Le da un beso a Izuku y le sonríe.-Te amo.

-Y yo a ti...-Le dice Izuku.

Agarra de la mano a Kacchan, con una sonrisa en el rostro mientras le acaricia con la yema de los dedos. Apoya la cabeza en su hombro y le mira directamente.

-Gracias por ser como antes, Kacchan...

Bakugo le sonríe y le da un beso en los labios antes de seguir su camino hacia una vida juntos.

He actualizado un poco el final de esta historia. Pensé que me quedó demasiado soso y creo que esto queda mejor. Este nuevo final da continuación a uno de nuestros dos extras. ¿Estáis listos para sufrir un poco más antes de que puedan ser todos muy felices? Vamos allá.