Fui transmigrado como una espada (Traducción)

Capitulo 11: Picking Up The Pieces

Resumen:

Wan Teng no sabe cómo consolar a los niños y ocurre una conferencia.

Capítulo 11: Recogiendo los pedazos

Shen Yuan se estaba ahogando a pesar de su falta de pulmones.

Se estaba asfixiando y tambaleándose y no había nadie para ayudar.

Nadie para escuchar.

Ya no.

Quería enfurecerse con Liu Ban. Quería gritar y gritar hasta que su inexistente garganta sangrara. Quería estrangular al chico. Quería tomar su energía y golpearla contra Liu Ban y licuar sus órganos internos de la misma manera que lo hizo con Xilin-jun.

Pero casi había matado a Xilin-jun para salvar a este niño.

Este niño a quien percibía como un ser inocente que no merecía la muerte.

Este niño, que luego se dio la vuelta y mató a su único amigo.

¿Valió la pena?

¿Por qué lo intentó más?

La única vez que trató de salvar a alguien.

Alguien precioso para él murió.

Él era solo una herramienta para que otros la usaran.

De todos modos, todo era su culpa.

Si no le importara tanto, Momo no estaría muerto.

Si no le importara tanto, no habría sufrido mientras Xilin-jun acababa con hordas de demonios.

Si hubiera volado ese día, Liu Ao descubrió al dragón negro, nada de esto habría sucedido.

Si hubiera ignorado ese grito el día que engañó a Momo para que lo dejara ir, no estaría sintiendo este dolor.

Entonces Shen Yuan ocultó su dolor en la apatía.

No había necesidad de un arma para tener sentimientos.

Las espadas no necesitaban emociones.

Él era simplemente una espada.

No importaba lo que él quisiera.

Él sería la espada.

Y entonces Shen Yuan se ahogó.

"Mi señor. Parece que Xilin-jun ha muerto". Dijo un mensajero arrodillado ante un sorprendente demonio envuelto en finas sedas de color naranja. El demonio tenía una marca distintiva en la frente y usaban una corona elaborada que mantenía el cabello recogido y fuera de la cara. Tenían rasgos sorprendentemente suaves y parecían inofensivos excepto por la simple espada atada a su cintura.

El demonio se cubrió la boca con una manga y tarareó con consideración. "¿Hoh? ¿Pensé que ese hombre no podía ser rivalizado en el campo de batalla? Se jactaba tanto de sus poderes después de todo. ¿Cómo es que un hombre así muere?

"Parece que sufrió algún tipo de contragolpe de su espada y la resistencia aprovechó para cortarle la cabeza". Dijo el mensajero.

El demonio ladró una risa brillante. "¡Ja! Que final. ¡Ser asesinado por lo que tanto elogió! Abrió un abanico y se abanicó distraídamente: "Bueno, no importa, esta es una noticia increíble para nosotros. Envía felicitaciones a la resistencia. Pronto podremos cobrar toda la ayuda que les hemos prestado".

"Si mi señor."

Con un movimiento de su mano, Wuye-jun despidió a su mensajero.

Wuye-jun sonrió maliciosamente para sí mismo. Esta inesperada muerte de Xilin-jun fue una gran noticia. Pronto tendría el control de la mitad del reino de los demonios. La resistencia estaba muy endeudada con el Sur debido a su generoso apoyo. Su líder, Wan Teng, era un demonio simple, idealista y honorable. Tendría el deber de devolver cualquier apoyo que el Sur le hubiera dado.