Mi pasión Prohibida

Capitulo 12: Las esperanzas de volver a tener más recuerdos

Flash Back.

Era una habitación fúnebre, oscura, horrenda... En la cual se respiraba maldad, verdadero odio. El sonido de una voz ronca, y fuerte ocupaba perfectamente toda la sala. Los presentes, absortos en aquella voz que losdictaba, hacían caso y prestaban atención sin tan siquiera parpadear. Yo aun, asustada, intentaba por todos los medios no parecerlo, había pasado ya mucho tiempo en estas paredes, había sentido sus desgracias, había comprendido el dolor. Me había simpatizado con personas que jamás me vería capaz de hacerlo, y he conocido, todos sus sentimientos. Miraba como aquel hombre, nos daba un discurso, a todos, los valores, la moral, el motivo, este era nuestro lugar. Del cual yo formaba parte, del cual yo iba a ser miembro. Y entre toda aquella charla anunció.

-Sakura, acércate- sus palabras resonaron en mi cabeza, y no las entendí hasta que Itachi, me avisó que tenía que ir. Guarde el paso firme como en un desfile, y me puse enfrente de él. Y di la cara a mis compañeros. Pein se puso a mi lado.

-Esta será vuestra nueva compañera, aunque siga formando parte del grupo de Kisame e Itachi, no sólo la debéis tratar con respeto, sino tratarla como un compañero más. Recordad que cuando esteís al borde de la muerte, ella decidirá si vivís o no.- Trague saliva ante sus palabras.

-Largaros- murmuró.

Llegué y entre en la habitación me sentía una traidora... Pero, debía comprender que era lo mejor para mí. No sobreviviría si no actuaba a sí. La puerta se abrió y por ella entro mi sensei.

-Enhorabuena- me felicitó y yo le sonreí cínicamente. Se sentó conmigo en el borde de la cama, y me consoló a su manera.

-Aunque no te haga gracia, podrías estar en algún otro lado mucho peor.

-Sí, muerta...- Murmuré enojada, y su brazo paso por mi cuello, y me llevó hacía él, en una especie de abrazo.

-Esto es tu mundo ahora, Sakura, no debes odiarlo, o te acabarás odiando a ti misma. Además, no todo es tan malo, nos tienes a nosotros. - Le miré a sus ojos rojos como el fuego, y le sonreí. Intentaría hacerle caso.

Fin Flash back

Me desperté agitada, y con dolor de cabeza, Otra vez me había vuelto a pasar lo mismo, otra vez había soñado con Akatsuki. Hace dos días le vi, a él, al hombre del cual me había enamorado. El hombre ahora dueño de mis deseos y mis sueños, el hombre que me había convertido en la mujer que era. Y me encantaba. Le debía más de lo que creía. Pues no solo me trajo la felicidad, sino que me ayudo a afrontar la tristeza. Me ayudo... Deje de ser débil, de ser una molestia. Ahora me puedo comer el mundo, porque conseguí esa confianza en mi misma. Y la conseguí, viéndole a él. Su pasado, su vida, todo eran problemas, pero jamás había perdido un minuto en arrepentirse, había seguido hacia delante, con la cabeza bien alta. Y eso se había convertido, en un ejemplo a seguir.

No le había vuelto a ver desde aquel día, desde el día que Pein me llamó, y me encontré con Kisame en la sala de reuniones, me había contado todo lo que había pasado, y yo no perdí el tiempo. Prepare la medicina, y descanse, para tener mi chakra a la perfección. Y justo en turno de guardia de noche, me salí, y le encontré allí. Tan perfecto como era. Me sentía mucho mejor desde aquel día.

Y no solo yo, también mi Bebé. Llevé las manos a la tripa y le acaricie. Me levante de la cama, y en pijama baje a por algo de comida, pues me estaba muriendo de hambre. Cuando llegué estaba todo vacío. Mire la hora, las seis de la mañana, aun estaban todos durmiendo. Hoy, esperábamos la visita de Shikamaru, pues el nos contaría si habíamos aprobado el examen o no. La esperaba con ganas, pues nada mas ser jounnin, podría ya formar parte de la Ambu. Un ascenso rápido que Tsunade me daría lo más seguro, con tal de ocupar mi tiempo, y no contactar con Akatsuki, la pena, es que ya lo Había hecho, pero ella no se enteraría jamás. Entre en la cocina, y me prepare un tazón de cereales, me iba a ir al sofá a comérmelo cuando bajo Sasuke. Me quede alucinada cuando lo vi. Esa imagen cambio todas la que tenia de él.