Mi pasión Prohibida

Capitulo 9 : Cuando el respirar se vuelve un problema.

Llevaba varios minutos despierta en la cama, mirando por las puertas que daban al balcón el suave viento me hacía sentirme tranquila, el frió recorriendo mis piernas, hacia que la piel se me tornase de gallina con una frescura digna de una buena ducha. Había leído hace rato la carta que me había dejado Sasuke en la cama. Pero me Había negado a pensar, y a moverme durante un rato. Y hay estaba yo, mirando como el árbol de cerezo que daba justo al lado de mi ventana, deshojado en pleno otoño, a la espera de que en primavera floreciese, y se volviese tan hermoso como era. Me levante, y descalza con los pantalones cortos, y aquella camiseta, abrí la ventana, y sentándome en el suelo me quede mirando al árbol. Pues era como yo, ahora me sentía desnuda,desprotegida, pero aun tenía fuerzas para sobrevivir el duro otoño. Y sé que cuando llegase la primavera, el cerezo florecería, igual que yo, cuando llegase el momento. Mi nombre venia de aquel árbol, y ahora comenzaba a entender porque, no por mi color de pelo. Sino porque yo era también capaz de sufrir y no perecer, hasta volver a florecer.

Cerré los ojos y deje caer mi pelo hacía atrás acariciándolo suavemente. Miré el suave cielo, tan fresco y siempre como lo recordaba... Y de recuerdos me volví a quedar callada. Pues aun recordaba a la perfección, las manos de itachi sobre mi cuerpo, aun recordaba aquel frió invierno y aquel caluroso verano que viví con ellos. Aun recordaba sus palabras y aun recordaba su voz. Y cada vez que lo hacía me dolía el alma, y se me encogía el corazón. Tenía ahora un motivo por el cual salir a delante, pero... Ahora... Me faltaba el motivo que mas amaba. Uchiha Itachi.

Las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos, y acabaron cayendo al suelo. Suspire, Y ahogando mis lamentos dentro de mí. Decidí que era mejor dejar de pensar... Pero... No pude evitar otra vez, sentir ese calor que me agobiaba por dentro, ese recuerdo de sus besos, ese recuerdo que me hacía amarlo, ese recuerdo... Que tanto me dolía.

Me levante, y acariciando el suelo con mis pies descalzos, entre de nuevo a mi habitación. La cual, aun tenia el pequeño aroma de Sasuke. Y sin pensarlo, sonreí. Pues ahora me había dado cuenta... Antes suspiraba por aquel niño... Ahora suspiraba por su hermano, era una completa ironía, una gran parida que se le había ocurrido al destino. Negué con la cabeza, y evadiendome de todo. Me metí al baño.

Había llegado ya al campo de entrenamiento numero 7, donde decía Sasuke, que iban a estar entrenando, Y allí los vi a los dos, Katana contra Kunai. Quería intervenir, pero entonces una frase me llego a la memoria. " Si algún día vuelves a Konoha, Sakura, tu opción más inteligente es que no sepan nunca tus habilidades" Y así hice, No sé porque recordé aquella frase de mi maestro, y nunca la entendería muy bien. Pero me pareció lo más lógico. Pues sí era cierto que el vivía... Yo... Posiblemente... tuviese que elegir.

Llegue andando, con una tranquilidad absoluta, y levante la mano en forma de saludo.

-¡Hola, chicos! ¿No está Kakashi-sensei con vosotros?

-Se fue hace rato, le llamo la hogake- me contesto sasuke, y yo le sonreí.

-¡Sakura-chan! ¿Entrenas con nosotros?

-No debería -murmure, y acaricie mi tripa con las dos manos. Entonces Naruto me miro con su sonrisa zorruna, y rápidamente, se las apaño, para poner su oreja en mi tripa. -No te va a hablar- le dije riéndome.

-Quiero escucharlo, quiero ver como se mueve- dijo felizmente, mientras con la mano acariciaba mi tripa.

-¿Vas a molestar al bebé desde antes de Nacer?- preguntó Sasuke.

-Callate, tonto- dijo el rubio, y volvió a prestar atención.-¡Ha dado una patada!- gritó, y no pude evitar reírme.

-Debe estar dormido, Naruto, hoy apenas se ha movido. Deberías bajar la voz, no es bueno que le alteres- Le dije con una sonrisa, y acaricie su pelo rubio, despeinando. Él se puso de pie.