Mi pasión Prohibida

Capitulo 8 : ¿Y ahora cómo debo sentirme yo?

Hoy me iban a dar el alta, y mis compañeros de casa, estaban revolucionados, pues no solo hoy me daban el alta, sino que además hoy comenzaba nuestra convivencia. Sintiéndome realmente mal por ello, puse cara buena a todo lo que se me venia encima. Pero mi cabeza no estaba conmigo, pues solo pensaba en itachi, solo pensaba en mi hijo...

En la semana que había estado ya consciente esperando el alta, todo fue mejor, mi herida se empezó a curar, hable con Sasuke y con Naruto, casi todo el tiempo, pues apenas me dejaban sola, y aunque me costase creerlo, no echaba de menos Akatsuki, cuando estaba con ellos. Era como si me evadiese, y los usaba como esa droga que no te dejaba pensar en la realidad. Sin embargo, cuando la noche caía, y sola me quedaba. No podía evitar llenarme de esos pensamientos confusos, de esa duda eterna que me acogía el corazón, me lo aprisionaba con fuerza, y me dolía con firmeza. Pero por la mañana, ellos aparecían... Y ese sentimiento, se iba.

Me vestí con la ropa que solía usar cuando estaba aquí. Kakashi me regalo una nueva banda ninja, la acepte sonriendo, pues no era regalo solo suyo, sino de mis compañeros. Sonreí y lo acepte, y ahora lo volvía a llevar en el pelo... Pero, mi otra banda, la de verdad, la guarde en mi mochila. Me despedí de las enfermeras que me habían tratado durante mi estancia, y me junte con Sasuke, y Naruto a la salida, los salude, y el rubio hiperactivo, lo hizo abrazándome... Nos dirigimos con lentitud al despacho de la Hokague, a informar sobre nuestro primer día de convivencia que daba comienzo.

-¡Buenos días, tsunade-sama!- Salude al entrar- ¡Buenas Shizune!

-¡Buenas Sakura!- dijo la consejera, y me abrazo- Me alegro de que ya estés bien

-Gracias- La sonreí, y en una nube de polvo, apareció, en ese mismo instante Kakashi.

-Ya estamos todos.

-Falta Sai- Dijo Naruto

-Ahora mismo, sigue estando grave para darle el alta, se os unirá después.

-Por supuesto que se unirá ¡Claro que sí!- grito

-Naruto... Cállate- le dijo kakashi, y no pude evitar reírme por lo bajito.

-Bien, pues en una hora. Os quiero ver en la dirección que os dará shizune- Esta nos entrego un papelito, os veré allí. Podéis iros, tu. Sakura. Quédate- Ellos desaparecieron rápidamente tal y como siempre Habían hecho- Shizune, dejanos solas- Ordeno la hokague, esta puso mala cara, y apretó al cerdito entre sus brazos, y se alejo. Cerrando la puerta lentamente.

-Se enfado...-Susurre cuando nos quedamos a solas Tsunade y yo.

-Lo sé, pero prefiero que piense que no confió en ella, antes de que te coja asco. Sakura. Tu bien sabes, que el tema que vamos a tratar debe quedar entre tú y yo.- Asentí con la cabeza, y me acerque a su escritorio, ella se levanto, y apoyándose en el marco de la ventana cara a mi, comenzó nuestra charla.- En una misión de rescate, Naruto se encontró cara a cara, con Orochimaru. Él iba a por tí sakura.

-Sí, En akatsuki, estábamos informados de sus planes, y no solo iba acompañada siempre de dos de lo mas poderosos ninjas de la organización sino, que me Habían entrenado para poder hacerle frente, sin dificultades.

-Aun así...

-Corro el riego de que el venga a por mí, lo sé

-Supongo, que... El padre de tu hijo, te habrá comentado, varias cosas.- negué con la cabeza.

-Apenas pudimos hablar, al día siguiente de saberlo. Aparecisteis vosotros.

-Orochimaru, si no lo sabe a estas alturas, lo sabrá dentro de poco. El hijo que llevas dentro es un Uchiha, sakura. Debes andar con pies de plomo, sobre estas arenas movedizas.