∞Capitulo 06∞

18 2 23
                                    

Hoy es cuando tengo que ir a ese instituto donde en su día fui un alumno más y ahora mi condición en este lugar que está frente a mi será completamente diferente, ejerciendo en mi puesto como profesor por un tiempo sin límite establecido.

Cruzando las puertas abiertas desde hace unos minutos recorro el enorme lugar que se dispuso siempre para servir como aparcamiento para los profesores más que nada, ahora siendo que está vacío por no ser ni la hora de iniciar las clases.

Por mi parte, desde que me desperté, los nervios se han mantenido en todo momento instalados en mi, continuando así sin haberme relajado en la ducha que he tomado alargándolo más tiempo de lo normal, saliendo refrescado pero con las mismas sensaciones que he decidido relajar viniendo andando hasta aquí.

Terminando de recorrer el recinto que ya queda a mis espaldas llego a la zona donde todas las taquillas se encuentran situadas a disposición de cada alumno antes de ir a sus aulas correspondientes. Mirándolas no puedo evitar recordar cuando hace años estudiaba aquí, siendo un alumno más con esos uniformes que seguro seguirán siendo los mismos, cargando mis libros mientras esquivaba a otros muchos de mis compañeros de clase o simplemente otros estudiantes que veía por los pasillos y fingían para ganarse mi atención o pedirme favores que no quería dar, evitándoles así aunque no fuera necesario para ser ignorado por todos ellos.

Girando a mi derecha, saliendo de los pensamientos que se mantenían fijos en mi cabeza, supero la distancia que es el pasillo que pronto se llenará de chicos y chicas que con sus voces quiebren el silencio que ahora me acompaña hasta que llego a esta puerta en la que la palabra dirección queda grabada, llamando de forma segura.

— Adelante.

Sosteniendo el pomo, apretando mi mano en este mismo, me dispongo a girarlo, llevándolo hacia un lado nada más logro dejar los nervios lo suficientemente lejos para entrar sin agobiarme, sin arrepentirme de haber venido.

— Señor IM —estrecho la mano del hombre frente a mi —ahora si le puedo llamar señor. Es todo un hombre, no uno de esos alumnos que aunque no se metían en problemas siempre era el centro de atención entre todos los demás. Siéntese por favor. ¿Un café?

— No muchas gracias —me siento —he llegado un poco antes de la hora que acordamos señor, me disculpo por eso.

— Como alumno ya eras puntual, incluso llegando antes de la hora —tiene razón —no me sorprende que ahora como el hombre que es sea siendo igual. Me alegra mucho que haya aceptado trabajar con nosotros. Se conoce bien el lugar y estoy seguro que se ganará a los alumnos lo más rápido que cualquier otro profesor haya conseguido.

— No lo puedo garantizar hasta conocerles señor —aseguro —pero daré todo de mi para que aprendan lo necesario y sus notas no desciendan en ningún momento.

— ¿Puedo llamarte Changkyun? —asiento —bien Changkyun hablaremos en confianza. La clase de la que tu serás profesor y tutor no es fácil de llevar. Por ella ya han pasado hasta cuatro profesores antes y nadie ha conseguido ganarse a esos chicos. Son complicados como todos los alumnos de hoy en día. No son como cuando tu eras un alumno aquí y por ello quería que vinieras antes. Esos chicos y chicas son tan rebeldes que incluso chicas que serán tus alumnas han quedado en estado sin ver sus edades y lo que supondrá para esos bebes que sean madres ahora. Quiero prevenirte Changkyun porque no será fácil desde luego. Te acompañaré y hoy supervisaré la primera clase que es a la que asistirás para conocerles. ¿Estás de acuerdo con ello?

— Si señor —acepto —entiendo que no sean alumnos fáciles de llevar pero creo que podré ganarme la confianza de todos ellos y a las chicas que serán madres ayudarlas a ver cuanto les espera durante sus embarazos como cuando esos pequeños nazcan. La vida no es fácil para nadie señor y creame que se de lo que hablo. Cuando me gradué y fui a la universidad conocí a un compañero mio de clase del que me enamoré y por el que dejé incluso mi dormitorio para mudarme a su casa. Nos íbamos a casar y un día se presentó ante mi uno de sus amantes. Ahora he vuelto porque no tengo porque vivir con alguien que no me respeta. Se respetarme a mi mismo y creo que podré hacerles ver a esos chicos y chicas que deben valorarse a si mismos y mismas, luchar por sus metas y respetarse sobre todo a ellos mismos. ¿Podemos ir ya?

Love is a free feelingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora