Ambos guardaban un secreto, pero ninguno quería revelar los suyos, pero siempre hay alguien que se doblega por el otro ¿No?
Ella desde de salir de un internado siquiátrico decidí mudarse con su primo para así empezar de cero y tratar de mejorar.
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Luke
—Deberías ser claro y decirle en ves de solo estar viendola. La observas desde que eras un niño y ahora que ambos son adultos ni siquiera le puedes ser claro.
—Solo quiero que ella me conozca primero luego veré si se lo digo a demás también debería conocerla.
—¿Te quedarás a dormir hoy?
—Claro, tengo que aprovechar a nuestro padres no están acá—Rebecca me mira con ternura.
—Ella es linda, realmente es una chica sencilla, pero siento que algo pasa por su cabeza puedo ver en sus ojos que está reprimiendo muchas cosas...Creo que ella también no viene de una familia tranquila.
—No lo sé, pero los Miller son la familia más adorable que e conocido así que es algo difícil de creer.
—Nadie sabes lo de nadie.
—Solo es que ella luce diferente de cómo era una niña pequeña aunque aún sigue manteniendo esa actitud de enojona—Río recordado como siempre traía el ceño fruncido. Le decía que se vería como una anciana a temprana edad por estar así de amargada.
—Es gracioso verte a si por algo que fue de niños digo hace poco eras un cabro como medio mundo, andabas de en cama en cama hasta que le pediste matrimonio a esa mujer.
—Se que no te agrada.
—Que bueno que se notaba porque esa era mi intención. Ella era alguien muy cruel y usaba su físico para tenerte a sus pies eras como su maldito perro aún recuerdo como me empezaste a ignora por ella realmente eso fue algo enfermizo y doloroso de ver.
—Espero que aprendas que eso no se hace, Beca.
—Y cuéntame algún acercamiento con Amelia.
—Bueno... nosotros...nos besamos ayer en la noche.
Su mandíbula casi se cae al suelo de la impresión que le di, pero le tenía que contar a alguien y hacerlo con Mateo no es una buena opción, ya que me dejó a Amelia como una fruta prohibida desde que somos niños.
—Eres muy rápido, pero ella que te dijo.
—Nada porque estábamos ebrios a demás ella no recuerda nada de lo de ayer así que también le dije que no recuedo no seré el único tonto.
—Eso es algo inesperado, pero te arrepientes.
—Un poco. Yo quiera que fuera diferente a los otros besos que tuve con otra mujeres, pero terminó siendo igual, yo estaba ebrio no tanto para olvidarlo, pero hubiera querido que fue especial.
—Pero el sentimiento fue diferente.
—No lo puedo negar, jamás me sentí tan nervioso al besar a una mujer y ella me hacía sentir tantos nervios que mi manos temblaban realmente no sé que me ocurre.
