Puedes sentir esto

Capítulo 30

—No puedo creer que ella esté acá.

Luke acaricia sus adorables mofletes.

—Es como si hubiera hecho una fotocopia tuya, Luke.

—Yo la veo clavadita a ti, amor—me observo con dulzura.

—Ahora que estás rubio, ustedes dos son como gemelos.

Se veía tan sexy de rubio la verdad.

Amaba su cabello teñido de negro, pero rubio se veía tan lindo, a demás se veía como mi nuestra pequeña Leah.

—No considero poder dejarla dormir sola en esa habitación.

La miro nostálgico mientras Leah se empezaba a mover por nuestra cama.

—Aún no tenemos la habitación completa, así que tendrá que dormir con nosotros.

—Amor... No te enojes, pero te tengo una sorpresa.

—No me digas que la has comprado...

—Lo hice el mismo día que te vi viéndola, solo que no te lo dije porque dirías que era muy costosa.

—Sigo pensando lo mismo, Luke.

—Tenemos a Leah acá y quiero que ambas venga conmigo a nuestro nuevo hogar, el cual está acto para los tres y sus futuros hermanitos.

¿Hermanitos?

No pienso embarazarme otra vez.

Dolió como mierda traer a Leah al mundo.

Aunque sería lindo tener un mini Luke.

Que ella tenga un hermanito a futuro sería bueno porque si no fuera por mi hermana no estaría aquí.

—Así que ya planeas embarazarme, Johnson.

Cargue a Leah con cuidado.

Le di mi dedo índice el cual apretaba con fuerza.

Era una niña fuerte.

—Es que nuestros bebés son tan hermosos que quisiera tener muchos más.

—Juro que si no tuviera a Leah dormida en mi pecho te daría una patadita.

—No podrás negar que los has pensado, Amy.

—Tal vez un poquito, pero ella aún es muy pequeña, así que será más a futuro como un año o más.

—Eso suena bien.

—Voy a vestirme para ir a ver la casa y más cosas.

—Yo cambio a Leah.

—Gracias—se la doy con cuidado y él sonríe al tenerla entre sus brazos.

—Es tan pequeña que me da miedo dañarla.