5 años
Diría que todo es lo mismo después de tanto tiempo, pero no lo es.
Lo primero es que ya puede disfrutar de mi primer sobrino.
Mateo, tiene dos hermosos mellizos, los cuales lo tienen algo agotado y loco, pero después de todo él quería tener hijos y debe vivir con ese cansancio porque él trabaje de padre es las veinticuatro horas del día.
Leah es una belleza ándate, cada día qué pasa, siento que mi bebé se hace más grande, pero aún tiene cinco, así que aún tengo tiempo para poder jugar a las tazas de té.
Y si ella y su apuesto padre son solo uno por qué digo esto...
Por qué al parecer ambos tiene el mismo cerebro, ya que la mayoría de tiempo piensa lo mismo.
Son tal para cual.
Fue algo difícil tener nuevamente esa confianza perdida con mi esposo, pero lo arreglamos lentamente, aunque si evitamos peleas tontas y desde esa vez puedo decir que parece que todo está saliendo como uno de mis libros.
Luke se volvió muy romántico y no lo puedo negar, sí que me seducía en las noches y más cuando Leah no estaba en casa.
Pero se volvió demasiado celoso y protector hace como tres meses.
—En serio me asfixias un poco, Luky.
—Solo cuido de ti y de futuro mini yo—siguió acariciando mi vientre.
Tengo tres meses de embarazo y por suerte todo está saliendo bien y por extraño que sea creo que tener un varón en el vientre duele menos.
No tengo tantos malestares con los que tuve con Leah.
—Tenemos que pensar en un nombre, amorcito.
—¿Me dijiste amorcito?—amaba molestarlo.
—¿No eres mi amor?
—Harás que me sonroje adelante del bebé.
—Él ni siquiera te mira, Luky.
—¿Qué te parece Tom?.
—No me gusta para nada—negué.
—¿Y qué tal Luca? Es una referencia a tu nombre—pregunté.
—Amo el nombre Luca.
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Puedes sentir esto
RomanceAmbos guardaban un secreto, pero ninguno quería revelar los suyos, pero siempre hay alguien que se doblega por el otro ¿No? Ella desde de salir de un internado siquiátrico decidí mudarse con su primo para así empezar de cero y tratar de mejorar. _ ...