Faceless Love

23| Futuro

"Futuro"
Narrador| Clara

—¿Entonces se encuentra bien?—pregunté preocupada, sintiendo las caricias de White en mi espalda mientras el doctor nos hablaba sobre el estado de Amaya.

—Sí, afortunadamente no es nada grave, solo algunas heridas—mencionó, y yo al fin pude suspirar aliviada—revisamos que el golpe en su cabeza no haya causado un problema mayor, y no fue así, por lo que podrá ir a casa pronto.

Sonreí levemente en agradecimientos mientras lo veía alejarse y entrar en otra de las habitaciones.

—¿Estás mejor?—White me volteó tomándome de los hombros, y yo asentí.

—Lo estoy, gracias por acompañarme.

—No me agradezcas eso—murmuró, y no pude evitar ampliar mi sonrisa, bajando mi vista hasta sus labios.

Quiero besarlo.

¿Pero puedo hacerlo?

No hemos hablado sobre nosotros, y bueno, tampoco creo que eso suela hacerse, pero tomando en cuenta como nos conocimos, creo que es realmente necesario hablar de lo que sentimos.

—¿Vas a besarme o...?—alzó una de sus cejas, sonriendo ladinamente mientras me esperaba.

—Sería de ayuda si te agacharas—él rio, y tomando de mi cintura, me acercó a él, agachándose levemente para lograr unir nuestros labios.

Aquella agradable sensación de cosquilleo volvió a recorrerme de pies a cabeza. La calidez de su mano acariciando mi mejilla me hacia desear no separarme nunca.

Todo lo que me hace sentir se está mezclando mientras nuestros labios se encargan de expresarlo.

Me separé unos segundos, algo sonrojada al sentir las miradas de algunas enfermeras y enfermeros.

—White—susurré, y él se quedó mirándome mientras acomodaba uno de mis mechones detrás de mi oreja—nos estaban viendo...

—No importa, mejor, así saben que eres mía—su tono era calmado, como si no acabara de decir algo que me calienta como sol de verano.

Parte de mi dice que le responda un "No soy de nadie" pero luego recuerdo que es White y pienso "Soy tuya"

—¿Puedo hacerte una pregunta?

—Sí—dijo.

—Tú cuando piensas en nosotros, ¿piensas en algo que será hasta un futuro o solo algo momentáneo?—pregunté, nerviosa por su respuesta.

—Pienso en algo que será para toda la vida—si pudiera gritar ahora, lo haría.

No lo aguante más, y me lancé a sus brazos para poder abrazarlo.

—¿Saben si sus padres vendrán?—un enfermero nos interrumpió.

—Yo le avisé a la madre, vendrán mañana por la mañana a verla—respondí, algo desanimada.

—Está despierta, solo se admite una visita—soltó, yéndose antes de que pudiésemos decirle algo más.

La atención aquí no es muy buena.

—Entra tú, yo estaré esperándote aquí—White puso una de sus manos sobre mi hombro, y yo asentí, despidiéndome con un corto beso sobre sus labios para correr hacia la habitación de Amaya.

Era bastante pequeña, hacia muchísimo frío dentro, y apenas crucé por la puerta logré divisar la camilla en donde ella estaba acostada de lado, dándole la espalda a la entrada y viendo hacia la ventana.