Faceless Love

39| Rescate

"Rescate"
Narrador| Amaya

⚠️Advertencia: Pañuelos😭💗

Confiamos en él.

Todo este tiempo confiamos en él.

La primera lagrima cayó por mi mejilla, y yo desvié mi mirada, escuchando los pasos del otro hombre ir hacia la puerta.

—Debo encargarme de mis asuntos, tu vigílalas, y recuerda, no hay segundas oportunidades—señaló a Blaise, y él asintió firme—se escapan y sabes lo que te pasa.

Intenté acomodarme mejor, y solo lograba verlo de reojo.

¿De verdad nos hizo esto?

Aquel hombre abandonó la habitación y yo fruncí el ceño, viendo a Blaise con todo el odio que estaba destruyendo mi corazón.

Él suspiró, y dio un paso hacia mi.

—Lo lamento.

—¡Eres un desgraciado, te creímos!—mi voz se quebró, y ni siquiera me respondió—¡¿Cómo puedes estar tan tranquilo?!

—Amaya...

—¡Nos mentiste!—grité, y él bajó su mirada—le mentiste a Gray—añadí, dolida.

Gray había confiado en él.

Lo había considerado su amigo a pesar de lo poco expresivo que es con las personas.

—Te prometo que busqué la forma de ayudarlos, de verdad—susurró, y noté cierto temblor en su voz, mientras pasaba una de sus manos por su rostro y cabello desordenado—cuando manipulé tu auto solo seguí una orden, ni siquiera los conocía, y en cuanto me di cuenta que no sería capaz de hacerles daño, ¡no sabía cómo ayudar!—su respiración se agitó, y vi como llevaba ambas manos a su rostro, intentando calmarse antes de seguir hablando—lo único que pude hacer fue ayudarlos a sacar a los chicos de la cárcel, pero cuando mi padre se enteró...

Y en cuanto sus palabras se cortaron, supe lo que él sentía.

También viví bajo la sombra de mi padre solo por miedo, terror a que al desobedecer algo peor pudiese pasar.

—Fui un cobarde y lo sé—soltó, alzando su vista para finalmente mirarme a los ojos—lamento poner tu vida en riesgo, Amaya, de verdad lo siento.

No pude responder, no sabía que decir, ni siquiera sabía que sentir.

Pero no puedo odiarlo.

No ahora que mi corazón se siente identificado con todo lo que él está sintiendo también.

Se acercó antes de que yo formulara una palabra, y sacó un llavero de su bolsillo. Mi corazón se aceleró, y esperanzada, me limité a observarlo.

Tomó una de mis manos y acercó una de las llaves a las esposas aprisionando mis muñecas, y en cuanto aquel metal cayó, pude sentir el ardor en las heridas que yo misma me había provocado luego de forcejear tanto.

—Toma, yo llevo a Clara—murmuró, y casi me desmayo al ver que me entregaba su arma—Amaya, rápido, debo sacarlas de acá antes de que mi padre vuelva—yo lo quedé mirando, desviando mi vista unos segundos hacia el arma—sé que lo que menos quieres hacer ahora es confiar en mí, pero solo intento arreglar todo lo que hice.

—No sé usar un arma—respondí, y él la acercó aún más, dejándola sobre mi mano y obligándome a tomarla.

—No tiene seguro, apuntas y disparas si es necesario, pero intentaremos que no lo sea—yo tragué, con el pulso y respiración agitados.