Faceless Love

36| Libertad

"Libertad"
Narrador|Clara

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Movía mis pies impaciente mientras mi mano temblorosa de mis nervios tomaba la de White, esperando el veredicto final del juicio de Black.

Gray estaba sentado a nuestro lado, finalmente libre después de que su juicio fuese un éxito. Pero con Black estaba siendo diferente, el padre de Amaya destacó que él fue mucho más agresivo, y que era un peligro para la sociedad.

Amaya estaba a unos metros de mi, sentada e igual de nerviosa que todos nosotros.

—Respecto a las acusaciones sobre Black Dagger, el jurado ha decidido retirarlas, dejándolo en libertad—en cuanto el sonido de aquel mazo contra la madera hizo eco en toda la sala, nos levantamos en celebración, y yo abracé a White por lo aliviante que fue escuchar eso.

Desvié mi mirada hacia el frente, viendo a Amaya correr y a Black extender sus brazos para recibirla en un abrazo.

Quién diría que se trata de las mismas personas que al conocerse querían cortarse la lengua uno al otro.

White jaló de mi muñeca para acercarnos hacia ellos, pero antes de poder celebrar también, nos detuvimos al oír que había un chisme entremedio.

—Lo lamento mucho, escuincla—susurró, y yo entrecerré mis ojos, que cagada hizo ahora—no debí reaccionar así.

—Querías protegerme—murmuró ella de vuelta—pero no vuelvas a hacer algo así o voy a matarte, Black.

—Entendido señorita.

¿Contexto, por favor?

Alcé una de mis cejas, y sentí como alguien pasaba por mi lado, alcanzando a rozar mi hombro como si no le importara mi presencia.

Fruncí el ceño, viendo que se trataba del abogado contrario. Su cabello rubio algo oscuro y ligeramente rizado, peinado en un estilo que lo hacía lucir desordenado. Estaba vestido formal y su expresión era tan seria y fría que me daba una enorme vibra a ser desagradable.

Extendió su mano hacia Valeria.

—Felicidades—pronunció serio, y y ella aceptó el apretón de manos formalmente.

—Gracias, mejor suerte para la próxima—Valeria sonrió ladina y siguió su camino hacia el estrado para dejar unos papeles, y aquel hombre se quedó perplejo, observándola algo atónito.

Y bueno, no me sorprenda, Valeria derrocha seguridad con cada paso que da.

—Ven, ven—White me jaló y en cuanto estuvo frente a Black soltó mi mano para lograr abrazarlo. Él, sorprendentemente, correspondió, suspirando cuando toda esta tortura legal había acabado.

—¡Al fin!—exclamó Nerón, apareciéndose junto a las chicas y Blaise, sonriendo entusiasmados.

Gray estaba detrás de todos, con sus manos en los bolsillos de su pantalón y bastante serio, como si estuviese analizando el mayor misterio de su vida.

Y hablando de misterios, tenemos uno por resolver.

Uno que sorprendentemente no solo involucra a la familia de los chicos, sino también a la de Amaya.

—¿Hoy celebraremos verdad?—preguntó Alena, y todos asentimos, teníamos una perfecta sorpresa preparada para Black y Gray.

No sabíamos que le gustaba a Gray exactamente, así que optamos por poner su comida favorita. En cuanto a Black, tuvimos que hacer lo mismo, porque no creímos que sería buena idea decorar con cuchillos o algo así.