Capítulo 18

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El resto de la semana estuve ida, mal humorada, el pobre de Peter estaba soportándome, no sabía como lo hacía, yo casi ni hablaba, cuando llegó el Viernes se acercó una persona que no conocía, entró al departamento.
-Hola, soy Mercedes Funes, trabajo con el papá de Juan Pedro, y bueno, soy la mujer-se presentó con simpatía, busqué la mirada de Peter que no me decía nada- tu novio me pidió ayuda, estuve buscando información, datos, y no coincide con lo que él averiguó, si tuviste una nena, pero no esta muerta, hay tres posibles hogares infantiles en los que puede estar, pero no sabes cual de esos nenes es, ahora les voy a pasar esa data, pero tengan mucho cuidado con lo que hacen, no vaya a ser que involucren demasiado sus sentimientos y no sea la persona... Involucrarse con los hogares es una experiencia que te cambia la vida, muchos lo hacen para hacer un acto de bien y sus vidas realmente se ven tocadas..
Las palabras de Mercedes me impactaron, tenía la chance de poder encontrarla, pero eso iba a implicar una prueba personal muy grande, ¿estaba lista para algo así?
La despedí, solté un suspiro, no sabía como reaccionar, lo único que sentí que quería hacer era darle un abrazo a Peter.
Me sentí algo más "aliviada" mi bebita no estaba muerta como creí hasta hace unos días, en algún lugar de este planeta seguía creciendo, aprendiendo cosas, buscando amor... Amor que quiero darle desesperadamente.
Mi hambre por ganar la competencia y brillar por el mundo quedó en segundo plano, tengo algo pendiente, encontrarme con el que pudo ser el amor de mi vida.
Me quedé con Peter abrazada en el sillón, mañana Sábado iríamos al primer hogar.

Cuando pisamos el lugar por suerte no era frío, era cálido, estaba lleno de colores y habían varios nenes, se nos acercaron, y muchos nos pidieron que los adoptemos, no pude evitar ponerme mal, sentí que se me iba a partir el corazón, todos querían encontrar una familia que los quisiera.
Junto a Peter llevamos helado para regalar, fuimos visitando habitación por habitación, la director del lugar nos puso al día con toda la información que tenían acerca de la nena, Lucía fue abandonada cuando nació en la calle, tiene cinco años, Margarita fue abandonada en la puerta de un vecino del barrio, Tamara nació en el Chaco, la trasladaron acá, después están las hermanitas Sofía y Luna, ellas son mellizas, y bueno, también esta Dolores, tiene cinco años.
Me quedé mirando cada foto.. Mi idea era conocerlas, ver que siento al tener interacciones, es algo muy jodido, cuando sienta que esa persona es mi hija tengo que hacerme un examen de ADN.
-¿Pensas adoptarla? Si la encontras..-la directora me miró firmemente a los ojos- esto no es un juego como al que jugas en el reality, realmente te convertirías en mamá
No pense mucho en eso, mi objetivo principal es encontrarla... ¿Y qué?
-Hay algo que tengo que decirte, el proceso de la adopción es muy jodido, sobretodo en este país, las principales parejas que reciben hijos son las que están casadas y pasan todos los tests psicológicos y mil cosas más.. Pocas veces se los dan a una persona soltera o una pareja del mismo sexo, eso me parece muy mal, porque si hay amor, deseo de formar una familia y poder darle todas las comodidades.. ¿Qué más hace falta?-la directora suspiró mirándome apenada- esa es la solución para que tal vez los papeles salgan más rápido...
-Esta bien-asentí con la cabeza todavía shockeada, salimos de la oficina y vimos a las dos hermanitas, ellas no podían ser, solo tuve una... Que recuerde.
Peter estaba todo nervioso mirando a su alrededor, salimos al jardín y vimos a una nena con las manos llenas de pintura, otra estaba lloriqueando.
-¡Ey! ¿Qué pasa?-les llamé la atención-¿como te llamas?-miré a la que tenía las manos sucias.
-Margarita, ¿vos quién sos?-me miró desconfiada.
La otra nena dejó de llorar, ahora ambas estaban mirándome.
-Lali, Mariana, pero me dicen Lali
-¿Y él?-la nena que había estado llorando se percató de mi acompañante.
-Peter-él las saludó amablemente con la mano, les sonrió, ellas también le sonrieron.
-¿Qué pasó por acá?-les llamé la atención a las dos.
-Maggi me ensució la remera-otra vez se le escaparon unas lágrimas, noté sus gestos, su manera de fruncir la nariz, y sus pestañas..
-¿Y vos sos?-elevé mis cejas.
-Dolores.. Y no me gusta mi nombre, por eso odio decirlo-de un momento a otro se cruzó de brazos, Peter me miró de reojo y pensó lo mismo que yo, tenía mi misma actitud.
No quería ilusionarme, tenía que ir con calma, pero me era imposible no ponerme ansiosa, nos quedamos jugando con ellas, haciéndolas reír, por suerte habían dejado de pelear, se trataron nuevamente como amigas, parecían hermanas, muchas hermanas tienen una relación de amor-odio.
Al ver a la directora del lugar le hablé, le pedí si podía hacer el famoso estudio clínico, y que si era quería adoptarla.. Y si no era...
Junto a Peter nos miramos, ¿porqué buscaba su aprobación? Acá la única que va a convertirse en mamá soy yo.
-Podemos facilitar los trámites, podemos casarnos, ¿no?-me miró a los ojos.
¡¿Qué?! Esto es demasiado para mi corazoncito y mi cabeza, ¿acabo de decir lo que dijo?
-Ajam...-respondí shockeada.
-Entonces.. Y si no es tu hija, ¿que pensas hacer?-la directora me miró con seriedad.
Se me aceleraron los latidos, se me aceleró la respiración, otra vez me sentí insegura, ¿estaba preparada para un cambio tan grande? ¿Era capaz de esta vez sí ser madura?
Cerré mis ojos y pensé bien, pero no tenía mucho tiempo para eso.
-Quiero... Quiero adoptarla a Dolores... Y a Margarita-agregué a último momento y sentí a mi cuerpo temblar, estaba cometiendo una locura, la locura más loca e importante de mi vida.
No sabía con qué cara mirar a Peter, pero tuve que hacerlo, para pedirle su "aprobación".
-Puedo hacerlo solo, seguro el proceso tarda más pero puedo hacer esto sola...
Peter soltó un suspiro.
-No Lali... Estamos juntos en esto-me abrazó, jamás imaginé algo así, no se enojó conmigo, no se escapó de mi teniendo la oportunidad de escaparse, eso me emocionó, hizo que sintiera algo nuevo en mi interior, sentí las famosas "cosquillas".
La directora nos dio los papeles para empezar a llenar los datos, íbamos a llevárnoslos, antes de irnos las chicas se acercaron a nosotros y nos abrazaron por las piernas, se me escaparon varias lágrimas.
-No llores, nos gustó conocerte-Dolores me sonrió, me agaché para darle un sentido abrazo, hice lo mismo con Margarita, quería asegurarles que iba a hacer todo lo posible para darles una buena vida, pero no puedo prometerlo, no se si esta locura pueda ser posible, si el juez va a darnos la tutela.
Una vez en mi auto me quedé quieta, pensativa, volteé mi cara para mirarlo a Peter, tantas cosas se estaban pasando por mi cabeza.
-Bueno... Tenemos que organizar una boda-soltó como si nada- podemos casarnos rápido en el registro civil, y bueno.. Más tarde tener un casamiento grande..
-¿Estas seguro?-lo miré intensamente a los ojos.
El Juan Pedro Lanzani que conocí hace un tiempo era completamente distinto al que esta ahora a mi lado, no es más mujeriego, es cálido, es.. ¿Maduro? Está siendo sincero y sé que realmente me quiere.
-Sí... Sí Lali-asintió con la cabeza.
Rodeé su cuerpo con mis brazos y él besó dulcemente mi frente, nos quedamos en silencio, creo que no hacía falta hablar, lo que vivimos hoy fue muy fuerte

En el departamento me senté en la mesa del comedor diario, me puse a leer los papeles, y llené algunos datos, Peter se sentó a mi lado e iba dictándome los suyos.
-Ya saqué turno en el registro civil, le pedí ayuda a la esposa de mi papá que tiene contactos, nos casamos... el Lunes que viene
¡¿Qué?!
Me puse nerviosa, cuando levanté mi mirada mis ojos buscaron los de Peter, esto era una locura, una LOCURA.

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