Epílogo

339 29 8
                                    

-Entonces, ¿entendieron lo del role play?-miré a cada uno de mis alumnos- es improvisación, pero es un personaje que van a tener que mantener durante un mes... Es una experiencia única, rara, pero linda..
Volteé para mirar a Peter que me sonrió, las personas que estaban frente a nosotros nos silbaron, aplaudieron y nos molestaron, sabían que así había empezado nuestra historia.
-Ahora vamos a dar un "ejemplo" de como es eso-Peter les sonrió para después mirarme nuevamente a los ojos, elevó sus cejas
-¿Todavía no queres divorciarte de mi? ¿Cuanto tiempo llevamos casados sin firmar los benditos papeles?-lo miré provocativa, sí, porque nuestro personaje de años atrás era el de una pareja que quiere separarse definitivamente pero en el interior de cada uno no, en el interior les es excitante molestarse mutuamente día y noche.
-Bueno querida... Desde que nos casamos todos mis días soñé con ese evento pero pasaron cosas..-señaló mi panza enorme, me sorprendió que incluyera a nuestro bebé en nuestros personajes, notó mi cara de sorpresa, entonces me tomó de la mano- siento que si todo este tiempo no lo hicimos es por algo... ¿No?
La intensidad de su mirada siempre me dejaba "desarmada" pero eso no me daba miedo, porque se trataba de él, Juan Pedro Lanzani, el chico con el que me casé hace tres años atrás.
Todo empezó a fluir después de que nos convertimos en familia, bueno, una familia con hijos, tuvimos nuestro tan deseado debut sobre el escenario, el musical Rent dirigida por Natalia Oreiro, de la cual nos hicimos muy amigos.
Después de ese gran paso en nuestras carreras fuimos haciendo otros castings, enfrentamos nuevos desafíos y aprendimos a manejar los celos, muchas veces al otro le tocaba ser pareja con otra persona, hasta ese momento no nos había pasado algo igual, fue algo.. Complejo, pero supimos llevarlo bien, después dejó de importarnos, eso no era real, nuestra relación sí.
Peter chasqueó sus dedos frente a mis ojos y volví al presente.
-Yo...-me quedé pensativa- puede ser...-hice una pausa- puede ser que sí-me reí nerviosa.
-Podes aceptar que te encanta discutir conmigo.. Eso nos.. Enciende..-también me miró con picardía, palmeó mi trasero, nuestros alumnos se rieron.
-Bueno.. Por algo pasaron cosas..-me señalé la panza "bajando la guardia", ambos nos reímos, entonces supe que esos habíamos sido Peter y Lali, sabíamos que estábamos dándole una especie de final a los personales con los cuales nos enamoramos-y tal vez teníamos que experimentar todas esas guerras declaradas para que por fin haya paz... Crecimos.. Pasaron varios años.. Y.. ¿Podemos firmar finalmente la paz? Y no el divorcio..
-¿No querías que firme el divorcio?-se aprovechó para molestarme.
Negué con la cabeza y se rió.
Nos dimos un abrazo cariñoso, amoroso, y todos nos aplaudieron, nos gritaron, pocas veces me intimidaba, y esta vez pasó, les sonreí tímida, sin soltar la mano de Peter.

Nuestros alumnos se fueron, Inés se acercó, ¿cuando había llegado?
-Estoy muy orgullosa de ustedes, fue un acierto que trabajen de esto junto conmigo-nos sonrió, era una sonrisa sincera, genuina-ah, ¡pasaba para darles esto! Se que esta era tu última semana hasta dentro de un tiempo largo... No te sientas mal por no trabajar por un tiempo, sos muy responsable Lali-ahora me miró puntualmente a mi- date tus tiempos, y dale tiempo al bebito que ya está llegando en unos días..-ella me dio una bolsa, la abrí y vi un micrófono de peluche-es para cuando sea más grande, si lo aprieta suena música, es suave, y tiene distintas texturas, ¡espero que le guste!
No pude evitar emocionarme.
-¡Gracias!-le sonreí abrazándola fuertemente.
Nos despedimos, manejé hasta nuestra nueva casa, con Peter hace poco nos habíamos mudado, habíamos hecho un esfuerzo para que el ambiente sea cálido para la llegada de nuestro primer hijo juntos.
-¡Mamá!-Margarita se acercó y me abrazó- ¿puedo invitar a una compañerita a merendar mañana?
-Es Cata, una amiga nuestra..-Dolores también me abrazó, hicieron lo mismo con Peter.
-Mamá seguro está cansada y necesita estar un poco tranquila, trabajó todos los días hasta hoy..-Peter las miró apenado, ellas se pusieron medio mal, pero intentaron demostrar que no.
-No pasa nada Pit-lo miré y él suspiró, terminó asintiendo- un ratito, ¿dale? Solo por la tarde
La alegría volvió a sus caras y eso hizo que mi alma bailara.
Abracé a Peter mientras las veía irse felices, hablaban entre ellas planificando el que harían cuando viniera su amiga Catalina.
-Están enormes.. ¡Ya tienen ocho años! ¡Wow!-Peter me miró sin poder creerlo- ¿ya pasaron tres años La? ¿Cuando?
No pude evitar reírme, rodeé su cuello con mis brazos y lo besé.
-Sí... y finalmente llegó el hermanito para ellas-rozó su nariz con la mía.
Nos abrazamos hasta que ellas vinieron, querían ayudarme con la cocina a preparar la cena, las dejé porque amaba hacer actividades con ella, con mi familia, Peter trató de hacer que no haga nada, terminé tirándome harina a la cara, terminó riéndose conmigo y me imitó.

Por la mañana estaba feliz de que sea Sábado, con Peter salimos a pasear, terminamos en el barcito donde tomamos nuestro primer café siendo marido y mujer después de casarnos en el registro civil, la chica que nos atendió en su momento nos sonrió al vernos, Delfina, era muy amable, ella nos presentó a su novio y a veces venían a casa, a los asados, se volvieron dos personas cercanas.
Al volver pasé por la habitación de mi bebé y me puse a revisar que todo estuviese en su lugar, ¡porque el gran momento gran podía pasar en cualquier momento!
Y eso pasó, dos horas después, empecé con las contracciones, no creí que iba a ser todo tan molesto, Mercedes se quedó con nuestras hijas, su papá manejó, él estaba en shock y estaba lleno de nervios, se sentó en el asiento de atrás conmigo, mientras apretaba su mano, yo también estaba nerviosa, y cada vez sentía más dolor.

Nunca creí que existiera el infierno, sentía calor, dolor, por un momento creí que no iba a poder, me sentí abatida, pero Peter me miró a los ojos, me habló, cosas lindas, palabras de aliento para que siguiera haciendo fuerza.
El llanto se hizo escuchar por toda la habitación y lo pusieron sobre mi pecho, era tan chiquito, era la primera vez que me atrevía a mirar a mi bebé, esta vez había deseado esto.
-Hola Andrés..-le habló Peter con dulzura- bienvenido a la vida.. Sos muy lindo como tu mamá-me miró a los ojos y sonreí, estaba dolorida.
Internamente me arrepentí, no estuve en el infierno, una cosita así de linda no podía nacer en el infierno, sí, fui demasiado dramática.
Cuando me pasaron a una habitación Peter lo cargó en brazos, la sonrisa sobre sus labios me afirmó que habíamos hecho todo bien, me quedé mirándolo y me atrapó, me reí, le hice señas con una de mis manos para que se acercara, me besó.
-Te amo-me lo susurró y besó la punta de mi nariz.
El primer contacto de la boca de mi bebito contra mi teta me hizo dolor, esta experiencia para mi era completamente nueva, la primera de muchas primeras veces que iba a experimentar.
Poco a poco me fui acostumbrando, Andrés y yo nos empezamos a conocer.
No dormí bien, pero me volvió el humor al cuerpo cuando Dolores y Margarita entraron.
-Wow, es muy chiquito-la primera lo miró maravillada.
-Es del tamaño de mamá-Margarita se rió y nos contagio la risa a todos-¿puedo agarrarlo de la mano? Hola Andrés-le habló con dulzura- soy tu hermana Maggie
-Y yo Dolo, es más lindo que dolores-también le sostuvo una de sus manos.
Cuando levanté mi mirada Peter ma miraba completamente... Pleno, su cara era... Una pintura, una que me gustaría colgar en la pared, transmitía tantas emociones, lo que más sobresalía de sus ojos era el amor con el que los miraba, el amor con el que me miraba.
Sonreí sintiéndome igual.
Mañana volveríamos, solo que ahora íbamos a ser cinco, seguro la dinámica de la casa iba a cambiar, seguro al principio todo iba a costar, pero si hay amor... Las personas se entienden, porque saben escucharse.

La segunda noche con nuestro hijo Andrés fue medio caótica, él lloraba, yo no sabía que hacer, me ponía nerviosa, quería mandar al diablo a Peter.. ¿Porqué? No hay un porqué, tal vez porque él pretendía lograr que me calme.
Cuando Andrés dejó de llorar lo recosté en la cama, en el medio de los dos.
-Perdón por haberte gritado.. No lo merecías, solo querías ser positivo para que me sintiera mejor..-se me llenaron los ojos de lágrimas.
-Te entiendo mi amor-tomó aire y soltó un suspiro- vos lo tuviste en tu cuerpito chiquito y tus hormonas.. Se trastornaron un poco en el último tiempo, y te admiro por todo La.. Porque lo que eras, por lo que sos..
-Dios-me puse nerviosa y me reí-¿porque sos tan lindo conmigo? No te merezco Peter.. Te amo tanto-lo miré a los ojos:
-Sos mi esposa La, y te amo desde antes que eso.. Aunque, teóricamente siempre estuvimos casados-elevó sus cejas mirándome con picardía, otra vez me reí, acto seguido llevé mi mano a mi boca para callarme, nuestro hijo por poco se despierta.
-Te amo...-se lo susurré y lo tomé de la mano- mucho mucho mucho..
-Mucho-completó y me dejó un besito tierno en la mano.
Soñando con ser actores nos conocimos, fuimos un equipo para después tener que seguir siendo un equipo, en todo lo que iba a durar el reality show del demonio, fue mi esposa, fui su esposa, realmente me enamoré, y me casé, ser mamá terminó de llenar un vació que no sabía que tenía y ahora tengo este presente hermoso, frente a mi duerme mi compañero, amante, amigo, marido.. Y en el centro está nuestro primer bebito, en las habitación de al lado seguramente están durmiendo Margarita y Dolores, las nenas por las cuales tanto luchamos, y sí, ahora somos una familia de cinco, y la aventura recién empieza...

————

Hola hola! Aquí finalmente el final de esta historia, disfruté mucho, siempre disfruto el escribir y me encanta poder compartirlo, gracias por leer💚

Role playWhere stories live. Discover now