CAPÍTULO 111: El ángel Leah

6.9K 578 202
                                    

Emily: ¿___?
___: ¿Sí?

Me tocaba clase con Emily, la cual me había llamado a su mesa para que fuera y había empezado a revisar unas hojas las cuales parecían ser los deberes que les había dado a los demás profesores horas antes, ella me empezó a hablar bajito para que los chismosos de los niños de mi clase no escucharan la conversación que tendríamos.

Emily: ¿Sabes que al ser tu tutora me han pasado los demás de tus profesores los deberes que tenías que hacer en tu expulsión?
___: ¿Sí...?
Emily: Si los chicos te van a hacer los deberes, dile al menos a Jared que lo haga bien.
___: Es un inútil, no sabe hacer nada bien.
Emily: Y claramente la letra de los deberes en mi asignatura es de Leah.
___: Ammmm no.
Emily: ¿Has hecho al menos algo tú misma?
___: Matemáticas. Eso lleva mérito, hacer todos los deberes de dos meses en un día y encima hice los de Matemáticas.

Emily suspiró mientras que negaba con la cabeza.

Emily: Haré como que no sé nada.
___: Por eso eres mi favorita.
Emily: Solo lo dices porque te hago de comer.
___: Bueno, admito que eso también influye.
Emily: Anda, ve y siéntate.
___: Sí señora.

Me fui a sentar a mi sitio y Emily empezó a dar clase.
La verdad es que no estaba prestando atención a las explicaciones de Emily, estaba observando a Livi y William, esos dos parecían tristes, y extrañamente no se hablaban. ¿Habrá pasado algo entre ellos?

Las horas pasaban y por fin se habían terminado definitivamente las clases por hoy, lo malo es que tendré que volver mañana y así hasta que termine el puñetero curso de mierda.
Estaba saliendo del colegio despacito, a mi ritmo (ya que los chicos siempre tardan un poquito en venir a recogerme), cuando siento que alguien me empuja fuertemente haciendo que me caiga y me dé de boca contra el suelo, al girarme y ver a la persona responsable me encuentro con lo peor que podría encontrarme al día de hoy.

Logan: Ya era hora de que aparecieras.
___: No me jodas.
Logan: Te he estado buscando.
___: Ah que bien. Lo anotaré en cosas que me importan una mierda.
Logan: ¿Te crees muy graciosa mocosa?

El idiota se agachó y me agarró de la camiseta alzándome hasta quedarme a su altura, lo que provocaba que no llegara al suelo y que quedara colgada.

Logan: Pareces una rata albina, me provocas mucho asco.
___: Habló el cerdo rechoncho del lugar.
Logan: ¡Te vas a tragar tus palabras!

Lo próximo que sentí fue horrible, sentí una fuerte presión en la cara y luego un inmenso dolor. El muy imbécil me había pegado con su puño de gorila en la cara, y creo que empecé a sangrar ya que notaba un sabor como a metal.
Caí al suelo de culo, me tapé la cara con las manos ya que sentía mucho dolor mientras que escuchaba el murmullo y los gritos de los niños que estaban presenciando aquella escena haciendo un corrillo pero sin la intención de ayudar. Cobardes.

Ya no pensaba con claridad, sentía rabia y quería vengarme. El niño serpiente de la biblioteca tenía razón... soy peligrosamente impulsiva.
Lo próximo que hice fue levantarme rápidamente y golpear con todas mis fuerzas la mejilla del orco que tenía enfrente de mí, el cual al sentir mi puño en su cara la torció hacia el lado.

 La gente que estaba haciendo un círculo al rededor nuestra, dejaron de gritar, todo se quedó en silencio, hasta que Suliver volvió a doblar la cara hacia mi dirección con una clara expresión de enfado. No le había hecho prácticamente nada.

Logan: Estás muerta pequeña rata albina.

Ahora la gente gritaba que yo corriera, definitivamente mi estatura y peso no era nada proporcional a la suya, él me sacaba mucha ventaja en fuerza, pero yo lo sacaba a él en agilidad y velocidad.
Antes de que hiciera caso a los gritos de los demás niños y empezara a correr, vi como una vara de ¿metal? Impactaba contra la cara del orco de Suliver, haciendo que este cayera redondo al suelo mientras que se sujetaba la cabeza con las manos y soltara quejidos. ¿Qué cojones acababa de pasar?
Dirigí mi mirada hacia el objeto de metal y el causante del golpe y me quedé un poco sorprendida.

La NiñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora