CAPÍTULO 64: Oculto

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Estaba nerviosa, no sabía si esto era una trampa, pero me tendría que arriesgar.
La carta se refería a uno de mis secretos más importantes... el secreto de la familia White.
Me levanté de la cama y apresuradamente fui abajo a por un bolso que me lo puse en el hombro, una linterna y una palanca de metal, de esas que se utilizan en los robos. Aún estando en pijama; que consistía en un pantalón corto gris sin dibujitos ni mierdas de esas y una camiseta corta blanca sin dibujitos, salí de mi casa y me dirigí a la de Paul.
Fue fácil entrar a su casa porque tengo una copia de la llave, fui al salón y empujé con todas mis fuerzas el sofá donde nos sentábamos siempre a desayunar que está delante de la TV. Creo que hice mucho ruido porque Paul bajó las escaleras frotándose los ojos y bostezando.

Paul: ¿___? ¿Qué... qué coño haces en mi casa a las 4:10 de la mañana?
___: Cállate y no enciendas la luz.
Paul: ¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué pasa?
___: Ssshhhh, cállate.

Cuando ya lo tenía todo despejado, agarré la palanca de metal y la incrusté fuertemente en los tablones del suelo, con la ayuda de mi pie bajé el extremo de la palanca que hizo que en el otro lado donde estaba incrustada se levantara un tablón.

Paul: ¡¿PERO QUE MIERDA HACES?! ¡ME ESTÁS ROMPIENDO EL SUELO!
___: ¡¿Quieres callarte de una puta vez?! Es mejor que no mires, cuanto menos veas, mejor para ti.
Paul: ¿Por qué?
___: No preguntes.
Paul: Me estás dando miedo.

Agarré otra vez la palanca y la incrusté de nuevo, así estuve hasta que por fin ví el agujero. Creo que había arrancado unos 5 tablones. Me arrodillé en el suelo, metí la mano en ese agujero, saqué de ahí lo que había escondido hace tiempo y lo metí en el bolso sin que Paul pudiese ver bien lo que había metido.

Paul: ¿Por qué hay un agujero?
___: Es mejor que lo tapes y vuelvas a poner todo como estaba.
Paul: ¿Qué has sacado de ahí?
___: No es asunto tuyo.

Paul volvió a insistir con preguntas, pero al ver que yo no las respondía dejó de hacerlas. Él fue a por un martillo y unos clavos, volvió a colocar los tableros y después pusimos el sofá donde estaba.

___: Me voy.
Paul: ¿A donde? ¡Son las 4:15 de la mañana! ¡Está todo a oscuras!
___: Llevo una linterna.

Salí de la casa de Paul y empecé a caminar hacia el bosque.
El bosque a oscuras parecía una película de terror, solo lo iluminaba la luna y la linterna que llevaba conmigo, se escuchaban los sonidos que hacían los búhos y los aullidos de los lobos de verdad.
No se de que tenía más miedo, del bosque a estas horas de la noche o de si en verdad ese tal C.1 lo había descubierto ¿o solo estaba jugando conmigo como al gato y al ratón? Ya no se en que creer.
Del cabreo que tenía encima, paré de andar y me dediqué a gritar y a pegarle patadas a las piedras y a los árboles.

___: ¡JODER! ¡ME CAGO EN LA PUTA!

Estaba desesperada, necesitaba calmarme un poco así que me senté y me pase las manos por la cara frustrada mientras que suspiraba.

___: Esta noche mato a alguien. Vaya puta mierda de día ¡joder!

Cansada de toda esta mierda me tumbé y miré hacia el cielo. No se veía una putísima mierda, pero al menos había tranquilidad aunque diese un poquito de miedo estar aquí.

___: Si esto no funciona, no se que haré.

Después de unos minutos pude medio tranquilizarme, me levanté de donde estaba y seguí caminando deprisa.
Media hora después abrí la puerta y me dirigí hacia el salón, concretamente a la estantería que había, tiré todos los libros al suelo, agarré de nuevo la palanca y la incrusté en el tablón de la estantería arrancándola.

Sam: ¿___? ¡¿Qué mierda estás haciendo?!
___: Cállate y vete a dormir.

Sam bajó las escaleras y detrás de él Emily, ¿mencioné que estoy en la casa de Sam y Emily? ¿No? Bueno, pues ya lo sabéis.

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