CAPÍTULO 5: Sin Colacao

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Me desperté y me puse mi pijama ya que cuando ayer me trajo en brazos Paul, estaba tan dormida que no me lo puse. Me puse mis pantalones cortos y mi camiseta corta, bajé al comedor para desayunar y para mi sorpresa se me ha acabado la leche ¿y ahora como me hago yo mi Colacao?
¡Ya se! Se lo gorronearé a mi vecino.
Salí por la puerta y me dirigí a la casa de Paul, él siempre deja la llave debajo de una maceta, pero como él está en casa la llave no está asique entro por la ventana de la cocina que está sin seguro. Miro en la nevera y encuentro la leche, ahora tengo que encontrar el Colacao, ¿es que este chico no tiene? ¿Quién en su sano juicio no tiene en su casa? Encontré el Colacao en el mueble de arriba de la cocina, ahora tengo mi Colacao hecho pero no me lo voy a tomar solo, eso no tiene lógica, voy a buscar a ver si tiene este hombre galletas.
Y efectivamente tiene galletas.
Ahora que lo tengo todo voy a sentarme y a poner la TV mientras que desayuno, media hora después Paul baja las escaleras somnoliento mientras que veo Hora De Aventuras y como galletas, en cuanto me ve pega un pequeño grito y salta del susto, y yo lo miro con la boca llena de galletas.

Paul: ¿Qué coño haces aquí?
___: Pphfp fpfhpphf pfhfphfj.
Paul: No hables con la boca llena.

Me lo trago y miro la TV.

___: No me quedaba leche y he decidido gorronearte un poco.
Paul: ¿Cómo has entrado?
___: Por la ventana de la cocina.
Paul: Eres una...
___: Ssshhh calla, que Finn está luchando con el Linch.
Paul: ¿No te han dicho que no entres en casas ajenas?
___: Eso mismo me preguntó mini Black cuando entré a la suya.
Paul: ¿En cuantas casas te has colado?
___: Me colé 2 veces en la de mini Black y 1 en la de Seth Clearwater.
Paul: No tienes remedio.

Se sentó a mi lado y me cogió las galletas para comérselas.

___: ¡Mis galletas!
Paul: En teoría son mías, me las has gorroneado.
___: ¿Me estás gorroneando las galletas que te gorroneé yo a ti?
Paul: No, me estoy comiendo MIS galletas. Tú solo eres la niña rara que vive al lado y que se ha colado en mi casa mientras que yo estaba durmiendo para robarme comida.
___: Hombre, dicho así, suena un poco feo.
Paul: Es que es así.
___: Pues acostúmbrate que ahora en adelante me tendrás hasta en la sopa.
Paul: Que suerte la mía.

Cuando terminamos de desayunar nos fuimos a casa de Emily.

___: ¡Buenos días!
Emily: Buenos días a los dos, veo que venís juntos ¿cómo es eso?
Paul: Se ha colado en mi casa mientras que yo estaba durmiendo para comerse mi comida.
___: No me quedaba leche ¿vale?
Paul: También te has comido mis galletas.
___: Algo tendría que acompañar al Colacao, no me lo voy a tomar solo.
Sam: Lo de ___ colándose en casas ajenas no es nada nuevo.
___: Si lo decís a sí suena muy malo.
Paul: Es que no es bonito.
Emily: ¿Y como se ha colado en tu casa?
Paul/___: Por la ventana de la cocina.
Sam: ___ no tienes remedio.
___: Por cierto Paul, hoy nos tenias que invitar a comer.
Sam: Es cierto.
Paul: Mierda, creía que no te ibas a acordar.
___: ¡Ja! Que te crees tú eso.
Emily: Y también le dijiste que le ibas a enseñar a pelear.
Paul: Pues ¿a qué estamos esperando?
___: ¡¿Qué?! ¡¿Ahora?!
Paul: Sí, ahora.

Y nos pasamos el resto de la mañana enseñándome a pelear, hasta que fuimos a comer invitados por Paul. Allí Sam y él se pidieron 3 hamburguesas gigantes cada uno mientras que yo y Emily una normal cada una.
Luego nos fuimos a casa de Emily.

Paul: Hoy es sábado, pues el lunes seguimos con tu entrenamiento.
___: Sí maestro.
Sam: Si Paul le enseña a pelear entonces ___ dentro de poco se convertirá en la matona del colegio.
Paul: Como tiene que ser.
___: Les partiré las piernas a todos.
Paul: Que manía con partirle las piernas a alguien.

Paul y Sam se fueron a patrullar el territorio y Emily y yo nos quedamos en la casa.

___: Emily ¿quieres jugar conmigo a la playstation?
Emily: Yo no sé jugar a eso.
___: Yo te enseño.

Estuve toda la tarde enseñando los controles a Emily y jugamos al Fifa.
Poco después llegaron los chicos.

Paul: ¿Qué hacéis?
___: Jugar, ¿es que no lo ves?
Sam: Nosotros también queremos jugar.
___: Bien, haremos dos equipos. Emily y yo contra vosotros dos.
Paul: ¿Y cual será la apuesta?
___: Si nosotras ganamos haréis todo lo que queramos durante una semana.
Paul: Durante un día.
___: Hecho.
Sam: ¿Y si nosotros ganamos?
___: Haremos todo lo que queráis durante un día.
Paul: Bien, trato hecho, por cierto, vais a perder.
___: No nos subestiméis, somos las mejores.
Sam: Lo haremos al mejor de tres.
___: Bien.

Estuvimos jugando y la primera partida la ganaron ellos y nosotras la segunda. Estábamos empatados y teníamos que ganar la última partida si no perderíamos, y yo no soy de las que pierden.

Emily: Esta es la definitiva.
___: Vamos a ganar.
Paul: Que te crees tú eso.
___: Os machacaré como a unos miserables insectos, os voy a fulminar y no pararé hasta que solo queden vuestras miserables cenizas y después os redujiré a la nada.
Sam: Así das miedo.

Al final ganamos la partida y los dos hormonales serían nuestros sirvientes por un día.

___: Paul ¿qué se siente al perder contra una niña de 12 años?
Paul: Cállate.
___: Ooooo ¿Lahote se ha cabreado por perder?
Paul: No.
Emily: Pues no lo parece.

Estuvimos lo que resta del día burlándonos de Sam y Paul y después me fui a mi casa a dormir.

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