CAPÍTULO 79: Las inquietantes cartas de Helen

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Narra ___: 

Me ha dejado intrigada la carta, tengo muchas preguntas pero creo que me quedaré con la duda aunque aún me quedan otras cartas que parecen ser de Helen Woodvur, las leeré por si hay alguna información valiosa y para que las dudas que tengo ahora mismo puedan resolverse, o eso espero.
En la siguiente carta dice:

___: ¡Me cago en la puta! Esto se está volviendo turbio, estoy empezando a tener miedo

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___: ¡Me cago en la puta! Esto se está volviendo turbio, estoy empezando a tener miedo.

Que mal rollo. ¿De verdad existía una mina aquí en la reserva? No lo sabía, a lo mejor se habló en clase pero como nunca atiendo pues no me enteré, Livi atiende en clase, ella lo deberá de saber.
Creo que ya se como salir de aquí aunque no me guste mucho la idea. Dice que hay un manantial que da a una cascada, si encuentro ese manantial me llevará a la cascada y podré salir de aquí, aunque no me gustaría nadar entre 17 cadáveres. Dejemos esa salida como la última opción, buscaré otra forma de salir.

___: Y encima estoy solita, si tengo que nadar entre fiambres pues que por lo menos no sea la única.

Estuve leyendo las demás cartas con atención e intriga mientras que me sentaba en el suelo a leerlas. Me negué a sentarme en la cama ya que que no quería pillar alguna enfermedad o algo por el estilo. La habitación a parte de ser espeluznante y que de mal rollo es un buen lugar para los gérmenes y las enfermedades del siglo de Jesucristo. Por dios que mal rollo dan los muñecos del niño este, me miran muy raro, sobre todo el muñeco del payaso.

 Por dios que mal rollo dan los muñecos del niño este, me miran muy raro, sobre todo el muñeco del payaso

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___: No se que clase de diversión es jugar con muñecos que dan escalofríos.

Mientras tanto en otro lugar...
Narrador omnisciente:

Livi: ¡WILLIAM DATE PRISA!
WILLIAM: ¡NO CONSIGO DESCIFRARLO!

William y Livi se encontraban en la habitación intentando descifrar el pergamino donde había una serie de animales. Debían de darse prisa ya que el agua había subido increíblemente rápido y ya les llegaba un poco más arriba de la cintura.

Livi: ¡Si no conseguimos resolver el pergamino moriremos ahogados!
William: ¡Lo se, tú solo...! Dame un poco de tiempo.
Livi: No creo que tengamos mucho más tiempo.

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