Rashta tiene una nueva oportunidad y esta vez hará las cosas bien.
Si no te gusta rashta, por favor no lea la historia.
Posibles emparejamientos:
-Rashta x Heinley.
-Rashta x Kosair.
-Navier x Sovieshu.
Inspirada en el webtoon "la emperatriz divo...
La ceremonia de año nuevo llego, Rashta, como dama de compañía y como recientemente nombrada secretaria de Navier, paso sus días completamente ocupada.
Apenas había comenzado a ayudar a la emperatriz y ya entendía todo los problemas que el puesto llevaba, cosa que en su vida pasada no entendió ya que ella no hizo nada.
-buenos días, sus majestades, lamento la tardanza-saludo temblorosa Rashta ni bien llego a las puertas del palacio.
Hoy llegaban varios de los invitados de la ceremonia. Rashta era la encargada de llevar a uno de esos invitados a sus aposentos momentáneos.
-no te preocupes, supongo que Ian hoy te dio problemas-hablo la emperatriz dándole su pañuelo para que secara el poco sudor que caía por su frente.
-muchas gracias, su majestad, y si, Ian no quiso dormir su siesta temprano hoy, por eso lo deje con una de la señorita Alya-dijo la joven tomando el pañuelo y secándose el rostro suavemente.
-¡Abran paso para el príncipe Heinrey del imperio de occidente!-exclamo uno de los guardias causando que la atención de los nobles presentes se dirigieran al ingreso del palacio.
Un hombre alto de cabellos champan y ojos magenta se acercaba a pasos firmes hacia ellos.
-un gusto..-la emperatriz no pudo terminar su saludo ya que dé repente el hombre se arrodillo frente a ella, tomo su mano y la beso.
Pero la emperatriz no era la única sorprendida con el suceso, muchos de los presentes miraban con gran sorpresa la escena, entre estos incluido el emperador pero este no solo estaba sorprendido sino también celoso.
-es un honor conocerla, mi reina-menciono el hombre aún en el suelo mirando fijamente a la mujer frente suyo.
mi reina...
Ni bien escucho esas palabras saliendo de la boca del príncipe, la joven perdió el hilo de lo que ocurría.
Rashta recordó el suceso de las cartas, los intentos de Heinrey de buscar a la persona a la que compartía esas cartas, ella estaba en lo correcto cuando supuso de que Heinrey y la emperatriz se mandaban cartas, Reina era el ave mensajera que Heinrey usaba para comunicarse con la emperatriz.
¿pero por que comunicarse con la emperatriz antes de su llegada?, cuando ni siquiera la conocía.
Rashta estaba segura de que estaba era la primera vez que ellos coincidían.
¿Qué estaba tramando el futuro emperador del reino de occidente?
-Lady Rashta
El fuerte llamado hizo que la joven madre saliera de sus pensamientos y guiara su mirada confusa hacia el origen de la voz.
Ambos emperadores la miraban con preocupación mientras que el príncipe la miraba serio.
-disculpen, sus majestades, ¿Qué fue lo que me dijeron?- hablo la joven haciendo una leve reverencia en señal de disculpa.
-por favor, lleva al príncipe Heinrey a sus aposentos-pidió el emperador.
-por supuesto, por favor, príncipe Heinrey, sígame-murmuro la joven comenzando a caminar para que este la siguiera.
Los primeros minutos de la caminata fueron silenciosos, posiblemente incomodos para Heinrey pero no para Rashta, quien estaba pensando en que podría haber interesado al príncipe del oriente a hablar con la emperatriz de occidente.
-¿cual era su nombre?-pregunto Heinrey dándole esa sonrisa que usaba cuando quería algo.
Cosa que Rashta noto, era una experta en la actuación y manipulación, por algo sus habilidades mágicas eran las las ilusiones.
-su majestad lo dijo más de una vez hace unos minutos, tal vez lo recuerde para la próxima- respondió imitando la sonrisa del hombre.
El de cabellos champan amplio su sonrisa al ver lo que la joven hacia.
que chica había encontrado.
-correcto, mis disculpas, como no recuerdo su nombre, no le importara que la llame mi reina
La joven detuvo su paso y volteo a verlo.
¿acaso sabia que ella sabia?
-príncipe Heinrey, eso seria una falta de respeto, le pediré que no me llame así.
El joven rio levemente.
-era una broma, no sea tan seria Lady Rashta.
Asi que si recordaba su nombre.
- correcto-afirmo para volver a seguir su caminata.
-llámame Heinrey-dijo acercándose nuevamente a su lado
-no somos tan cercanos como para que lo llame por su nombre de pila-comento sin mirarlo
-pero podríamos serlo...
La joven se quedo en silencio hasta que llegaron a su destino pero antes de retirarse pregunto-¿que quiere lograr?.
Su mirada seria se poso en el joven.
-¿a que se refiere?-pregunto fingiendo su sonrisa.
-se que usted es el hombre que le envía las cartas a la emperatriz-la expresión del príncipe cambio a uno serio- ¿por que lo hace?, ¿Qué quiere lograr?.
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(imagen editada por mi, las imágenes originales le pertenecen al webtoon)
-me atrapo, pensaba hacer esta oferta después de la celebración de fin de año, pienso hacer un tratado comercial entre el reino del oriente y el imperio de occidente-mintió mirando fijamente a la joven
La peli platina sin separar su mirada respondió: no necesita hablar de esa manera con la emperatriz solo para hacer un tratado, a no ser que desee algo más que solo un tratado comercial...
El joven la miro fijamente mientras una sonrisa se extendía por sus labios.
-parece que la emperatriz esta rodeada de alguien muy paranoico-dijo con burla en su voz.
-paranoico no, precavido, no necesito mencionar que lo estaré vigilando, tanto a usted como a sus cartas-informo la joven seria para darse la vuelta con la intensión de irse.
-es una mujer muy agresiva, Lady Rashta, eso la podría meter en problemas- murmuro con un falso tono amable deteniendo el avance de la joven tomando su brazo.
Ni bien sintió el agarre la joven le dio un fuerte manotazo en la mano lo que hizo que este la soltara.
-¿me esta amenazando?-pregunto fijando su fiera mirada en la del hombre.
-no, solo estoy dando mi opinión.
Ella sonrió levemente, pero era claro que era un sonrisa fingida- usted también debería controlarse Heinrey, sino podría meterse en... muchos problemas, recuerde que este no es el reino del occidente.
Luego de decir esas palabras la joven se alejo.
Desde la puerta de su alcoba, el príncipe miro a la Lady alejarse; sin duda, la presencia de esa mujer complicaba las cosas pero sin duda lo hacia mas entretenido.
