capitulo 29

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Heinrey no durmió en toda la noche. Su cuerpo estuvo recostado en su cama, pero su mente estuvo lejos de encontrar descanso. Se revolvió de un lado a otro, atrapado en un torbellino de pensamientos tumultuosos que giraban en torno a una sola persona: Rashta.

Lady Rashta como ella había insistido en que el llame hace unas horas.

¿Estaba perdiendo a Rashta?

La pregunta resonaba en su mente una y otra vez, como un eco insistente que se negaba a desvanecerse. Recordaba cada interacción, cada mirada, cada gesto entre ellos, y una sensación de inquietud lo invadía. Había habido algo diferente en su último encuentro con la peliplatina, algo distante, algo que lo llenaba de una angustia que no podía explicar.

Las dudas lo atormentaban. ¿Había hecho algo mal? ¿Había dicho algo que la hubiera herido sin darse cuenta?

Se levantó de la cama con un suspiro frustrado, incapaz de soportar la quietud opresiva de la habitación por más tiempo. Se paseó de un lado a otro, sus pasos resonando en el suelo con una cadencia inquietante. Sentía los nervios inundarlo, incapaz de pensar en otra cosa además de cómo solucionarlo.

Tal vez... tal vez podría matarlo.

La idea se coló en su mente como una serpiente venenosa, susurrándole soluciones extremas a su desesperación. Una muerte accidental sería difícil de parecer convincente en el caso del hermano de la emperatriz, pero no imposible. Podría planear un "accidente" en el que Koshar resultara herido de manera fatal, sin dejar rastro de su intervención.

"Koshar", murmuró para sí mismo, pronunciando el nombre con un tono cargado de desprecio. Lo odiaba con cada fibra de su ser, porque Koshar intentaba robar algo que él, de alguna manera retorcida, consideraba suyo. Pero al mismo tiempo, lo envidiaba. Envidiaba la rapidez con la que Koshar se había dado cuenta de sus sentimientos hacia Rashta, mientras él había tardado en notarlo, a pesar de lo obvio que había sido ahora que lo pensaba.

Pero por el momento se mantendría tranquilo, al menos por dos semanas más. La temporada de "Debut" se acercaba, habría mucha gente en el palacio, muchos ojos y oídos atentos a cualquier cosa. No podía permitirse tomar riesgos ahora; no obstante, si Koshar mostraba seguir siendo un problema, él se haría cargo de él.

Pero entre sus planes oscuros, un destello de luz surgió en su mente. El recuerdo de la sonrisa de Rashta, la forma en que sus ojos oscuros brillaban con una luz que lo dejaba sin aliento, se aferraba a su mente como una melodía cautivadora que no podía olvidar. A pesar de todo, Heinrey no podía negar la verdad de sus sentimientos por ella. La lady despertaba una debilidad en él, una necesidad de protegerla y poseerla que lo consumía por completo.

Con el corazón latiendo con una intensidad que apenas podía contener, Heinrey se armó de valor y decidió buscar a Rashta. Sabía que ella estaría en los aposentos de la emperatriz, preparándose para su primera reunión por el debut que se avecinaba. Con pasos decididos, se encaminó hacia los corredores del palacio, su mente inundada por la imagen de Rashta y la necesidad urgente de hablar con ella o al menos simplemente verla.

¿Cómo reaccionaría Rashta al verlo? ¿Estaría dispuesta a escuchar lo que tenía que decir? ¿Habría alguna posibilidad de reconciliación entre ellos?

Finalmente, llegó al salón principal de la emperatriz, donde la puerta se mantenía abierta para permitir el ingreso de las damas que se preparaban para su debut.

Y allí, entre la multitud de jóvenes nobles, sus ojos encontraron a Rashta. Ella estaba sentada junto a una joven de cabellos castaños cortos, sosteniendo su mano con una expresión que no pasaba desapercibida para Heinrey. Un ceño fruncido adornaba su rostro, una sombra de preocupación que no lograba ocultar completamente.

POR UN MEJOR FUTURO (HEINREY x RASHTA x KOSHAR)Where stories live. Discover now