capitulo 27

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Koshar permanece a su lado mientras el médico llega al día siguiente para cambiar las vendas de su tobillo y verificar que la fiebre de Ian haya desaparecido por completo. Con una mirada cargada de preocupación, Rashta solicita que primero revisen a su hijo.

El médico toma la temperatura de Ian y examina su tono de piel, el cual ha recuperado el saludable matiz que se asemeja al de su madre, ya no pálido como el día anterior.

"¿Cómo está él?", pregunta Rashta, su voz revelando la ansiedad que la consume, apenas el médico termina de examinar a Ian.

"Se encuentra bien, la fiebre ha pasado por completo", murmura el médico mientras devuelve con cuidado al pequeño a los brazos de su madre.

"Oh, eso es bueno", susurra la peliplatina con alivio, acariciando con suavidad el rostro de su hijo aún dormido.

"Ahora la revisaré a usted, Lady Rashta. Sería preferible que no cargara a su hijo mientras la examino", indica el médico con profesionalismo, instando a la madre a centrarse en su propia salud mientras él evalúa su recuperación.

La mirada preocupada de Koshar se encuentra con la de Rashta. No hay más personas en la habitación aparte del médico, Ian, él y ella. Koshar, siendo la única otra persona presente, es la única opción para cargar a Ian mientras el médico realiza la revisión. Sin embargo, su rostro refleja una mezcla de desconcierto y temor. El Lord no ha tenido buenas experiencias cargando bebés; puede contar con los dedos de una mano las ocasiones en las que ha tenido a un niño en brazos, y cada una de esas veces ha terminado con el bebé llorando.

Rashta observa la expresión preocupada en el rostro del rubio y, con una sonrisa alentadora, busca aliviar sus temores. Sus ojos negros se encuentran con los de ojos verdes del hermano de la emperatriz de oriente, transmitiendo confianza.

"Koshar", murmura Rashta con confianza, "Sé que esto puede ser un poco abrumador, pero confío en ti. No hay reglas estrictas para cargar a un bebé; solo sigue tu instinto. Además, Ian está dormido; no creo que te cause muchos problemas".

El rubio asiente con inseguridad, sintiendo la presión y la responsabilidad de sostener al pequeño Ian en sus brazos. Con precaución, se acerca a Rashta, quien coloca suavemente al bebé sobre sus brazos. La rigidez de Koshar se manifiesta cuando retrocede un poco, procurando no interferir con la labor del médico mientras examina a Rashta y en moverse lo menos posible para no molestar a Ian.

La peliplatina no puede evitar soltar una risa, suave y melodiosa, mientras observa la expresión seria y preocupada, así como la postura rígida del futuro Duque. Sin embargo, la risa no es exclusiva de Rashta, ya que, contagiado por la atmósfera ligera, Koshar también se ríe, aunque su risa está matizada por la tensión y su inexperiencia.

La risa compartida parece desencadenar una reacción inesperada: los temblores de Koshar y la rigidez de su postura provocan, sin quererlo, que Ian se despierte sobresaltado.

El de ojos verdes, alerta y preocupado, queda inmóvil cuando siente los movimientos incómodos de Ian. Su expresión se torna alarmada mientras observa cómo el bebé arruga la cara y abre la boca para dar inicio a un llanto potencialmente estruendoso.

"Rashta", susurra Koshar, su voz cargada de urgencia y nerviosismo, al ver el inicio de las lágrimas en los ojos de Ian.

"Tranquilo, relájate, y mécelo suavemente", instruye la Lady con calma, su tono maternal buscando guiar a Koshar en este momento de incertidumbre.

Aunque tenso y consciente de su falta de experiencia, Koshar sigue las indicaciones de Rashta, comenzando a mecer suavemente a Ian. El bebé se remueve incómodo, pero, para alivio del Lord, no estalla en llanto.

POR UN MEJOR FUTURO (HEINREY x RASHTA x KOSHAR)Where stories live. Discover now