Capítulo 12

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Edificio gubernamental – Territorio Tridax



Narrador omnisciente

Las puertas de la sala subterráneas se abrieron de par en par dejando entrar a un hombre canoso de porte amenazante. La sala quedó en completo silencio ante su presencia, las velas flamearon por la ráfaga de viento que había entrado junto a él. Los cuatro hombres que se hallaban sentados en una mesa redonda de metal se pusieron de pie mientras que el recién llegado se acercaba a ellos con aire molesto. Los cuatro miembros del consejo agacharon sus cabezas y tragaron saliva en el momento que Herbes lanzo unos papales sobre la mesa.

— ¡¿Una sola cosa no pueden hacer bien?! Como es posible que cuatro hombres de elite no puedan resolver un simple pedido.

Ninguno contesto. Herbes intensificó sus ojos de un violeta intenso y de sus manos brotaban chispas mientras caminaba alrededor de la mesa. Tomó el hombro de uno de los hombres y lo obligó a sentarse descargando una carga eléctrica en este.

— ¿Tanto te cuesta encargarte de esto Jerik? ¿Por qué no usas a tu hijo?

— Erik es amigo de Derek.

— Con más razón deberías de ordenarle que lo haga. No le será difícil.

— Él es leal. No lo traicionara.

— ¿Traicionar? Si no lo hace deshonrara a tu familia. ¿Crees qué será bueno tener otra deshonrara como la de tu hermano?

Él hombre de enfrente levantó la mirada con desprecio hacia Jerik. — Le diré a mi hijo que se ocupe, vuelve mañana. Dimitri podrá entrar a la mansión y encontrarlo.

Herbes lo miró molesto, pero se apaciguó volviendo a su porte natural. — Si fracasa serás el encargado de derramar la sangre de ese mocoso.

— Rosso sospecha. — interviene otro de los hombre que estaban en la mesa.

— No me preocupa ese idiota. Que tu hija mantenga a Derek distraído hasta que Dimitri obtenga el anillo. También estoy seguro que el oráculo y la información están en alguna parte de la casa.

— ¿Qué ocurrirá con las investigaciones de los brujo? — pregunta Gales, tenía la misma apariencia que su hijo Félix. — ¿Seguirás dejando que sigan rondando en nuestros dominios?

— Eso no me preocupa, mantiene ocupado a Rosso. — Herbes se sienta y el resto lo imitan.

Gales lo miraba inquieto. — ¿No te inquieta lo que está sucediendo?

— No. Si llega a ser verdad y todo va de acuerdo al plan, podremos aprovechar la distracción para movernos. No pienso dejarle a un crío mi puesto, si se vuelve una molesta nos encargaremos de él, igual que lo hicimos con sus padres.

Jerik intercambio miradas con Gales, eran los únicos que lamentaban la muerte de uno de sus miembros y se culpaban por no detener aquello. Tenían la carga de la muerte de los Hemsworth en su conciencia.

Gales miró con enfado a Herbes — ¿Quieres sacar mérito de ese accidente? Te recuerdo que aunque le tenías rencor a Hero él no murió por tus manos. No fue tu plan, así que no presumas que eso fue un logro tuyo y tampoco eso se lo reconoce como logro.

— Sé que no fue planeado así, pero lo conseguimos. Fui yo quien los mando a ese lugar.

— No murieron por los seriox. Fueron demonios. — resalta en recordatorio.

— Eso ya lo sé y no me interesa.

— A mí sí me interesa. Una emboscada y jamás quisiste investigar. Lo llamaste infortunio y ahora mi propio hijo tuvo que enfrentarse a una multitud de demonios en el bar Lux. — dice molesto. — ¿Enserio crees que no está pasando algo más? Hace años te lo vengo diciendo, ahora murió un ángel, los brujos presienten que algo ocurrirá y a ti solo te importa tú puesto. — escupió Gales.

Unión de Almas (Trilogía de Almas)Where stories live. Discover now