Capítulo 19

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Ciudad Esmeralda - Territorio mágico


Katy

Estaba en un rincón de esa celda. Cruzaba los dedos para que no volviera nadie más. Agradecía que Liro justo hubiera llegado y había sacado a ese psicópata de ahí, además me había traído agua y había vendado la mordedura que me había hecho en la muñeca.

Intenté comunicarme con Derek, pero no respondía. Quizás aquí si había algún tipo de hechizo que bloqueará la magia o poderes o cosas espirituales o raras.

Escuche unos pasos y me apegué más contra la pared.

— ¿Lo colocamos en esta o en la misma que la humana?

— En la misma celda. Luego los dividiremos para torturarlo y provocarlo hasta que suelte la lengua.

Al escuchar las voces más cerca me hice la dormida. La reja se abrió y ellos entraron.

— Tienes un nuevo compañero, supongo que te alegrará estar un rato con alguien que conoces.

— No hace falta que te hagas la dormida. Sabemos que estás despierta.

Malditos latidos que me delataban. Abrí los ojos y los miré. Ambos me sonreían.

— Te dejamos con tu amigo... ¿O puede que novio? Quién sabe. — dijo antes de darse la vuelta.

Bajé la mirada y lo vi ahí inconsciente. Enseguida me levante y fui hacia él.

— Tranquila, aún sigue vivo. — lo miré de nuevo mientras me agachaba a lado de Derek. — Quizás tarde un poco en despertar ya que le drenaron su energía. Pero bueno... se morirá en un día si no se recarga, la única forma que tendrá la energía que necesite será si suelta la lengua cuando vengamos a interrogarlo.

— Si no lo hace y prefiere morir, quizás tú la sueltes en su lugar y nos digas porque te buscaban y que quieren de ti.

— Salvo que el pierda el control y te drené en el momento de despertar... de ser así grita muy fuerte y vendremos a tu rescate. — ríe.

— No creo que podamos oírla. Las paredes están encantada... sería una lástima... ¿Quieres que te cambiemos de celda?

— Si quieres eso deberás decirnos la verdad.

Quería golpear a esos dos malditos vampiros.

— Tú decides. — cerro la reja.

— Me parece que debemos dejarla para que lo piense.

— Creo que sí.

En el momento que desaparecieron de mi vista sujeté a Derek y miré su rostro. Su mejilla y mandíbula estaban golpeadas. Lo acomode sobre mi regazo, lo revise y no tenía ninguna herida grave, ninguna perforación, solo moretones por todos lados y tampoco había rastro de haber sido mordido. Me quedé acariciando su rostro un buen rato y pensando.

Joder. Tenía mucha hambre, apenas me dieron algo para beber. Ya no sabía qué hora era, ni que día era. ¿Hace cuánto que estaba ahí? Varias veces me habían dejado inconsciente así que ya no sabía el tiempo que transcurría.

Pasaron varios minutos, quizá horas cuando uno de los vampiros apareció, miró a Derek y al ver que seguía inconsciente me pregunto si quería compartir algo y cambiar de celda. No pensaba dejar que me apartaran de él, además no sabía porque estaba ahí. Frustrado se giró y se volvió a ir.

Lo único que iluminaba ese lugar eran esas antorchas y una ya se había apagado. Miré su cuerpo y cuando se me cruzo su reloj para llamar a alguien y enviar la ubicación, me percate que no lo traía. Miré de nuevo el rostro de Derek, ya no se notaba tanto los golpees que había recibido. Un punto bueno de ser sobrenatural era curarse rápido, supuse.

Unión de Almas (Trilogía de Almas)Where stories live. Discover now