Unión de Almas (Trilogía de Almas)

Capítulo 14

Centro de entretenimiento – Territorio tridax.

Derek.

Seguía un poco inquieto al no tenerla a mi lado.

— Mantente segura y regresa para sacarme una sonrisa como se debe. — mordí mi labio reprimiendo una sonrisa.

Se hizo un silencio entre ambos. Me empezó a inquietar que no dijera nada. Así que aparte a un lado la idea de coquetear, nunca lo había hecho y sentía que era pésimo. No había pensado en hacerlo pero me salió natural, Sentía que lo que sea que hablara o hiciera con ella era algo ya natural, ese instinto de acercarme y darle un beso en la frente se había vuelto normal, aunque luego de hacerlo me quedaba pasmado de haberlo hecho y que ella no comentara nada al respecto también. El abrazarla de vez en cuando, no era incomodo, era todo lo contrario, el solo hecho de hablar y provocarnos alguna sonrisa era algo que me llenaba, al igual que solo mirarnos. Eso ya era otro nivel, era intenso, mucho más que leernos la mente o ver nuestros recuerdos.

Ella había dicho que dada la situación se podría decir que éramos amigos, no quería ser su amigo, anhelaba más, pero si era eso lo que ella quería y necesitaba, estaba dispuesto a serlo. Es por eso que cambie mi tono de voz y agregue algo más antes de incomodarla.

— Si llega a pasar algo márcame enseguida que iré a buscarte. ¿Okey?

— Okey. — susurró.

Con esa respuesta y el tono que uso, podía imaginármela con la cabeza gacha y avergonzada. Eso me gustó, pero no quería fastidiarla, debía no ser un idiota.

— No hagas nada imprudente, cuídate ¿Si? Sé que puedes ingeniártelas.

— ¿Qué quieres decir?

— Eres muy lista preciosa.

Bueno, no podía resistirme a provocarla un poco. Aun así, esperaba tener el resultado que quería.

— Vale.

Y esa contestación me afirmaba que no fue tan erróneo agregar el "preciosa" al final. Quizás ya progresábamos un poco, últimamente no reclamaba cuando usaba esa palabra.

Sonreí. — Nos vemos mañana.

— Quizás. Crucemos los dedos porque no deba quedarme un día más del necesario con la bruja de sonrisa de sociópata. — susurró.

Reí a su comentario. — duerme con un ojo abierto. — medio en broma y medio enserio lo dije.

— Obviamente que lo haré. ¿Con quién crees que hablas? — bromea.

Me gustaba este lado de ella. Cuando no era pura preocupación, puro miedo e inseguridades. Sentía que está era ella misma. Bueno no lo sentía, lo sabía. Me colé tantas veces en su cabeza y me inmiscuí en sus recuerdos que sabía cómo era. Me hubiera gustado conocerla antes en otras circunstancias.

— Buenas noches Katherine.

— Buenas noches Derek. — susurra antes de colgar.

Me dejé caer en la banca y sonreí. Por un momento me permití disfrutar ese instante.

— Realmente estás colado por ella. — soltó Erik sobre mi cabeza riendo.

— Cállate. — escupí. Ya me había puesto de mal humor.

— Acabas de sonríe como idiota. Jamás te vi actuar así.

Lo ignoré y me incorporé en el banco. Tomé la camiseta y me la coloqué.

— Demonios Derek. ¿Te das cuenta que serás así de idiota para siempre? Ahora solo me preguntó cómo será tu estado cursi, el empalagoso al cien por ciento.