My Blood [Voltron Legendary Defender]

Capítulo 33-Confrontaciones.

Keith fue el primero en prácticamente correr hasta el puente, encontrándose con Coran que sostenía a un inconsciente Lance.

Coran intercambió miradas con él, y Keith de inmediato se movió para ayudarlo a cargar a Lance hasta la enfermería.

En el camino se encontraron con Pidge y Hunk, que se notaban confundidos y los siguieron en silencio a la enfermería. Una vez llegaron, se encontraron con Lotor, mirando preocupado a una inconsciente Allura.

-¿Hay energía suficiente para un...? -Lotor se detuvo, alzando la mirada y notando a Lance, inconsciente y con rasgos claramente Alteanos.

-Me temo que no hay energía suficiente en el Castillo para dos cámaras de sanación. -contestó Coran, siendo ayudado por Hunk y Keith a dejar a Lance sobre otra camilla.

-¿Qué pasó? ¿Porqué Lance luce así? -preguntó Lotor, confundido.

Coran y Keith intercambiaron miradas de nuevo.

-Lance fue el que nos sacó de ahí, y de pronto estaba así. -contestó Hunk.

-Dejemoslos descansar. -dijo Coran- Lo hablaremos cuándo todos estén despiertos.

Nadie protestó, y pronto todos salieron de la enfermería y se encaminaron al puente. Sólo un varga después Allura apareció por la puerta, trastabillando un poco, pero con algo más de energía que antes.

-¿Dónde estamos? -preguntó Allura, una vez se dio cuenta de que la pelea había terminado-¿Se retiraron los Galras? ¿Por qué Lance se ve...?

-¿Alteano? No tenemos idea. -respondió Pidge.

-Lance hizo un agujero de gusano para sacarnos de Balmera. -aclaró Lotor.

Los siguientes minutos sólo estuvieron llenos de tensión y preguntas lanzadas al aire que por ahora no tenían respuesta. Finalmente, Keith habló.

-Lo voy a matar cuándo despierte.

Coran se acercó, posando una mano en su hombro.

-Ambos sabemos por qué lo hizo, aunque definitivamente fue un acto irresponsable.

-Irresponsable es una palabra. -gruñó Keith-¡Coran, sabes lo que esto significa ahora-!

-Lo sé. Y tal vez ya era el momento, Keith.

-Pudo haberse lastimado.

-Es una suerte que no lo hizo, y definitivamente le gritaré sobre eso cuándo despierte. Ni su padre podría librarlo del sermón que recibirá.

-Esperen, ¿saben qué es lo que Lance estaba ocultando? -interrumpió Pidge.

Coran y Keith intercambiaron miradas una vez más.

-Así es. Pero no es nuestro secreto para contar. Él debería ser quién se los diga. -contestó Coran.

-¿Es Lance...? -Allura dejó su pregunta en el aire, sin saber si debía terminarla.

Coran sólo la miró, pero no obtuvo respuesta más que un:

-Lance es quién debería decírtelo.

Y entonces todos decidieron esperar, casi conteniendo el aliento.

Pará cuándo Lance volvió en sí, se encontró con que estaba recostado en una camilla en la enfermería. No parecía que hubiera nadie, pero la camilla junto a él se veía revuelta, así que dedujo que su prima probablemente había estado recostada ahí.

Entonces fue cuándo se dio cuenta de la gran estupidez que había hecho. Prácticamente se había descubierto, aunque no tenía otra opción.

Y ahora tenía que enfrentarse a las consecuencias de sus actos.