My Blood [Voltron Legendary Defender]

Capítulo 24- Pasado.

Lance aclaró su garganta, aún mirando a Coran.

—Uh... ¿Prima? ¿De qué hablas, Coran?

Coran lo miró casi con diversión.

—No puedes ocultarte de mí por mucho, Lanceliah. Lo sé.

Y antes de que Lance se diera cuenta, sus ojos estaban llorosos, y se encontraba abrazando a Coran tan fuerte como podía.

—Tío Coran...

Algo que pareció una leve risa salió de los labios de Coran. Una de felicidad, que acabó perdiéndose en el apretado abrazo.

—Es bueno volver a verte.

Ambos se separaron y Coran lo miró atentamente, con algo parecido al orgullo en sus ojos.

—Sabía que regresarías. Pero no pensé que lo harías en el León de tu padre.

Ahora fue el turno de Lance de reír.

—Yo tampoco lo esperaba, pero Blue sólo... Me escogió.

Coran asintió, comprensivo.

—... ¿Porqué no nos dijiste? —llegó finalmente la pregunta.

Lance agachó la mirada, avergonzado.

—No lo sé... Al inicio no tenía idea de cómo reaccionarían, pero ahora también está Lotor.

Coran volvió a asentir, aunque Lance no lo vio ya que seguía con la mirada fija en el suelo.

—¿Y temes decirle por qué...?

—No sé lo que hará cuando se entere. Escuchaste como habla de Haggar, y no sé si el momento en el que le confiese que yo soy su perdido hermano mayor él va a querer que partamos a buscar a Haggar. Ella no es mi madre, nunca lo fue, y no voy a pretender que lo es. Pero Lotor... Ella sí estuvo ahí para él, así que no espero que comprenda mi decisión.

Coran guardó silencio por unos momentos, finalmente colocando su mayo en el hombro de Lance a modo de apoyo.

—Lo entiendo... Pero también creo que deberás decirle tarde o temprano. Deberías hablar con él, decirle cómo te sientes sobre Hon... Haggar. Y creo que también deberías decirle a tu prima.

Lance suspiró.

—Lo sabrán, tío. Sólo... No por ahora.

—No digas que no te lo advertí cuando la princesa se enfade contigo —comentó Coran, divertido.

Lance dio una leve sonrisa y por fin volvió a levantar la mirada.

—Tío... —Lance mordió su labio— ¿Mi padre sabía que algo le iba a suceder?

Ahora Coran largó un suspiro, su anterior sonrisa divertida desaparececiendo en un segundo.

—Eso creo. Habló conmigo esa noche...

—¿Habló contigo? —repitió Lance, mirando a Coran con interés—¡¿Qué dijo?!

Coran se tomó un par de segundos para contestar, remontando su memoria a aquella última vez que vio al legítimo Rey.

Parecía una noche cualquiera en Altea, pacífica y con las estrellas brillando en el firmamento. Era ya algo tarde, pero eso no significaba que Coran había teminado sus deberes del día, por lo que no era inusual verlo correr de un lado a otro por los pasillos del Castillo a esa hora, murmurando cosas para sí mismo.

—... Y supervisar la decoración del banquete. Ah, ¿había escogido Junimberries para la decoración o...?

—Coran —lo llamó una familiar voz detrás suyo que lo hizo detenerse y girarse.