Capítulo 22- Los Paladines Negros.

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Los Paladines se sentían agotados- acababan de pasar por una larga batalla para salvar a los Olkari, y estos a modo de recompensa se ofrecieron a ayudarlos construyendo una máquina para ayudar vencer a Zarkon.

Ahora por fin podían descansar y dirigirse a la Espada...

O eso creían hasta que fueron alertados por las alarmas del Castillo.

—¡Es Zarkon! —informó Coran.

—No están en condiciones de pelear ahora, tenemos que salir de aquí.

—Lotor tiene razón —dijo Shiro—. Tenemos que irnos, ahora. Todos a sus estaciones.

Todos obedecieron, corriendo a sus puestos mientras Allura se colocaba en su lugar, abriendo un agujero negro para escapar.

Atravesaron el agujero, soltando suspiros de alivio, se habían librado de la batalla.

Sin embargo, las alarmas seguían sonando.

—Coran, ¿Porqué aún estamos en modo de alerta? —preguntó Pidge.

Coran pareció repentinamente pálido.

—Los lentes de Teludav, saldremos del agujero de gusano más pronto de lo que creímos.

Y justo entonces lo hicieron, el agujero se cerró detrás suyo, dejándolos varados.

—¿Dónde estamos? —preguntó Keith.

—Parece un cementerio de icebergs —comentó Lance, observando sus alrededores. No reconocía esta parte de la galaxia.

—¿Coran?

—Sí, princesa. Parece que no llegamos a nuestro destino, pero sí pusimos una distancia de varias galaxias entre nosotros y Zarkon.

Allura iba a contestar, pero entonces cayó al suelo, exhausta.

—¡Allura! —Lance fue de los primeros en reaccionar, estando junto a su prima en un parpadeo. Coran y los demás no tardaron mucho en seguirlo.

—Gastaste mucha energía. Debes descansar. Yo revisaré las turbinas del Castillo —dijo Coran.

Allura asintió, levantándose con la ayuda de Coran. Este miró a Lance.

—¿Puedes llevar a la princesa a su habitación?

Lance se sorprendió un poco, pero asintió, sujetando a Allura para evitar que colapsara de nuevo.

—Pidge, Hunk, vengan conmigo —los aludidos asintieron, alejándose con Coran para averiguar cómo arreglar el problema del Castillo.

Lance guió a Allura fuera del puente y a través de varios pasillos hasta donde recordaba era su habitación, pasado por el cuarto donde estaba la inteligencia artificial de su tío Alfor.

Lance entró a la habitación, dejando a Allura en la cama con cuidado. Esta le dio una sonrisa de agradecimiento, Lance le regresó una leve sonrisa.

—Descansa, Coran se encargará de arreglar el Castillo.

Allura asintió, recostandose en la cama y viendo a Lance salir de la habitación.

Fue cuando Allura estaba empezando a caer dormida que se dio cuenta de algo: Lance la había llevado a su habitación sin necesidad de instrucciones, ya sabía a dónde ir.


Nuevas alarmas despertaron a Allura, haciéndola levantarse de un salto. No estaba segura de cuánto tiempo durmió, pero ya se sentía mejor. Salió de su habitación y corrió al puente, donde ya estaban reunidos todos.

—Zarkon volvió a encontrarnos.

—¡¿Cómo es que nos encontró?! —preguntó Pidge.

Allura miró a Lotor, pero sorpresivamente se contuvo de decir algo.

My Blood [Voltron Legendary Defender] Where stories live. Discover now