Capítulo 27- Olkari/Plan

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Una figura encapuchada irrumpió en escena, ganándose la mirada cuestionante de las otras 3 personas a bordo de la nave.
—¿Tuviste suerte? —preguntó una de las chicas, mirando con esperanza a la otra figura.
El encapuchado descubrió su rostro, dejando así al descubierto su expresión derrotada.
—No, Ezor.
Ezor largó un suspiro, pese a que sabía que esa iba a ser la respuesta.
—Encontraremos algo —aseguró Acxa—. Estoy segura de que el príncipe Lotor no abandonaría a sus generales sin ninguna razón.
Ezor asintió, aunque no parecía convencida. Habían pasado años y aún no tenían ni una pista de dónde estaba el príncipe.
Pero Acxa estaba segura, confiaba en Lotor, y sabía que él confiaba en ellas. No se iría así como así, especialmente sin informarle a sus gerales. Lo encontrarían tarde o temprano, sin importar por cuánto tiempo más tenían que esperar por algún indicio de su paradero.

Los Paladines llegaron a Olkari sin mayores complicaciones, lo cuál resultaba una grata sorpresa considerando lo mucho que habían tenido problemas con los Galras últimamente.
Los habitantes del planeta los recibieron celebrando con un gran banquete, y además, dándoles unas grandes noticias: su invento casi estaba listo, y ahora, con la ayuda de Slav, podrían tenerlo listo en cuestión de días. Esto, sin embargo, significaba también que ya era hora de que los Paladines se reunieran a discutir una estrategia.
Allura fue lo suficientemente bondadosa para dejarlos disfrutar del banquete y la posterior fiesta, ya tendrían tiempo para hablar en la mañana.
El banquete pasó entre casuales conversaciones y suave música de fondo, pero tan pronto terminó, la música subió de volumen y la gran mesa fue reemplazada por alegres habitantes del planeta, interpretando algún baile tradicional de Olkari.
—¡Pidge! —Lance prácticamente se tiró sobre esta, casi haciéndola caer y logrando que soltara un chillido de sorpresa.
—¡Lance! —reprendió Pidge, empujando a este lejos—¡¿Qué te sucede?!
Lance inmediatamente hizo un puchero.
—¡Sólo quería... abrazar a mi... amiga! —se defendió este. Pidge alzó una ceja, notando de inmediato el tono lento con el que habló Lance.
—¿Qué demonios bebiste? —cuestionó de inmediato Pidge, escudriñando a Lance con la mirada y arrebatando su vaso de su mano, ganando un quejido de este.
Ignorando los quejidos de Lance y sus inútiles intentos por recuperar su bebida, Pidge olfateo el líquido. Olía dulce, más no olía a alcohol. Le dio un tentativo sorbo a ese misterioso líquido. Contrario a su olor dulce, tenía un sabor algo salado, pero de nuevo, no sabía a alcohol.
Entonces, ¿qué rayos había tomado el estúpido de su amigo?
Aprovechando ese momento de distracción, Lance recuperó exitosamente su bebida, soltando un sonido de victoria antes de tomar el resto del contenido.
—¡Lance! —volvió a chillar Pidge, dándole un manotazo al Alteano y mandando su (ahora vacío) vaso directo al piso.
—¡Pidge! —la imitó este, mirando de soslayo al suelo, a su ahora caído vaso.
—¿Qué rayos bebiste? —preguntó de nuevo.
Lance, como si se tratara de un niño siendo regañado, señaló al piso en lugar de contestar, donde se encontraba el recipiente que anteriormente sostenía su bebida ahora a pocos metros de ellos.
Suspirando cansada, Pidge tomó a Lance de la muñeca, empezando a arrastrarlo por el lugar, en busca de Hunk.
Aquella cosa no olía ni sabía lo más mínimo a alcohol, además, Pidge había visto por última vez a Lance tan sólo 30 minutos atrás, ¿¡Cómo es que si acaso llegó a embriagarse en ese lapso de tiempo, con una bebida que ni siquiera parecía alcohólica!?
Pero Pidge no sabía que esa bebida tendía a ser intoxicante para los Alteanos, aunque para los demás era un simple jugo. Dato que Coran conocía, por lo cuál reemplazó su bebida y la de la princesa por otra cosa al inicio del banquete, pero no pudo advertir a Lance y, bueno, ahora era demasiado tarde.
Logrando divisar a Hunk en medio del tumulto, Pidge se dirigió hacia él, aún jalando de la muñeca a un muy manso Lance.
—¡Hunk! —lo llamó, deteniéndose frente a él e ignorando cuando Lance no se dio cuenta de que se detuvo y terminó chocando contra ella—. El idiota de Lance de alguna manera logró emborracharse con ese jugo raro.
La respuesta de Hunk fue un gemido lastimero.
—¡¿Él también?!
—¿También?... —Pidge miró detrás de Hunk, dándose cuenta que él igualmente jalaba de la muñeca a un tambaleante Lotor. Al parecer, el ser sólo mitad Alteano no parecía hacerlo inmune a los efectos de ese jugo.
Pidge igual reaccionó con un quejido.
—¡No Lotor también! Tengo suficiente con este tonto.
Keith irrumpió en escena de pronto, saliendo de entre la multitud y acercándose a ellos.
—¡Estuve buscando a Lance por todos lados! Estaba conmigo y de pronto desapareció.
—¿Sabes cómo logró embriagarse con esa cosa? Nadie más parece así de afectado, y por lo que sé, sólo es un jugo de una fruta originaria de la región.
Keith negó con la cabeza ante la pregunta de Pidge.
—Sólo sé que tomó mucho de eso. Me sorprende que siga en pie.
Sólo entonces Lance pareció reaccionar, ahora tirándose sobre Keith y librandose del agarre de Pidge en su muñeca.
—¡Keith! Te estuve... Hip... Buscando.
Lance ebrio, al parecer, no sabía más que dar abrazos y ser tan molesto cómo lo era sobrio.
Keith, que según parece ya había tenido que lidiar con eso minutos antes, no hizo un esfuerzo por quitarse a Lance de encima.
—Huuuuunk... —vino un quejido ahora de parte de Lotor—. Tengo sueño...
Hunk, que parece había estado haciendo de niñera de Lotor también por los últimos minutos, soltó un suspiro.
—Lo sé, Lotor.
Eso sí que Keith y Pidge no lo podían creer, Lotor casi sonaba como Lance quejándose. Su versión ebria sólo era Lance.
Lance volvió a reaccionar, ahora lanzándose sobre Lotor, logrando efectivamente hacerlos a ambos caer al suelo. 
—¡Hermanito! ¿Dónde... Hip... Estabas?
Lotor no contestó con palabras, más bien quejándose y empezando una inútil lucha con Lance por quitárselo de encima, no teniendo ninguno las fuerzas para ganar.
Keith volvió a tomar la palabra, esperando distraer a Hunk y Pidge de el hecho de que Lance había llamado a Lotor "hermanito".
—Creo que deberíamos llevarlos de regreso a la nave. Coran, Shiro y Allura regresaron hace ya un rato, y según dijo Coran, los Olkari tampoco tardarán mucho más en terminar la fiesta.
Hunk y Pidge no necesitaron ni discutirlo. Mientras tanto, Lotor y Lance habían cedido en su lucha, ambos tendidos en el suelo mientras Lance le daba un discurso a Lotor sobre quién-sabe-qué.
Hunk los hizo levantarse e inmediatamente partieron rumbo al Castillo de nuevo, Hunk arrastrando a Lotor que parecía reírse en silencio de un chiste que nadie más escuchó, y Keith sólo caminando, con Lance prácticamente colgando de su cuello de nuevo y Pidge caminando a su lado.
—Me pregunto porqué los afectó tanto ese jugo, y sólo a ellos dos —comentó Pidge.
Hunk se encogió de hombros.
—Es jugo alienígena, no sabemos si sólo es que los humanos son sensibles a ello.
—Pero Lotor no es humano —señaló Pidge, mirando de reojo al nombrado, que ahora volvía a quejarse, esta vez, de que le dolían los pies.
Hunk volvió a contestar.
—Tal vez sólo es que ellos tienen un factor común que los hace sensibles. Puede ser un gen recesivo en humanos y común en Galras o algo así.
—Puede ser... —murmuró Pidge, no notando como Keith se tensaba. Vaya que si Lotor y Lance tenían genes en común— ¿Y qué fue eso de "hermanito"?
Keith se apresuró en pensar en alguna excusa para salvar el pellejo de Lance.
—Probablemente sólo está tan mal que confundió a Lotor con alguien de su familia. Estoy seguro que igual lo escuché llamándome a mi "hermano" también.
La conversación no avanzó más luego de eso, especialmente considerando que ya habían llegado al Castillo.
—Puedo encargarme de Lance y hacer que se recueste a dormir de una vez, ustedes encarguense de Lotor.
De nuevo, Pidge y Hunk no rechistaron, obedeciendo las palabras de Keith, ambos partiendo en dirección a dejar a su respectivo compañero en su habitación. Lo último que Keith escuchó fue a Pidge quejándose de Lotor picando su mejilla antes de que desaparecieran en un pasillo.
Keith también se dirigió a la habitación de Lance, sobresaltando a este, que ya se encontraba prácticamente dormitando recargado en Keith.
Keith entró a la habitación, prácticamente empujando a Lance a la cama pese a las protestas de este y obligandolo a quedarse sentado ahí. Luego de varios intentos, Keith por fin consiguió que Lance le dijera dónde mantenía guardada su pijama.
Se dio la vuelta luego de rebuscar en el cajón, encontrándose con que Lance se había levantado y ahora se encontraba frente él y lo miraba fijamente.
Keith alzó una ceja.
—¿Porqué me miras así? —preguntó, intentando empujar a Lance para que volviera a sentarse.
—Me... Hip... Gustan tus... Ojos —Fue la respuesta de Lance, mientras este no despegaba su vista de los ojos de Keith.
Keith se detuvo en seco de sus intentos, mirando a Lance confundido.
Antes de que pudiera decir algo, Lance siguió, dando un paso al frente y quedando a centímetros de Keith.
—Son muy... Hip... Bonitos. Como... Galaxias.
En ese momento, el cerebro de Keith volvió a funcionar, sintiendo sus mejillas arder de un momento a otro. En un movimiento, Keith le entregó el pijama a Lance, con la suficiente fuerza como para lograr empujarlo y hacerlo caer en la cama de nuevo, la pijama doblada en su pecho.
Murmuró un rápido "Buenas noches" y salió de ahí tan rápido como pudo. Sabía que probablemente Lance ni siquiera iba a ponerse el pijama y se quedaría dormido así, pero en esos momentos sólo quería escapar de la habitación tan rápido como le fuera posible, rezando por que Lance no recordara nada en la mañana.

La mañana siguiente llegó, y luego de avisarles a Shiro, Allura y Coran sobre la situación de la noche anterior, Allura les pidió que fueran a despertar a ambos implicados. Aún tenían una estrategia que planear, y no iban a retrasarlo más sólo por los dos miembros ausentes.
Obedeciendo, Pidge partió a despertar a Lotor y Hunk a despertar a Lance.
En menos de media hora, ambos ya se encontraban sentados en la mesa, soltando quejidos.
—Mi cabeza me está matando... —se quejó Lance. Lotor dio un gruñido a modo de decir que él pensaba lo mismo.
—Entonces supongo que de ahora en adelante ambos lo pensarán mejor antes de terminar así de nuevo —espetó Allura.
—Y ella ni siquiera fue la que tuvo que lidiar con estos dos... —murmuró Pidge.
Hunk sirvió el desayuno, el cuál Lance y Lotor se apresuraron en terminar. Ya que fueron recogidos los platos, se empezó la discusión de la estrategia.
La máquina que necesitarían para derrotar a Zarkon estaba casi lista, pero no podían entrar en batalla sin un plan.
—Zarkon sabrá que vamos por él —dijo Lotor, parecía ya estar en mejor estado que Lance, que seguía recostado con la cabeza contra la mesa.
A Keith le pareció un milagro que Lance no se hubiera descubierto a sí mismo la noche anterior considerando lo ebrio que estaba y cómo había abiertamente llamado a Lotor su hermano frente a los demás.
—Lo mejor es atacar de frente. Voltron lo distraera mientras el arma está lista para disparar —continuó Lotor.
Allura pareció sopesar la idea. Aún era un poco extraño que ya no hubiera nada de tensión entre ella y Lotor, pero era mejor para el equipo.
—Lotor tiene razón. Pero Zarkon estará esperándonos, tenemos que estar preparados. No dudo que intentente atacarlos con todo lo que tiene.
—Nosotros les brindaremos asistencia desde el Castillo. Haremos todo lo que podamos, pero tomen en cuenta que los recursos del Castillo son limitados —dijo Coran.
—Entonces nosotros atacamos de frente, ustedes nos ayudan con la distracción mientras el arma está lista para disparar... —murmuró Shiro—. Suena como que ya tenemos un plan.
—Esperemos que el arma no falle... —murmuró Hunk.
—No lo hará —aseguró Pidge—. Está diseñada para extraer la Quintaesencia de Zarkon. Si lo drenamos, perderá la batalla.
—Además —añadió Lance, por fin levantando la cabeza de la mesa— los Olkari dijeron que se unirían a la batalla, así que van a ayudarnos a derrotar a las flotas de Galras.
—Y tenemos a la Espada ayudando desde dentro —completó Keith.
—Entonces supongo que está decidido —dijo Shiro—. En unos días más, podremos derrotar a Zarkon.

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Perdonen por tardar tanto y hacer capítulos tan cortos 😔✌🏻 zoy una desgracia.
En fin, les explico rápido la línea del tiempo y porqué aparecieron las generales de Lotor xd so, Lance es el hermano mayor, pero sí es siglos mayor que Lotor (tal vez hasta milenios). Honerva no tuvo a Lotor hasta mucho tiempo después de que Lance fue enviado a la tierra. Y como saben, cuando Honerva tuvo a Lotor, ambos fueron expuestos a Quintaesencia. Eso corrompió a Honerva y la transformó en Haggar, pero a Lotor sólo lo hizo envejecer más lento. Los Galras, de por sí, envejecen lentamente comparados a los humanos. Entonces, cuando Lotor tenía unos cientos de años de edad, reunió a las Generales, y luego fue cuando desapareció, pasando dos años en la Tierra antes de entrar al Garrison. Eso, espero tenga sentido y me despido.
Pd. Les gustó Lance y Lotor borrachitas?

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