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Su suerte parecía estar por el cielo.
Habiendo desaparecido la noche anterior, y con otros dos ninfos vigilando cada pequeño movimiento, preocupados de si habría llegado a enfermar, Argentina aún así había logrado escapar nuevamente de la cueva que compartía con sus compañeros y vuelto a esa ya bien conocida frontera.

Allí estaba Canadá.
Lápiz y papel en la mano, parado bajo la luz de la luna, sonriendo de manera brillante hacia el argentino.

Quizá aquello se había vuelto una rutina.
Pero era una a de la que podría no cansarse.

Argentina tomó carrerilla para abrazar al norteamericano de una tacleada que casi le sacaba el aire al menor. Canadá hizo un esfuerzo para sostener en sus brazos al bicolor y que no cayeran al suelo.

- Hey - Saludó con una sonrisa divertida

- Hello! - Argentina copió el saludo que había escuchado al contrario hacer algunas veces

El canadiense abrió sus ojos, tomado por sorpresa.

- Since when do you talk english? (¿Desde cuando hablas tu inglés?) - Rió con grata incredulidad

Los ojos del más bajo reflejaron confusión, Canadá no supo si era porque no había entendido lo que había dicho o si era porque ni siquiera había notado que había dicho un saludo en inglés.
Por si acaso, sacó una vez más su celular, con la aplicación para entenderse entre ellos.

+ No sabía que hablabas inglés +

- ¿Inglés? - Argentina repitió, parpadeando varias veces

+ Um... El idioma con el que acabas de saludarme +

El mundo abrió sus ojos como si aquello fuera nueva información.

- ¿Posta eso fue otro idioma? - Empezó a moverse en su propio lugar con emoción, causando algo de risa en el canadiense - Solo estaba copiando lo que siempre te escucho decir -

+ Pues eso es genial, impresionante +

Lo animó.

- ¿Estás diciendo que... si siguiera aprendiendo... podríamos hablar de manera más fácil? - El argentino paseó su mirar por alrededor, casi de manera tímida

Esa pequeña acción llamó la atención del más alto.

+ Probablemente, ¿Por qué? ¿Quieres aprender? +

- ¿Me enseñarías? - El celestino se abrazó al pecho del norteño

Canadá se sintió incapaz de decir que no a esos ojos brillantes.

+ Me encantaría +

La sonrisa del más bajo se iluminó, llenando de calidez el corazón canadiense.

- ¿Cuando empezamos? ¿Ahora? Mejor mañana... ¿Ahora? - El ninfo de agua giraba al rededor del humano, emocionado

Canadá trataba de seguirlo con la mirada, pero este se movía de manera demasiado rápida.

+ Espera, detente +

Trató de parar al argentino.

+ Antes quiero hacerte preguntas ¿Puedo? +

Argentina se sentó de manera casi inmediata en ese instante, torciendo la punta de su cola mientras esperaba a que el contrario hiciera sus preguntas.
Aún algo tomado por sorpresa, Canadá se sentó a su lado, nuevamente sacando sus notas y lápiz.

Los ninfos (CanArg)Where stories live. Discover now