Capítulo 19 "¿Jin Seok?"

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- Camille , desde que te vi tuve un fuerte presentimiento, sé que debe ser difícil asimilar todo esto y perdonar lo que hice , nunca tuve noticias de ustedes dos en el momento en que atacaron la casa Leo y yo nos encontrábamos en pueblo , cuando llegamos la casa ardía en llamas y ... pensé lo peor , las buscamos por todo el mundo , sin embargo no hallamos respuestas y viajamos a Wisdomland, luego obtuve el trabajo de profesor , nunca pensé que te volvería a ver , eres igual a tu madre - Relataba evitando que las lágrimas brotaran bajo la atenta mirada de una confundida Camille , quien trataba de procesar poco a poco lo que sucedía .

- Mi mamá, nuestra madre.- Rectificó mientras Leonard tímidamente tomaba su mano. - No está bien, al parecer el cruzar el portal le afectó un poco en la percepción de la realidad, siempre me contaba acerca de este mundo, al parecer su pérdida la afectó, pero me contó que mi padre y mi hermano donde quiera que estaban nos amaban, es raro... desde que llegué sentí que una parte de mí estaba atada a este lugar.- Analizó con un nudo en la garganta la bruja de enmarañada melena.

- ¿Cómo es mamá?- Preguntó emocionado Leo.

- Valiente, divertida, ágil, un poco fuera de lo común, hábil, graciosa, perspicaz y la mejor madre del mundo.- Concluyó mientras una traviesa lágrima se escapaba de sus ojos.

Extrañaba demasiado a su familia.

- Te prometo que encontraremos la forma de estar todos juntos, mi niña, como la familia que éramos. Me alegra tanto saber que están vivas. - Rompía en llanto el profesor Vlediran mientras extendía cada una de sus a manos a sus hijos, añadiendo luego- ¿Me perdonas por no protegerlas?

- Los accidentes pasan, no hay nada que perdonar encontré las piezas que faltaban en mi rompecabezas, mi padre y mi hermano gemelo.- Dijo mientras los tres se fundían en un abrazo.

Cualquiera que le preguntaran sobre que hacían los dríades en el invernadero sin duda alguna responderían cosas como tomar el té,  hacer de ancianas chismosa chismosas o hablar con las plantas.  Lo que nadie conocía es que este era el lugar idóneo para practicar cualquier tipo de hechizos sin ser descubiertos además de la calma y privacidad que brindaba dicho lugar.

Era por ello que Jin Seok no pudo ocultar su sorpresa al cruzar el umbral de tan místico lugar visualizando cuan instalados estaban los  dríades allí.

Durante al menos dos horas estos le estuvieron enseñando algunos hechizos los cuales le resultaban increíblemente fáciles.

- Plamtyum Dotyeros.- Exclamaba enérgicamente el mago azabache logrando que la planta creciera en un imperceptible intervalo.

- Has progresado.- Congratuló June.

- Deberíamos enseñarte el de hacer que hablen claramente es muy divertido ver como parlotean.- Comentó Mateo  sonriendo.

- ¿Interrumpo? - Entró al invernadero el hada castaña captando la atención de los tres presentes.

- Para nada.- Dijo prácticamente por inercia Seok haciendo que una genuina abandonara los labios de Lina.

- ¿Qué hacían?- Cuestionó la castaña tomando asiento en una de las bancas del lugar.

- Le enseñábamos algunos trucos a Seok.- Respondió el moreno para luego añadir. - Sabes creo que se me ocurre una idea de algo que no hacemos hace mucho.- Comenzaba a proponer Mateo mirando de forma cómplice a los dríades.

- ¿Listos para un duelo?- Chilló Lina con una extraña emoción.

- Dududu... ¿¡duelo!?- Repitió escéptico casi al borde de un desmayo Jin.

- No te haré daño. - Juró desde su lugar el hada de la naturaleza para que a los segundos el mago corriera a abrazarle.

- ¿Segura?- Interrogó apegándose más al hada mientras esta peinaba con cariño sus cabellos antes de depositar un beso en los labios de este.

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