𝐀𝐩𝐫𝐞𝐧𝐝𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐚 𝐀𝐦𝐚𝐫

Capitulo 30

Era el amor de su vida...

Armando se mantuvo en silencio, observando el Mar, necesitaba que ella expulsara todo para poder revivir. La necesitaba, sin culpas, feliz.

Luego de unos segundos, ella al fin hablo.

B: El era el amor de mi vida, fue mi primer amor; con el todo era tranquilo, tierno, dulce... era perfecto como... -no encontraba las palabras- la superficie Del Mar, siempre tranquila y dulce.

A: ¿Y yo? -pregunto- no dudo de tu amor, ambos nos casamos, nos elegimos... solo quiero saber que parte de tu corazón ocupo. -dijo aparentando una tranquilidad que estaba lejos de sentir.-

B: Eres importante, si con Mitchell sentía eso; contigo es muy diferente -rio fuerte cuando lo vio confundido- contigo es como una explosión, fuerte, duro... Potente; es llegar al límite y darte cuenta de que eres jodidamente feliz. Eres un constante movimiento, y eso lo hace único.

A: ¿De verdad? -pregunto- ¿A si te sientes conmigo?

B: Eres como la sinestesia. Alteras mis sentidos, y eso me hace feliz. Eres el amor de esta vida, se puede tener muchos amores... y tanto tu como Mitchell me hicieron feliz. Y no puedo compararlos y decirte que el me hizo más feliz por que no. No hay punto máximo de la felicidad. Te Amo... como en mi momento ame a Mitchell.

A: Entonces entenderás a donde quiero llegar. -dijo- despedirte de el, no significa que lo olvides, una parte de ti murió con el, pero una parte de él vive en ti. Tienes que perdonarte. -tomo su rostro entre sus manos- no fue tu culpa, entiende eso. Hazlo por el... que paso después de la muerte de Mitchell.

B: Fue horrible. -dijo- no lo podía creer, cada segundo era peor. Yo solo quería morir, ni mis papas, ni la familia de el logro que saliera de ese pozo. Yo... yo solo quería gritar y llorar cuando las personas me daban el pésame.

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Despertó desorientada, le dolía la cabeza horrores, abrió los ojos despacio y vio el cuarto de un hospital. Con Héctor aún lado, hizo memoria y recordó a Mitchell abrió sus labios y llamó a Héctor.

B: Héctor... Héctor -repitió- despierta

H: ¡Bea! Despertaste... -se levantó de la silla y la abrazo- estaba tan asustado. Pensé que no despertarías... ¿Te sientes bien? ¿Quieres que llame al médico?

B: No, me siento bien... -dijo- solo, quiero saber donde esta Mitchell, lo puedes llamar... quiero verlo.

Héctor volteó el rostro, y Betty lo miro por unos segundos, la preocupación comenzó a ganarle. El la miro y no supo por que no le gustaba la mirada de Héctor.

B: Llama a Mitchell Héctor, no es nada contra ti solo quiero saber de Mitchell...  -ante el rostro dolido de el se alarmó- ¿Que está pasando?... Héctor ¿Que pasa con Mitchell? -un silencio se hizo- ¿Que pasó?... me dices ahora o yo misma salgo a averiguarlo.

H: Escucha... respira vale... te diré lo que sucede solo si me prometes que estarás tranquila.

B: ¿Le pasó algo?... Mitchell se lastimo. -insistió- dime de una maldita vez lo que sucede. ¡HÉCTOR!

H: Mitchell... Mitchell murió Bea, murió en el accidente que sufrieron. ¡Murió! -repitió y se volteó.-

B: No, eso no es cierto... -negó al tiempo que bajaba de la camilla- Héctor no... Mitchell, -susurró antes de comenzar a llorar- ¡MITCHELL! Eso es mentira... ¡Mentira! Llévame con el.

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A: Ese desgraciado tuvo el descaro de decírtelo así. -dijo mientras la abrazaba y comenzaba a llorar Betty-