Capitulo 37

343 49 50
                                    

Víctor se encontraba incómodo en la camilla cuando de pronto la puerta se abrió.

B: ¿Como se encuentra el héroe de hermoso corcel? -pronunció mientras sentía sus ojos humedecerse-. Hola...

V: ¡Betty! -la llamo emocionado- Pense que no volvería a verte.

A: Te la dejó por un rato. -dijo hablando tranquilo- estaré afuera, luego entro.

V: Gracias...  -luego de que Armando saliera comenzó a hablar- Betty, que pasó... yo bueno, Sofia no ha querido contarme.

B: Héctor murió, bueno... yo lo asesine. No volverá a hacerme algo, en cuanto a ti -dijo golpeándolo en la pierna- ¡No vuelvas a hacer eso! Casi me da un infarto, no intentes ser el héroe.

V: Iba a morir con honor. -dijo riendo- pero me quedo tranquilo sabiendo que estás bien. -viendo los vendajes y los suyos- Bueno casi bien, ¿Tu bebé?

B: Esta bien, aún no lo saben así que secreto.

V: De acuerdo, al fin termino todo ¿no?

B: Si, mori por un momento y vi cosas que me hizo darme cuenta de muchas cosas.

V: A si, ¿Cuáles?

B: Te las diré en su momento -sonrío- ahora cuéntame ¿cómo has estado?

Hablaron largo rato, hasta que entró Armando para avisar que era hora de dormir.

A los pocos días fue dada de alta, ahí en casa fue recibida por toda la familia y amigos... incluso las muchachas del cuartel la fueron a visitar.

Dos semanas después el caso contra Héctor se llevó a cabo. Se descubrió a las demás personas y al juez que lo había dejado en libertad. Así Betty dio por final esa pesadilla.

Cartagena:

Otra vez en casa. Sonrió caminando junto con Armando, hoy era la inauguración del restaurante que Mitchell había soñado antes de morir.

Al fin estaba ese pequeño sueño presente, luego de ir al cementerio a dejarle flores disfrutaba de la vista.

A: Se te está haciendo tarde amor. -dijo besando su cuello- hay que arreglarnos.

B: Umm -dijo besándolo- yo quería comer primero.

A: ¡Betty! -dijo volteándola y acariciando- ahorita no podemos, se nos hace tarde.

B: Ojojojoj ¡Armando! -rio- me refería a comer alimentos, no a eso. -regó besos en su mandíbula- aunque algo rapidito no hace nada mal.

A: Betty... mi amor ahorita no podemos -jadeo cuando sintió su mano acariciando su miembro- ¡Betty! Mi amor no voy a hacer delicado.

B: ¿Quien dijo que lo fueras? -murmuró besándolo con hambre mientras Armando apretaba su trasero para frotarse con su feminidad- Joder si...

Armando la alzo y entrando como un loco la sentó en el tocador. Ahí levanto su falda rápido mientras la besaba. Froto su clitoris y Betty gimió con fuerza.

A: Shhh... -sonrío mientras la embestía con un dedo y el otro la frotaba con rapidez- Tus gemidos son míos, solo yo puedo escucharlos.

Betty lo beso, sentía su orgasmo llegar pero Armando saco sus dedos y ella gimió en protesta.

Armando sonrío y fue ahí que quiso castigarlo, sentándolo en la coqueta silla le desabrocho los pantalones, ahí libero a su miembro que estaba duro y acariciandolo sintió cómo Armando gemía mientras devoraba sus pechos.

El embarazo la tenía sensible, sentía que iba a correrse con esas caricias. Bajo su mano a él miembro de Armando y acomodando su miembro comenzó a masturbarse mientras se sostenía de sus hombros.

𝐀𝐩𝐫𝐞𝐧𝐝𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐚 𝐀𝐦𝐚𝐫Where stories live. Discover now