Un sonido la hizo despertar, no tenia idea en donde estaba... sin embargo una canción se comenzó a escuchar respiro agitada. Mientras la canción comenzaba a sonar una voz conocida iba cantándola a medida que se acercaba.
B: ¿Que carajos pasa Hector? ¿Por que haces esto? -dijo sintiéndose acostada en una cama-
H: No escuchas la canción es perfecta para nosotros.... -dijo extasiado- espere tanto este reencuentro. Al fin estamos juntos. -termino mientras sonreía- soy tuyo con la misma magnitud que eres mía.
B: Estas loco. -dijo negando- No entiendes, te tengo asco... y quiero que me dejes ir ¡Ahora!
H: The more you Ignore me, The closer I Get -canto- No lo entiendes, despues de todo lo que hemos vivido ¿crees que te dejare ir? -lo miro aterrada- nuestro destino es estar juntos.
B: Eso no puede ser... -dijo mientras se arrinconaba en la esquina al ver que este se sentaba en la cama.- Tu... ¡Tu estabas en prisión!.
H: Lo estaba... Tu me enviaste a la cárcel -dijo ronco- no me dejaste hablar, explicarte. Dejaste que tu odio te ganara y pasaste por encima de nuestro amor.
B: Nunca hubo un amor. -atacó- tipos como tú no creen en el amor. Solo soy una maldita obsesión.
H: Tal ves -dijo encogiéndose de hombros- Pero, como venia diciendo. Encontré más lealtad entre delincuentes que entre policías. -aseguro- no fue difícil llegar a un policía corrupto.
B: Tienes una condena, ni siquiera puedes salir por buena conducta... -dijo histérica.- ¿Te escapaste?
H: Si, dando el dinero correcto todo mundo hace lo que se les pide. Salí en libertad como todo un caballero. -cambió su tono de voz, mientras comenzaba a tocarla- Sabes que haría cualquier cosa por ti.
B: No se que más quieres de mi. -dijo asustada- me has quitado todo, me quitaste a Mitchell, me quitaste mi vida, me quitaste tanto. Y eso... es solo por ti, es por tu culpa.
H: Bea -se burló- fue por tu bien, tu vida era un desastre; ni siquiera puedes escoger una buena pareja. -la tomó de las piernas y se coloco a horcajadas de ella- Yo, daría mi vida por ti. Yo te merezco, más que a cualquiera, más que al imbécil de Mendoza.
B: Si le haces algo a él te juro.... -la cachetada la corto- ¡vuelve a hacer eso, y voy a arrancarte los huevos!
H: No estás aquí para ordenarme que hacer, bastante tengo con que te hayas ido con el, a revolcarte mientras yo estaba dormido. -siseó- Te fuiste a Bogota con el, -mencionó furioso- te vas a quedar aquí hasta que venga una doctora a revisarte no quiero sorpresas.
B: ¿Sorpresas? De que estás hablando.
H: Ver si estás embarazada. -simplificó- no dudó de ti cielo. Pero Mendoza, ummm bueno cuerpo es cuerpo. Te voy a dejar aquí. Si te portas bien Te dejaré subir vale. -hizo un ademán de besarla y Betty se alejó- No hagas eso Bea. Déjame sentirte. -La beso suave, mientras Betty apretaba los labios- Veras que aquí volverás a amarme, si es que nunca dejaste de hacerlo. -Y diciendo esto abandono en cuarto.-
El espacio estaba limpio. Había dos ventanas las cuales estaban cubiertas pero no dejaba ver si era de día o de noche. La música seguía sonando y la luz blanca iluminaba el espacio. Estaba encadenada de los pies. Y no podía acercarse a las ventanas mucho menos a las puertas.
Sin querer pensó en el embarazo. Había puesto su cita con la ginecóloga dentro de dos días. Y había hecho planes de llegar cuando regresara a Bogota. No sabía si estaba embarazada, y tuvo miedo, por que si lo estaba no era su vida la que corría peligro si no el de su bebe. Un bebe con Armando.
ВЫ ЧИТАЕТЕ
𝐀𝐩𝐫𝐞𝐧𝐝𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐚 𝐀𝐦𝐚𝐫
РазноеArmando Mendoza un joven de tan solo 27 años absorbido por una tristeza de perder a su primer amor, sin ser consiente que ha perdido su ser su alma, su vida. Llevando su vida tan monótona que no se da cuenta que esta en peligro. Luego de un intent...