LIBRO 2- TÚ ERES MÍA.
ALMAS GEMELAS.
(((CORRIGIENDO Y EDITANDO)))
Se habían separado y aun así estaban unidos por el hilo del recuerdo. Más de un año distanciados y sus corazones seguían unidos, cada uno solo añoraba la presencia del otro, sus ojos...
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Demian.
El resplandor del sol matutino destella en los vidrios polarizados de mis edificios cuando estaciono en mi empresa.
Desde la distancia coloco el seguro del carro y arreglando mi saco y mis nudillos me apresuro a subir las escaleras.
-Buenos días, Señor Brown-Saluda la recepcionista cuando me ve llegar.
No la determino y paso de largo revisando en mi móvil los análisis del mercado financiero.
Llego al ascensor, me adentro y coloco el número del piso de mi oficina. Meto mi móvil en mis bolsillos y miro al frente.
Mi secretaria se levanta de su puesto cuando me ve en su radar y antes de que diga algo le hago un ademán para que calle.
-Te espero en mi oficina-Le exijo sin mirarla.
Paso dejando la puerta abierta y la escucho cerrar detrás de mí.
Me siento y miro con seriedad a la rubia quien tiene en su mano una tablet y un vaso de café, la cual nerviosa lo coloca en la mesa.
-¿Qué putas mierdas te pasó por la cabeza cuando le dijiste a Pamela a dónde iba a ir el fin de semana?.
No soy de fraternizar con mis empleados y aquí todos lo saben.
-Disculpe, señor Brown-Ella se pone nerviosa arreglando sus gafas-Tengo entendido que la señorita Pamela es su prometida y cómo ella me pidió la información, pensé que no estaba mal en dársela.
-¿De dónde putas mierdas sacas tú que Pamela es mi prometida?-Cuestiono cabreado y me jode que todo el mundo piense lo mismo.
-Es que en los medios...
-Los medios dicen puras sandeces-Bramo estrellando mi puño contra la mesa haciéndola estremecer-¿Acaso no leíste el comunicado que saco Claudia a los medios?.
-No señor...
-No quiero que le vuelvas a dar información de mi a esa mujer.
La rubia me mira nerviosa.
-Así lo haré señor. Disculpe, no volverá a suceder.
-Y más te vale que no vuelva a suceder, porque si llega a pasar nuevamente te despido, ¿Te queda claro?
Asiente y sigo.
-Yo no te pago para pensar ni para suponer ninguna mierda-Le ladro molesto-Pamela no es mi prometida, y que sea la última vez que le des información sobre mí.
-Así lo haré, señor-Repite.
-Y escúchame bien lo que te voy a decir, mi mujer, a la única que tienes el deber de darle cualquier información mía, si así ella te lo pide, se llama Aleska Murray, es a ella a quien debes de darle cualquier información que ella te pida, ¿Te queda claro?
