LIBRO 2- TÚ ERES MÍA.
ALMAS GEMELAS.
(((CORRIGIENDO Y EDITANDO)))
Se habían separado y aun así estaban unidos por el hilo del recuerdo. Más de un año distanciados y sus corazones seguían unidos, cada uno solo añoraba la presencia del otro, sus ojos...
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Aleska.
Aquí estoy, con minutos de retraso, sentada en el regazo de mi marido con sus manos posadas sobre mis nalgas mientras me come la boca con deseo.
Cómo todas las mañanas hace lo posible para retenerme, su teléfono no ha dejado de sonar y aún así, no me deja bajar.
-Amor ya tengo que bajarme-Corto con el beso.
-Está bien-Responde resignado, mete su cara en el valle de mis pechos y siento su lengua lameteando entre ellas.
Joder Demian si es fastidioso, parece un niño pegado a mis pechos.
-Demian de chiquito tu mamá como que no te dió del pecho porque tienes una obsesión enfermiza con las mías-Lo regaño.
Levanta su cara ladeando una sonrisa.
-Pues con las únicas tetas que me he obsesionado hasta el delirio son con las tuyas-Posa sus manos sobre ellas por encima de la camisa-Es que joder, mis niñas son perfectas para mi, jamás la compartiría con alguien mas.
-¿Y si algún día salgo embarazada?
-¿Qué pasa con eso?-Me mira extrañado.
-Si algún día salgo embarazada tendrás que compartir tus tetas con alguien más, con tu hijo o hija.
-No-Se niega-Mis tetas son mías y solo yo me las chupo.
Río.
-Caprichoso.
-Estás son mías-Reafirma apretando mis tetas-Y jamás las compartiría con alguien más, para eso están los biberones, ya tengo todo solucionado.
-Tonto-Le doy un beso.
-¿No quieres que te las succione?.
-No. Ya eso lo hiciste esta mañana, así que no es necesario que lo vuelvas hacer.
-Sabes que si quieres-Me sonrie-Te gusta que yo esté pegado en tus tetas cómo un crío.
La verdad es que a veces me gusta que mi dolor sirva de excusa para tenerlo chupándome los pechos.
-Pos chi-Le sonrió.
-Entonces déjame que te las chupe y acaricie tu pezón con mi lengua.
-Bueno amor, está bien, pero que sea rápido, ¿Si?
Yo tengo la culpa de que este hombre sea así, porque nunca le niego nada.
-Ujum-Asiente con la cabeza ansioso-Seré rápido, te lo prometo.
Quito los botones de mi camisa uno por uno y su mirada está fija en lo que hago, y su lengua se desliza entre sus labios a la espera que le dé lo que tanto quiere.
Mi camisa se abre y bajo las copas de mi brasier sacando mis pechos, sus manos acarician el contorno de ellas y sus ojos miran embelesado lo que sus manos hacen.
